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Los orígenes del éxito comercial de Modigliani y su relación con Paul Guillaume

El gran éxito comercial del pintor italiano Amedeo Modigliani (1884-1920) se debe en gran parte a su primer marchante, el francés Paul Guillaume, una relación que es analizada por primera en París.

18 de septiembre de 2023 - 12:59 p. m.
El óleo "Elvira descansando en una mesa" (1919) del pintor y escultor italiano Amadeo Modigliani (1884-1920) se exhibe en el museo Orangerie de París el 15 de septiembre de 2023.
El óleo "Elvira descansando en una mesa" (1919) del pintor y escultor italiano Amadeo Modigliani (1884-1920) se exhibe en el museo Orangerie de París el 15 de septiembre de 2023.
Foto: AFP - THOMAS SAMSON

Modigliani es “uno de las artistas más vendidos en el mercado del arte”, explica Cécile Girardeau, conservadora del museo de l’Orangerie. Ese éxito se debe a que es uno de los pintores más reconocibles y populares de las vanguardias del primer tercio del siglo XX en Europa.

Un creador que se dejó abiertamente influenciar por el arte africano, recién descubierto en Europa, y por el arte medieval y religioso italiano, con el que se había formado en su Livorno natal. El resultado son retratos de mujeres de ojos pequeños y almendrados, una paleta de colores extensa y atrevida, un trazo enérgico y muy imitado.

Modigliani pasó como una exhalación por el París de principios de siglo, a donde llegó en 1906. Conoció al galerista Paul Guillaume hacia 1915, por mediación del escritor Max Jacob.

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Guillaume se había convertido en galerista después de trabajar en un garaje, donde llegaban regularmente cargamentos de caucho proveniente de las colonias francesas en África. En uno de esos cargamentos llegaron unas máscaras africanas, y Guillaume se quedó fascinado por el hallazgo, explicó Sylphide de Daranyi, autora de una biografía del coleccionista.

En 1911 el poeta Guillaume Appollinaire descubrió esas máscaras expuestas en un escaparate del garaje. En ese momento, arrancó un cambio decisivo en el arte europeo. A su vez, Paul Guillaume representó una ayuda providencial para el recién desembarcado Modigliani. El pintor italiano, de fuerte carácter, fue un artista convencido de su genialidad que aún no conseguía despegar. Guillaume “lo apoyó y lo instaló en un taller”, explicó Simonetta Fraquelli. El marchante francés “ejerció un papel clave en la difusión de la obra del pintor en Estados Unidos”.

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Modigliani se había lanzado a la escultura justo antes de conocer a Guillaume. De la mano de su agente, entre 1915 y 1916, volvió con ímpetu a la pintura, y le hizo un homenaje vibrante con varios retratos.

El pintor italiano pintó significativamente el lema “Novo pilota” debajo de uno de esos retratos. Guillaume fue el nuevo piloto que lo ayudó a salir de la pobrez. Creyó en Modigliani.

Más de un centenar de pinturas de Modigliani pasaron por las manos de Guillaume, que representó al italiano hasta que su puesto fue ocupado por el marchante polaco Leopold Zborowski.

Modigliani murió de una meningitis fulminante en enero de 1920. Su leyenda apenas empezaba en Estados Unidos, donde su obra pronto alcanzó precios considerables.

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Javier(18622)18 de septiembre de 2023 - 03:01 p. m.
Pésima nota.
Hannibal(11732)18 de septiembre de 2023 - 01:22 p. m.
Difícil entender que tan somera y lánguida nota se merezca tan, indudablemente, reconocido artista. Además, vivió en pobreza desesperada y murió así.
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