Entonces, un segundo lugar para el director brasileño Gabriel Mascaro que escribe y dirige esta coproducción entre Brasil, México, Chile y Países Bajos que trata sobre el futuro de los ancianos y su puesto en la sociedad. Una película que separó a la crítica entre los europeos, los que la aprobaron y los latinos, a los que no les gustó mucho. “Esta película es el sueño de un bolsonarista”, dijo alguno.
Y un tercer puesto, Oso de Plata, en la Competencia Oficial para Iván Fund por El Mensaje, la que co-escribe y dirige y donde además de Argentina, España y Uruguay producen. Un trabajo que habla de las muestras de amor transaccional que se dan en extraña familia de Anika mientras recorren el interior argentino y esta niña hace su trabajo como médium. Asunto que parece no menor en un país donde su presidente recibe consejos de su perro desde el más allá.
El premio más importante, Oso de Oro, fue para Dreams (Sex, Love), del noruego Dag Johan Haugerud. Johanne tiene 17 años y se enamora de su profesora para luego volcar sus emociones en 90 páginas de papel que da a leer a su abuela y su mamá. Un viaje por los recuerdos de esos primeros amores y una película ganadora que dejó más fríos que un invierno noruego a los asistentes.
Otros premiados fueron el Oso de Plata a la Mejor Dirección para Huo Meng que llegó desde China con Living the Land. El Oso de Plata a la Mejor Actuación Protagónica se lo ganó Rose Byrne por su rol como Linda, una mamá sobrepasada por la cotidianidad en If I Had Legs I’d Kick You. El irlandés Andrew Scott se hace al Oso de Plata por su papel secundario en la Blue Moon; una película, del director de Boyhood Richard Linklater, que recibió el beneplácito de la crítica y el público en Berlín.
También la crítica esperaba mejor suerte para el rumano Radu Jude con Kontinental ‘25, y el Oso de Plata a Mejor Guion se siente como un premio de consolación. El otro premio en la Competición Oficial fue a la Contribución Artística Sobresaliente para el conjunto creativo de The Ice Tower, coproducción francoalemana. En la nueva apuesta de la Berlinale Perspectivas, que trajo su nueva dirección Tricia Tuttle, el mexicano Ernesto Martínez Bucio se trepa a lo más alto con el Premio GWFF a la Mejor Ópera Prima por El Diablo Fuma (y guarda las cabezas de los cerillos quemados en la misma caja) una bella película sobre el cómo lidian los niños y su imaginación tanto con la cotidianidad como con los problemas de los adultos, y en los que los meten los adultos. La Mención Especial fue para We Believe You de los belgas Arnaud Dufeys y Charlotte Devillers.
Algunos otros premios de la Berlinale
El Premio Berlinale al Documental fue para Holding Liat, del estadounidense Brandon Kramer. Otro documental premiado con Mención Especial fue La memoria de las mariposas, de Tatiana Fuentes Sadowsky (Perú/Portugal) que compartió el galardón con Canone effimero de Gianluca De Serio y Massimiliano De Serio de Italia. En los cortos, el Oso de Oro al Mejor Cortometraje quedó en manos de Lloyd Wong, Unfinished el documental del canadiense Lesley Loksi Chan. El Oso de Plata fue para Ordinary Life, una animación de Yoriko Mizushiri coproducida por Francia y Japón. Hubo una Mención Especial para el documental Koki, Ciao de Quenton Miller (Países Bajos). Y como colofón, la Mención Especial del Jurado de Generación KPlus para el corto de la nación embera-chami que, desde Colombia, llegó con Akababuru, de la directora Irati Dojura Landa Yagari.