Publicidad

“Manos que hablan”

Un recorrido audiovisual por las entrañas de la minería en Chocó, a través de un concierto de miradas locales, motiva este documental. Entrevista con su director, Camilo Gómez Durán, sobre este filme que se empecina en dar voz a las manos que en el presente arriesgan perder la tradición ancestral afrochocoana de una joyería exquisita.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Pilar Cabrera
19 de marzo de 2023 - 01:42 a. m.
Reciente imagen en el  Chocó. Según el director de “Manos que hablan”, casi todo el oro que sale del departamento proviene de la minería ilegal. /  Fotos de Camilo Gómez Durán
Reciente imagen en el Chocó. Según el director de “Manos que hablan”, casi todo el oro que sale del departamento proviene de la minería ilegal. / Fotos de Camilo Gómez Durán
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

¿Cuál era el objetivo de hacer este documental sobre la explotación de oro en Chocó?

La idea inicial era hacer un documental sobre la cultura del oro en Chocó, que representa el 80 % del trabajo fílmico editado. La factura de la joyería chocoana tiene, principalmente, dos vertientes: una momposina, proveniente de la filigrana de origen español, y la otra que se deriva de la orfebrería africana. Me encontré con la devastación, la destrucción del territorio en aras de la explotación ilegal mecanizada, la cual hace estragos irreparables en los bosques, al tiempo que envenena con mercurio los ríos y las gentes que los habitan. Me di cuenta de que es muy poco el oro sostenible que llega a manos de joyeros y que era urgente enfocarse en el tema ambiental. Por la falta de oportunidades los chocoanos no tienen otra opción que destruir su propio territorio para sobrevivir, existencia cruel entre la espada y la pared.

Puede leer: “La fortuna de los bendecidos” (Cuentos de sábado en la tarde)

¿Qué encontró acerca de la explotación de oro en Chocó?

Quienes llegan con las retroexcavadoras adquieren los derechos de las comunidades negras para explotar el oro. La minería ancestral se trabajaba, mayoritariamente, hasta hace 30 años con la batea, el almocafre y el barretón y/o con la matraca. De esa manera se filtran y se lavan las arenas para obtener el oro sedimentario. Es una minería de pequeña escala que no afecta al medio ambiente. Ya existían, entonces, las dragas de antiguas y desaparecidas mineras extranjeras, pero no en tamaño y número tan devastador como hoy día.

Cuando se abrieron las carreteras en los años setenta entraron las retroexcavadoras. Para purificar el oro se usa el mercurio. En los últimos años, se estima que se habrían vertido al menos 100 toneladas de mercurio en el río Quito. Actualmente, con la mecanización, pulula la destrucción a gran escala. A mi manera de ver, lo que también sucede es la reesclavización del afro chocoano, porque muchas de estas personas terminan detrás de las retroexcavadoras barequeando para obtener una ganancia exigua. Las retroexcavadoras entran por las únicas dos vías que llegan a Quibdó, una que conecta con Medellín y la otra, con Pereira. Las autoridades gubernamentales, policivas y medioambientales se hacen las de la vista gorda y permiten el ingreso de las retroexcavadoras. El oro que sale de Chocó en proporción casi total proviene de la minería ilegal.

Le recomendamos: “Verdades a medias”, una novela sobre novelas

Por otra parte, el documental ofrece una mirada contraria otorgándole svoz a quienes están a favor de la minería mecanizada, ya que las problemáticas que genera la ausencia del Estado y de oportunidades de trabajo, trágicamente, no dan otra opción a los chocoanos.

¿Qué rol cumple la música que fue creada específicamente para el documental?

El documental busca impactar al perceptor utilizando los medios que el multimedia ofrece: imagen, sonido y texto. La música goza de un poder especial para inocularse en los sentimientos de la audiencia, mando que la imagen no detenta. Con la melodía y el ritmo chocoanos, quienes participamos en la creación de la banda sonora quisimos inyectar un sentimiento de resistencia, de oposición, de acción, de construcción alternativa. Chaío y las amorosas cantadoras de Alabao de Condoto, María Jesusita, doña Pita y Hermes, gran pensador, todos en colaboración, volcamos el corazón sobre la música del documental.

¿Cuál es el siguiente paso para “Manos que hablan”?

Después de un año de trabajo de montaje el documental está listo. Hice dos presentaciones privadas para obtener retroalimentación de asesores especializados, encontrar distribuidores, compradores y promotores. Una vez nacionalice el documental, es decir, que se muestre que está hecho en su gran mayoría con talento e inversión colombianos, aplicaremos a estímulos de distribución y promoción del Ministerio de Cultura. Posteriormente, Manos que hablan participará en festivales nacionales e internacionales que apoyen la distribución o reconozcan el esfuerzo que encarna hacer un documental de forma independiente. Por último, estudiaremos el mejor canal de distribución y que tenga la difusión más amplia posible.

Le puede interesar: “La música es un puente de comunicación”: Andrés Gutiérrez

¿Qué espera que suceda como resultado de la difusión del documental?

Aportar un grano de arena a la concientización de esta problemática y que se tomen más acciones por parte del Gobierno. Incidir en el diseño de políticas públicas que abran oportunidades de trabajo a las gentes del territorio y de control de la destrucción de la región biogeográfica de Chocó. También que ayude a evitar la pérdida del oficio de la joyería chocoana, por falta de apoyo a la transmisión de saberes, y a la escasez de oro sostenible de precio razonable para el joyero.

Por Pilar Cabrera

Conoce más

Temas recomendados:

 

Diana(9s378)19 de marzo de 2023 - 02:36 p. m.
Estaré atento a su lanzamiento...gracias
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.