Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              28 de mayo de 2018 - 04:29 p. m.

                                                                                                                              La utopía de la lectura, por Mircea Cãrtãrescu

                                                                                                                              Conferencia de Mircea Cãrtãrescu, con traducción de Marian Ochoa de Eribe, en el acto inaugural de la Feria del libro de Madrid presentado por Manuel Gil, director de la feria.

                                                                                                                              Mircea Cãrtãrescu

                                                                                                                              Mircea Cartarescu dice no sentirse como un escritor sino como un hombre que aprecia la libertad de escribir. / EFE

                                                                                                                              Una luz fría y cegadora de septiembre, unas bolas enormes, rojo-anaranjadas, de escaramujos en cuya curvatura se refleja el mundo. La verja cargada de madreselvas que visitan las últimas abejas. Estoy en mi terraza, envuelto en la inmensa luz del otoño, bajo unas nubes de otoño, compactas, reventonas, indiferentes, bajo las cuales podrían suceder crímenes e incestos, guerras fratricidas y torturas sin que su ataraxia se viera perturbada un solo ápice.

                                                                                                                              Tengo sesenta y un años, me encuentro en el otoño de mi vida. He vivido un nanosegundo en una mota de polvo del mundo que nos han concedido, incomprensible y monstruoso. Pero este instante que vivo ahora, en mi terraza, con un café, junto a mi gato birmano, con las bolas del escaramujo sobre mi hombro, compensa por completo la locura del ser y del no-ser y, como una fotografía en la que el otoño brilla con todas sus fuerzas, demuestra que el instante es más importante que la eternidad.

                                                                                                                              En este momento eterno, leo. Releo La Ilíada al cabo de muchos años. Me he sumergido en el texto en cuanto me he levantado. Ahora estoy leyendo en la terraza trasera de la casa, y he murmurado largo rato los versos del primer canto hasta que me he dado cuenta de lo extraño de la situación. Porque, cuando me despertado pensando en Homero, no me he dirigido a la biblioteca, sino que he extendido la mano hacia el móvil depositado en la mesilla. En el archivo en el que guardo mis libros esenciales he encontrado de inmediato La Ilíada, junto a la Historia de Heródoto, la Divina Comedia, Dostoievski, Rilke y Kafka. He comenzado a leer antes de espabilarme del todo.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              He seguido leyendo en el baño, con el móvil imprudentemente apoyado en el borde del lavabo, y en la cocina, mientras preparaba el café, pero no me he dado cuenta de que estaba leyendo en una pantalla, y no en papel, hasta que no he visto los hexámetros griegos mezclados con las nubes otoñales reflejadas en el cristal rectangular. Las nubes de hoy, literalmente las mismas que aquellas bajo las cuales compuso el poeta su epopeya.

                                                                                                                              ¿Leer a Homero en un móvil? Al principio me he sentido golpeado por el hybris, tal vez incluso por la impiedad de la situación. He dejado el teléfono, en cuya pantalla se amontonaban, en series de hexámetros, los guerreros aqueos. He fijado la mirada en el vacío, sintiendo tan solo el frescor deslumbrante del otoño. ¿Por qué La Ilíada, que vivió al principio en la laringe de los aedas, pasó imperturbable a la nueva tecnología de los rollos de papiro, luego a la nueva tecnología del libro, luego a la nueva tecnología electrónica, sin mengua y sin añadidos, levitando sobre todos los soportes como dicen que levitaban las palabras sobre las tablas de Moisés? ¿Por qué, mientras la mayoría de los libros son olvidados antes incluso de ser escritos, otros atraviesan los espacios, los tiempos y las tecnologías para que, una mañana de otoño, miles de años después de su aparición, alguien se despierte con el deseo de releerlos?

                                                                                                                              Miro a mi gato birmano, literalmente idéntico a los birmanos de hace cientos de años, con unos ojos tan azules que parecen recortados y que a través de ellos se viera el cielo, con unas patitas blancas que parecen haber caminado por una bandeja de nata, y pienso en el frágil edificio de la literatura. Escribo literatura desde hace cuarenta años, leo desde hace muchos más. Toda mi vida ha girado en torno a la literatura. No he sido, en definitiva, como le escribía Kafka a su amada, “otra cosa que literatura”. Pero nunca me he denominado a mí mismo escritor.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              El edificio de la literatura hacia el que nosotros, las gentes del libro, nos dirigimos desde todas partes, desde todas las épocas, desde todos los pliegues de la historia, se alza sobre un gigantesco amasijo de escombros.

