Lucía González renunció a la dirección de la Fundación Nacional Batuta

Lucía González asumió el cargo de Directora Ejecutiva de la Fundación Nacional Batuta el 1 de marzo de 2024

Foto: El Espectador - Gustavo Torrijos Zuluaga

Por medio de un comunicado, publicado en las redes de la Fundación Nacional Batuta, se confirmó la renuncia de Lucía González, quien desde febrero de 2024, se venía desempeñando como la directora ejecutiva de la entidad.

De acuerdo con la misiva, González dimitió del cargo por razones personales, luego de 15 meses al frente de la Fundación Batuta. “Dejo la presidencia con el convencimiento de haber dado todo de mí en este corto tiempo. Espero que haya servido y, sobre todo, que ayude a la sostenibilidad integral de Batuta”, aseguró.

Aunque se desvinculó de la organización, manifestó su interés en seguir trabajando por el sector cultural del país. “Yo seguiré trabajando por Batuta, y por el sector, porque hace parte de mis pasiones, de mi misión de vida, lo dije en la Comisión de la Verdad: la transformación que necesitamos es cultural, o no lo es”, dijo.

Por su parte, la fundación agradeció y exaltó el trabajo de la gestora cultural. “Su contribución ha sido invaluable para nuestra organización. Su liderazgo, visión y compromiso han dejado una huella profunda. Le deseamos lo mejor en esta nueva etapa de su vida profesional”.

Si bien, en el comunicado se enfatizó que las razones de la renuncia eran netamente personales en una entrevista para la Revista Cambio, González manifestó que su decisión también tuvo que ver con inconformidades con el actual gobierno.

“Se juntan muchas cosas, personales y laborales. No puedo negar que tengo una enorme frustración por las decisiones del gobierno frente a entidades como Batuta y el Sistema Nacional de Música Sinfónica. Pero Batuta continúa trabajando en programas del Ministerio de Culturas y otros aliados como Ecopetrol, ICBF y empresas privadas“, respondió ante la pregunta por los motivos de su renuncia.

Para este año, la Fundación Nacional Batuta sufrió una reducción presupuestal de más de 10.000 millones de pesos. Esta fue una decisión que, desde antes, de hacerse efectiva, González cuestionó.

A finales de 2024, cuando se hundió la ley de financiación y se pronosticaba una reducción al presupuesto del Ministerio de las Culturas, la gestora firmó una carta dirigida a los equipos territoriales del proyecto, a quienes les anunció que el programa Sonidos de Esperanza, liderado por la organización, no continuaría en 2025. Lo cual cuestionó y rechazó en su administración.

Desde hace 23 años, la Fundación Nacional Batuta y el Gobierno nacional implementaban el proyecto Sonidos de Esperanza, que, según cifras de la fundación, apoyó a 18.947 niños, niñas y adolescentes en 136 Centros Musicales, ubicados en 86 municipios de los 32 departamentos del país.