«Llamarada, bocanada, limonada, parrillada, trenza loca, Harry Potter, nada importa. Si se corta mucho el viaje me devuelvo a bocanada, limonada y aquí no ha pasado nada. Como un hada de la nada llega el flujo sin tapujo, como un brujo. ------El silencio es importante pa’ escuchar la voz del caos, cosmos, caosmos, microcosmos, Béla Bartók, James Joyce, Juancho Rois.
Atrapando velozmente esa esencia del presente y decidiendo el inconsciente las acciones a tomar, la corteza cerebral pasará a un segundo plano y si de suerte no me afano un milagro ocurrirá. Millones de conexiones neuronales bien banales se me agolpan en la mente, el peligro está latente, temo que por imprudente saque a flote todo el miedo de la gente, pero así es el inconsciente, bien demente.
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Es el impulso vital del que hablaba Bergson, si le pongo acentuación se convierte en un danzón, o en un són. Pero no todo tiene que rimar ni tener ritmo, no, no, no, también p u e d o des e s t r u c t uu rrrr aaaa rrr los elementos y tomar sin miramientos melodías del pasado. La memoria es un mosaico y hasta allá no llega Sayco pa’ cobrar ningún derecho, ¡¡¡yo ya estoy arrecho!!! (pero como en Santander).
La emoción es importante si se quiere comprender, hay que dejarla ser, sin ánimo de ofender. No sé de qué otra manera se podría definir ese constante fluir de ideas sin bloqueo, ese impulso necesario de lanzarse hacia el misterio que funciona como un juego y por eso es algo serio.
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Si estos argumentos no convencen por carecer de una estructura y no tener muy buena forma, si a punta de rima todo sale y siempre la excusa es el rizoma, si lo prefieren esta vez, los dejo con esta de Deleuze, es un concepto bien profundo: “Improvisar es unirse al mundo, o fundirse en él”».