Más allá de los lugares comunes en el arte

Con sus canciones le hace cosquillas a los sentimientos y transgrede los lugares comunes. Con su poesía viaja hasta el fondo del alma y escudriña las debilidades humanas. Con sus pinturas, en cambio, solamente insinúa una reflexión en torno al universo. Así es el arte de Luis Eduardo Aute, un español nacido en Filipinas, que pasó por el servicio militar, que se inscribió en la facultad de arquitectura y que ha hecho de su vida todo un pretexto de colores y sonidos.   

Sin embargo, la forma artística que le parece más libre es, sin duda, la pintura. Ponerse delante de una tela en blanco y llenarla de colores y formas es la máxima prueba de libertad que puede tener un ser humano como Aute. Para él es muy distinto pintar que pensar en versos y poemas porque las palabras le han resultado traidoras y tienen diversas lecturas.

Y, aunque tiene toda la experiencia en la composición de canciones, cree que es una labor compleja porque se trata de juntar palabras y música, conceptos y sentimientos en un tiempo estimado de cuatro minutos. En ese momento está hecha la mitad de la tarea, ya que falta que el público se familiarice con la letra y se apropie de la melodía. Por eso desde su primera composición aprendió que escribir canciones es una tortura. Casi no puede dormir porque el ritmo sigue dando vueltas por ahí y así cualquiera se desvela.

“Para mí es más placentera la pintura. Muchas veces yo empiezo a hacer cuadros sin saber para dónde voy, entonces me pongo a manchar y manchar y a partir de ahí veo cosas que pueden ir tomando forma. La sensación es totalmente diferente cuando el propósito es contar historias, en la música se cuenta y en la pintura se sugiere”, comenta Luis Eduardo Aute, quien comenzó en la música haciendo versiones de los temas más famosos de Elvis Presley, aunque confiesa que los Beatles hacen parte de su genética musical.

Se opone radicalmente a los títulos adicionales en la música. No se siente identificado cuando hablan de la canción social o el estilo protesta, porque lo que él hace es “canción”... sin apellidos. Y bajo este sello particular ha grabado trabajos discográficos de corte intimista como Diálogos entre Rodrigo y Gimena (1968), Espuma (1974), Albanta (1978), Entre amigos (1983), Mano a mano (1993), Alevosía (1995), Alas y balas (2003) y Auterretrato (una trilogía con sus mejores composiciones remasterizadas, cuyo último volumen está próximo a salir al mercado), entre muchos otros.

Pero el cantautor se ha encargado de opacar al dibujante y muy pocas personas saben que aquel personaje que ha cantado al lado de Joan Manuel Serrat, Silvio Rodríguez,  Joaquín Sabina y Pedro Guerra, es el mismo que firma sus piezas con una rostro perfilado que es, de por sí, una elaborada construcción artística.

La reflexión es el trasfondo de la propuesta de este compositor multifacético. “La palabra reflexión involucra salirse de uno mismo para mirarse desde afuera. A mí me gusta reflexionar sobre las ideas y me encanta darme respuestas tentativas”, asegura Luis Eduardo Aute, un hombre que demuestra que el arte puede ser uno solo.

‘Transfiguraciones’, arte multidisciplinario

La pintura fue el primer medio de expresión de Luis Eduardo Aute. A través de esta manifestación artística logró comunicarse con el mundo y exorcizar algunas de sus más poderosas obsesiones.

Con su muestra Transfiguraciones 1951-2005, en exposición en el Museo de Arte y Cultura Colsubsidio hasta el 29 de noviembre, el artista español demuestra por qué es considerado uno de los creadores y creativos más emblemáticos de su país.

Esta exhibición, que incluye algunas de las piezas de la colección particular de Aute, se encarga de llevar al espectador por las diferentes etapas pictóricas del artista, desde sus primeros retratos, pasando por sus esculturas eróticas hasta llegar a las reflexiones que le trajo el nuevo milenio.

‘Transfiguraciones 1951-2005’. Luis Eduardo Aute. Museo de Arte y Cultura Colsubsidio. Calle 36A N° 5-19.

Tel.: 3400770. Ext. 304.