Los cuerpos en el limbo

Mucho se habla del limbo como espacio etéreo, antesala eterna del juicio final de las almas y punto medio en el trayecto de la consciencia que ha partido del cuerpo. Ubicado a “mitad de camino entre el cielo y el infierno”, como lo describe Scott Maidment, director de la obra que llegará próximamente a territorio colombiano como parte especial del próximo Festival Iberoamericano de Teatro.

El FITB en su edición 2014, primera que recibirá con el rótulo de ‘patrimonio cultural de la Nación’, contempla un cartel en el que destacan los actos vanguardistas realizados por algunas de las compañías que llegan al país como notables invitados internacionales de 25 países diferentes, con la destacada participación de Brasil como invitado de honor.

Una de estas funciones alternativas que conserva la lógica contemporánea de explotar al máximo un concepto que florece adornado por la confluencia de distintas artes es, precisamente, ‘Limbo’, proveniente de Australia pero con un amplio recorrido y aceptación en el continente europeo, donde, según Maidment, “el público ama la obra”.

La aceptación y el buen recibimiento que tuvo la obra en Europa, con altos picos de audiencia en el Reino Unido, es narrativa de una realización que no admite idiomas ni traducciones, tal como ocurre con las transformaciones del cuerpo en escena, es decir, el arte físico. Se trata de un montaje, de cierta forma, universal, dado que, como lo confirmó su director a El Espectador, el público puede reconocerse en los interlocutores de la obra y sus cuerpos, materia prima de la interpretación.

“Una de las características de la obra es que el público puede reconocerse en los actores, tienen dos brazos, dos piernas y pueden crear cosas extraordinarias con su cuerpo y su musicalidad, así las personas pueden comprender su similitud con el artista, eso es lo interesante”, contó el director sobre la obra que se estrena en el país en abril.

Otra de las características de la ejecución histriónica de vanguardia, visible en ‘Limbo’, es la constante interacción con el público, en este caso mediada por la música gracias a una selección que, de acuerdo a Maidment, “incluye composiciones que son muy populares en todas partes del mundo”.

Estas melodías sin territorio fueron realizadas por Sxip Shirey, compositor, actor y director musical de la obra. Shirey es pieza fundamental en la creación de una atmósfera, objetivo central de la obra en cuanto al espacio metafísico que describe, una atmósfera que se transforma bajo la batuta de las melodías, hilos conductores de las distintas visiones del limbo reconstruidas en el espectáculo.

Jane Howard menciona en The Guardian que estar en el público de ‘Limbo’ es como “dejarse seducir”, lo reconoce como un acto “sexy”, cuyos actores comprenden que se trata de un performance donde la sensualidad está siempre presente, no solo en los cuerpos, sino también en las acciones, posiciones y movimientos que cada participante realiza en estricta confluencia con la dirección musical.

No es la primera vez que Maidment, un director que ha traído al país diversos actos, se refiere a la creación de atmósferas, jugando con los espacios como lugares de interacción en los cuales la expresión de los actores va más allá de los índices visibles dentro de la misma ejecución histriónica, buscando una cercanía en la que se comparta con los espectadores el esfuerzo físico y los estímulos que sufren los cuerpos en escena.

‘Limbo’ es una actualización del concepto de circo en las tablas contemporáneas, que sigue una línea temática alimentada de dualidades y germinada en el terreno de lo cambiante; en ella, al igual que en cualquier otra actuación enmarcada en la noción del circo teatral, pueden observarse distintos artistas que realizan proezas físicas destacadas, como el contorsionismo o la presencia del tradicional tragasables circense, oficio a cargo de Heather Holliday, una de las personas más jóvenes dedicadas a esta práctica en el mundo, mientras el público permanece suspendido en ese espacio medio que oscila entre la oscuridad y la luz.

Limbo se presentará en el Downtown Majestic, en la calle 23 # 6 - 19. Del 4 al 19 de abril desde las 8:30 p.m.

