La peste negra fue causada por la bacteria Yersinia pestis. Una bacteria que se encontraba en las pulgas que tenían las ratas negras. Las pulgas se tropezaron con las personas y se empezó a contagiar poco a poco. Afectó a Europa en el siglo XIV y alcanzó su punto más alto entre los años 1347 y 1353, matando a más de un tercio de la población europea. También se llamó peste bubónica, ya que se inflamaban los nódulos linfáticos en ojos y órganos sexuales, y cuando avanzaba la enfermedad producía necrosis.
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William Shakespeare
Durante el siglo XVI y principios del siglo XVII hubo plagas y virus que azotaron a Europa, entre estas la peste. Debido a la epidemia se aplazaron y se cancelaron algunas actividades culturales y obras de teatro, -como está pasando en la actualidad-.
Según James Shapiro, historiador americano, en 1606 empezó la cuarentena y los espacios que tuvieran un aforo alto debía cerrarse. Los diferentes teatros de Londres fueron clausurados. Shakespeare vio la cuarentena como una oportunidad para dedicarse a escribir y crear obras de teatro nuevas.
Durante su encierro escribió: Macbeth, El rey Lear, y Antonio y Cleopatra. Pero estas dos primeras son de las más conocidas y las más reproducidas a lo largo de la historia.
Mientras la peste se va expandiendo y se va aumentando el número muertos, Shakespeare crea un escenario imaginario lleno de fantasmas, intrigas familiares y demás, enmarcadas en la más picante y hermosa poesía.
Macbeth está dividida en cinco actos. Se inicia con el presagio de las brujas que nombran a Macbeth señor de Glamis, de Caudor y futuro rey. Cumpliéndose el vaticinio de las brujas, acepta su destino. Sin embargo, su espíritu enviciado no puede detener su ambición y comienza a proyectar la muerte del rey. El asesinato del rey planeado por Macbeth se lleva a cabo en su casa. Las brujas son las que empiezan a dominar la vida de Macbeth y así marcan el ritmo de la tragedia.
Por otro lado, la historia de El rey Lear se basó en un cuento popular que se entrelazó con la historia antigua de Inglaterra de el siglo XII. Cuentan las crónicas que Lear siempre quiso conocer el grado de afecto de cada una de sus tres hijas para así poder designar una sucesora. Dos se deshicieron en halagos y la menor le contestó que le quería como padre y nada más. Al rey le pareció poco y terminó castigádola. El tiempo se encargó en demostrar que la menor era la única digna del trono que, por fin, tras una guerra con las hermanas, consiguió.
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Isaac Newton
Cuando llegó el verano a Londres, la muerte era la compañía de cada vecino, de cada camino. Los registros oficiales de ese momento mostraban que iban 2.010 muertes, repartidas entre todas las parroquias de Londres. A la semana siguiente esta cifra se triplicó y llegó a los 7.496 muertos. En un período de un año y medio, la peste en Londres, cobraría más de 100.000 vidas, lo que significó, aproximadamente, un cuarto de la población de la ciudad.
En ese momento se tomó la decisión de llevar a cabo un aislamiento para disminuir el número de muertes. Los ciudadanos que tenían casas a las fueras, en el campo emigró hacia allá. Las universidades cerraron, obviamente Cambridge, donde estudiaba Newton, siguió esta orden.
Newton viajó hasta su granja en Woolsthorpe Manor, en la cual estuvo casi dos años. Durante este lapso se dedicó a leer y a estudiar. Para Newton fueron casi de años de productividad intelectual, Unos años más tarde comentó que “había sido el período más productivo intelectualmente de su vida”.
Siempre estuvo interesado en el origen de la luz y del color. Antes de que llegara la epidemia estuvo en la feria anual de Sturbridge cerca de la universidad, en esta compró un pequeño prisma de cristal. Le llamó mucho la atención la forma en que el prisma iba cambiando de luz y de color al tiempo en que se iba moviendo.
Newton aprovechó su tiempo libre para investigar por sí solo la procedencia del arcoiris en el prisma. Se dedicó a hacer pequeñas observaciones muy detalladas, hasta llegar a entender que el prisma estaba fragmentado. Con esto descubrió que la luz blanca es una mezcla de todos los colores del arco iris, pero que esos colores se hacen visibles sólo cuando los rayos de luz son refractados en diferentes ángulos.
Un día se fue a su jardín, se recostó en árbol de manzanas y una manzana cayó. Al ver esto Analizó la fuerza que generó que esa manzana cayera. Era una fuerza que parecía operar incluso a grandes distancias: Una manzana que cayera del árbol más alto imaginable seguiría golpeando el suelo. ¿Hasta dónde llegaba esta fuerza? Tal vez hasta la Luna. Sin embargo, la luna no cayó a la tierra, sino que viajó alrededor de ella. ¿Por qué?
Solo en Lincolnshire, un condado de Inglaterra, Newton entendió la causa de la caída de la manzana: la ley de la gravedad. “La misma fuerza que tira de una manzana al suelo mantiene a los planetas distantes en su camino. La cadena que unía la luna con la tierra y los planetas con el sol. La gravedad no se ve ni se toca”, concluyó. Para poder demostrar y cuantificar su ley llenó cuadernos enteros de cálculos y ecuaciones hasta dar finalmente con la fórmula que, según dijo, “me permite explicar el sistema del mundo”.