                                                                                                                              Mircea Cartarescu dice no sentirse como un escritor sino como un hombre que aprecia la libertad de escribir. / EFE

                                                                                                                              Una luz fría y cegadora de septiembre, unas bolas enormes, rojo-anaranjadas, de escaramujos en cuya curvatura se refleja el mundo. La verja cargada de madreselvas que visitan las últimas abejas. Estoy en mi terraza, envuelto en la inmensa luz del otoño, bajo unas nubes de otoño, compactas, reventonas, indiferentes, bajo las cuales podrían suceder crímenes e incestos, guerras fratricidas y torturas sin que su ataraxia se viera perturbada un solo ápice.

                                                                                                                              Tengo sesenta y un años, me encuentro en el otoño de mi vida. He vivido un nanosegundo en una mota de polvo del mundo que nos han concedido, incomprensible y monstruoso. Pero este instante que vivo ahora, en mi terraza, con un café, junto a mi gato birmano, con las bolas del escaramujo sobre mi hombro, compensa por completo la locura del ser y del no-ser y, como una fotografía en la que el otoño brilla con todas sus fuerzas, demuestra que el instante es más importante que la eternidad.

                                                                                                                              En este momento eterno, leo. Releo La Ilíada al cabo de muchos años. Me he sumergido en el texto en cuanto me he levantado. Ahora estoy leyendo en la terraza trasera de la casa, y he murmurado largo rato los versos del primer canto hasta que me he dado cuenta de lo extraño de la situación. Porque, cuando me despertado pensando en Homero, no me he dirigido a la biblioteca, sino que he extendido la mano hacia el móvil depositado en la mesilla. En el archivo en el que guardo mis libros esenciales he encontrado de inmediato La Ilíada, junto a la Historia de Heródoto, la Divina Comedia, Dostoievski, Rilke y Kafka. He comenzado a leer antes de espabilarme del todo.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              He seguido leyendo en el baño, con el móvil imprudentemente apoyado en el borde del lavabo, y en la cocina, mientras preparaba el café, pero no me he dado cuenta de que estaba leyendo en una pantalla, y no en papel, hasta que no he visto los hexámetros griegos mezclados con las nubes otoñales reflejadas en el cristal rectangular. Las nubes de hoy, literalmente las mismas que aquellas bajo las cuales compuso el poeta su epopeya.

                                                                                                                              ¿Leer a Homero en un móvil? Al principio me he sentido golpeado por el hybris, tal vez incluso por la impiedad de la situación. He dejado el teléfono, en cuya pantalla se amontonaban, en series de hexámetros, los guerreros aqueos. He fijado la mirada en el vacío, sintiendo tan solo el frescor deslumbrante del otoño. ¿Por qué La Ilíada, que vivió al principio en la laringe de los aedas, pasó imperturbable a la nueva tecnología de los rollos de papiro, luego a la nueva tecnología del libro, luego a la nueva tecnología electrónica, sin mengua y sin añadidos, levitando sobre todos los soportes como dicen que levitaban las palabras sobre las tablas de Moisés? ¿Por qué, mientras la mayoría de los libros son olvidados antes incluso de ser escritos, otros atraviesan los espacios, los tiempos y las tecnologías para que, una mañana de otoño, miles de años después de su aparición, alguien se despierte con el deseo de releerlos?

                                                                                                                              Miro a mi gato birmano, literalmente idéntico a los birmanos de hace cientos de años, con unos ojos tan azules que parecen recortados y que a través de ellos se viera el cielo, con unas patitas blancas que parecen haber caminado por una bandeja de nata, y pienso en el frágil edificio de la literatura. Escribo literatura desde hace cuarenta años, leo desde hace muchos más. Toda mi vida ha girado en torno a la literatura. No he sido, en definitiva, como le escribía Kafka a su amada, “otra cosa que literatura”. Pero nunca me he denominado a mí mismo escritor.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              El edificio de la literatura hacia el que nosotros, las gentes del libro, nos dirigimos desde todas partes, desde todas las épocas, desde todos los pliegues de la historia, se alza sobre un gigantesco amasijo de escombros.

                                                                                                                              Por Mircea Cãrtãrescu

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar