
Grabado del siglo XVI de William Tyndale.
Foto: Wikimedia Commons
Los precios de los libros en la Italia del siglo VI pasaron de valer medio escudo a venderse por cinco o seis, o incluso, algunos, por diez. La prohibición agitó la curiosidad de la gente, y la curiosidad la llevó a buscar lo prohibido y a comprarlo y a saborearlo y guardarlo como un tesoro. Unas copias de medicina judía se multiplicaron, simplemente porque estaban en los Índices de los libros que la Iglesia había censurado. El “Diálogo” de Galileo se convirtió de repente en el libro más buscado de Florencia, Milán y Roma, y hasta los...

Por Fernando Araújo Vélez
De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.fernando.araujo.velez@gmail.com
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