Publicidad

Macondo agoniza

HACE UNOS DÍAS EL COLUMNISTA Esteban Carlos Mejía, en una columna en este mismo diario, arremete contra mí por unas supuestas declaraciones que di en la Semana Negra de Gijón en contra de García Márquez, arremete contra unas supuestas “babosadas” de unos gerentes “pseudoplanetarios” (refiriéndose, supongo, a Editorial Planeta, que es donde yo publico mis libros), me aconseja que no confunda la literatura con la farándula (no tengo ni idea a qué se refiere, pues una vida más monacal que la mía es difícil), y al final se despacha contra Nahum Montt, confiesa que no lo ha leído y afirma que por ahora no piensa hacerlo.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Mario Mendoza
23 de agosto de 2008 - 01:36 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

En fin, se trata de una andanada de resentimiento y odio de ésas que suelen caracterizarnos en este país, irracional, escrita sin juicio ni mesura. Vamos por partes.

Lo primero es que un columnista serio no puede escribir basado en interpretaciones de otros, de oídas, sino que tiene una obligación: asegurarse de los hechos o de la información que está manejando. Si yo he escuchado a unos gerentes comerciales recomendarles a sus escritores que digan “babosadas” con tal de vender más libros, debo denunciarlo de manera contundente en una columna. Si no lo he escuchado ni me consta, es mejor callarme la boca y no andar calumniando, ese deporte nacional que no por frecuente es menos detestable.

Durante una rueda de prensa en Gijón, Nahum y yo dijimos, con el director de la Semana Negra en la mesa, Paco Ignacio Taibo II, que nuestra admiración por García Márquez era irrestricta, que lo habíamos leído como a un clásico, como se lee a Joyce o a Hemingway, pues a mediados de los años ochenta, cuando éramos estudiantes de literatura, ya García Márquez se había ganado el Nobel y estaba consagrado. Después, durante años de vida académica, lo estudiamos, lo dictamos en la universidad y seguimos admirando la perfección de su universo narrativo.

Nahum Montt, utilizando una idea que ya había expuesto en su novela El eskimal y la mariposa, pronunció la frase “Macondo agoniza”. Se refería Nahum, y así lo expusimos a dúo, a que durante muchos años la literatura colombiana fue interpretada a partir de Macondo. Era obligatorio pasar por Macondo para poder entender qué estaba sucediendo en nuestras letras. La nueva generación, siendo tan diversa en sus propuestas, no tiene como referente a Macondo.

Y no hay que rasgarse las vestiduras: eso no es un crimen ni tiene nada de malo. Si yo quiero entrar a la obra de Franco, de Gamboa, de Abad, de Serrano, de William Ospina, de Montt, de Ricardo Silva, de Antonio García, de Vásquez o de Botero (sólo para citar a algunos), Macondo no es un buen referente. Incluso la idea es aplicable al propio Mejía, cuya novela I love you putamente no tiene conexión con la obra del caribeño.

Las nuevas dinámicas de las megalópolis contemporáneas, el surgimiento de los teléfonos celulares, la internet, el colapso de las autopistas de información, el zapping, los desastres climáticos que generan una percepción apocalíptica, la violencia del establecimiento, el consumismo enfermizo, los videojuegos, las nuevas patologías tanto físicas como psíquicas, el hundimiento de las promesas de la Modernidad, todo este nuevo universo urbano funda un referente narrativo que antes no teníamos. Y así debe ser, porque la literatura, como la vida, está en un movimiento incesante.

Y para cerrar, lamento mucho que un escritor utilice su columna de prensa para sugerirles a sus lectores que es mejor no leer a otro escritor. Hace mal Mejía en no leer a Montt, uno de los más talentosos escritores de la nueva generación, pero hace peor en descalificarlo sin leerlo. Porque esa es una apología a la ignorancia, y se supone que los espacios de prensa son otorgados para todo lo contrario.

Por Mario Mendoza

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.