
En “La rebelión de las ratas”, Soto Aparicio narra las injusticias de las industrias explotadoras de nuestros suelos.
Foto: El Espectador - David Campuzano
El inicio de la novela de Fernando Soto Aparicio ya está enmarcado en una descripción cargada de lirismo evidente. La rebelión de las ratas está impregnada de poesía amarga y triste, la de la impotencia exacerbada. El protagonista melancólico de esta debacle se llama Rudecindo Cristancho y también está vestido con esos mismos matices. El autor tiene la capacidad de dibujar la desgracia y la miserableza en los rostros y entornos de sus personajes.
Por Mauricio Palomo Riaño
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