Koastska@hotmail.com
@lacostamalvada

Mucho se habla del limbo como espacio etéreo, antesala eterna del juicio final de las almas y punto medio en el trayecto de la consciencia que ha partido del cuerpo. Ubicado a “mitad de camino entre el cielo y el infierno”, como lo describe Scott Maidment, director de la obra que llegará próximamente a territorio colombiano como parte especial del próximo Festival Iberoamericano de Teatro.

El FITB en su edición 2014, primera que recibirá con el rótulo de ‘patrimonio cultural de la Nación’, contempla un cartel en el que destacan los actos vanguardistas realizados por algunas de las compañías que llegan al país como notables invitados internacionales de 25 países diferentes, con la destacada participación de Brasil como invitado de honor.

Una de estas funciones alternativas que conserva la lógica contemporánea de explotar al máximo un concepto que florece adornado por la confluencia de distintas artes es, precisamente, ‘Limbo’, proveniente de Australia pero con un amplio recorrido y aceptación en el continente europeo, donde, según Maidment, “el público ama la obra”.

La aceptación y el buen recibimiento que tuvo la obra en Europa, con altos picos de audiencia en el Reino Unido, es narrativa de una realización que no admite idiomas ni traducciones, tal como ocurre con las transformaciones del cuerpo en escena, es decir, el arte físico. Se trata de un montaje, de cierta forma, universal, dado que, como lo confirmó su director a El Espectador, el público puede reconocerse en los interlocutores de la obra y sus cuerpos, materia prima de la interpretación.

“Una de las características de la obra es que el público puede reconocerse en los actores, tienen dos brazos, dos piernas y pueden crear cosas extraordinarias con su cuerpo y su musicalidad, así las personas pueden comprender su similitud con el artista, eso es lo interesante”, contó el director sobre la obra que se estrena en el país en abril.

Otra de las características de la ejecución histriónica de vanguardia, visible en ‘Limbo’, es la constante interacción con el público, en este caso mediada por la música gracias a una selección que, de acuerdo a Maidment, “incluye composiciones que son muy populares en todas partes del mundo”.

Estas melodías sin territorio fueron realizadas por Sxip Shirey, compositor, actor y director musical de la obra. Shirey es pieza fundamental en la creación de una atmósfera, objetivo central de la obra en cuanto al espacio metafísico que describe, una atmósfera que se transforma bajo la batuta de las melodías, hilos conductores de las distintas visiones del limbo reconstruidas en el espectáculo.

Jane Howard menciona en The Guardian que estar en el público de ‘Limbo’ es como “dejarse seducir”, lo reconoce como un acto “sexy”, cuyos actores comprenden que se trata de un performance donde la sensualidad está siempre presente, no solo en los cuerpos, sino también en las acciones, posiciones y movimientos que cada participante realiza en estricta confluencia con la dirección musical.

No es la primera vez que Maidment, un director que ha traído al país diversos actos, se refiere a la creación de atmósferas, jugando con los espacios como lugares de interacción en los cuales la expresión de los actores va más allá de los índices visibles dentro de la misma ejecución histriónica, buscando una cercanía en la que se comparta con los espectadores el esfuerzo físico y los estímulos que sufren los cuerpos en escena.

‘Limbo’ es una actualización del concepto de circo en las tablas contemporáneas, que sigue una línea temática alimentada de dualidades y germinada en el terreno de lo cambiante; en ella, al igual que en cualquier otra actuación enmarcada en la noción del circo teatral, pueden observarse distintos artistas que realizan proezas físicas destacadas, como el contorsionismo o la presencia del tradicional tragasables circense, oficio a cargo de Heather Holliday, una de las personas más jóvenes dedicadas a esta práctica en el mundo, mientras el público permanece suspendido en ese espacio medio que oscila entre la oscuridad y la luz.

Limbo se presentará en el Downtown Majestic, en la calle 23 # 6 - 19. Del 4 al 19 de abril desde las 8:30 p.m.

Koastska@hotmail.com
@lacostamalvada