Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              12 de abril de 2018 - 11:34 a. m.

                                                                                                                              "Matar a Jesús": aprender a gritar

                                                                                                                              El más reciente filme de Laura Mora, ganador en el VII Festival de cine de Panamá del premio al mejor largometraje iberoamericano, es un momento privilegiado de nuestra historia cultural. Es la obra de una víctima que reconstruye su historia buscando un sentido vital a los hechos desgarradores que vivimos día a día. Constituye el paso adelante de un cine entendido no solo como arte para cinéfilos, sino como sanación social, al mejor estilo del relato clásico.

                                                                                                                              Santiago Andrés Gómez Sánchez

                                                                                                                              Imagen del afiche promocional de la película Matar a Jesús, que fue galardonada en el Festival de cine de Panamá. / Cortesía

                                                                                                                              Lo más interesante de Matar a Jesús, la película con que su autora, la cineasta Laura Mora, rinde honor a su padre asesinado, es la mediación entre el sentimiento y una expresión popular. En un momento dado, a la salida del teatro, consideré lo que se suele llamar el feelin’ de la película como lo más sobresaliente, pero pronto me di cuenta de que justamente para sentir la real naturaleza de la experiencia de Lita, lo que ha habido es una enorme contención a lo largo de toda la película.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Matar a Jesús es un taco en la garganta que se libera en la mejor tradición del llamado cine comercial o, como se le conoce entre los espectadores más cinéfilos, del cine clásico. Lo artístico en esta película, lo poético, y también su postura crítica, vienen del relato en su forma más tradicional, porque en verdad ese relato tradicional no es sino poesía, rito, y lleva a la catarsis, a la sublimación colectiva de los traumas.

                                                                                                                              Por eso, Matar a Jesús es una obra clave de nuestro cine y de nuestra historia como nación, que puede y debería dar un giro al prurito festivalero y elitista que afecta a una enorme cantidad de películas nuestras desde hace varios años, a veces para bien, pero siempre dentro de límites muy estrechos y contradictorios.

                                                                                                                              Una lección para todos

                                                                                                                              Desde mi punto de vista, este filme es una de las más inteligentes proyecciones que se hayan hecho de lo que la obra de Víctor Gaviria comenzó a trazar en los ochenta como una especie de género y que algunos suelen llamar “sicaresca”.

                                                                                                                              Todo lo que parece parte de una simple historia más es en verdad una intensificación máxima, aunque astutamente dosificada, de los dolores más pavorosos de nuestra nación. Si hace unos quince años el periódico El Colombiano, órgano de prensa de la institucionalidad de Medellín, saludaba los beneficios de la nueva ley del cine colombiano afirmando en un editorial que era el momento de dejar atrás los problemas del país en el cine y hablar de cosas mejores, Matar a Jesús viene a ser la mejor respuesta a ese afán del poder por el olvido o la negación de las penas y desgracias que también nos hacen e identifican.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Y justamente porque tal respuesta se hace con los códigos de un cine masivo y de entretenimiento, que no considera como un mandato el trabajar con grandes estrellas o eludir el carácter personal o más local de los temas para llegar a un público extenso. Por el contrario, Matar a Jesús demuestra que los asuntos aparentemente conocidos siempre dan pie a incesantes miradas. Por ejemplo, establecer una comparación entre Rosario Tijeras y esta película demostraría que lo más impropio para objetar una obra o un estilo, incluso por lo repetitivos, es condenarlos o negarlos.

                                                                                                                              Consciente o inconscientemente, Matar a Jesús es un comentario a Rosario Tijeras, una variación admirable que sensibiliza hechos trivializados hasta el colmo, como la relación entre venganza y justicia, o el simple y escandaloso (¿rebelde?) acto de que una mujer dispare contra un hombre.

                                                                                                                              Al mismo tiempo, esa comparación entre el éxito de taquilla que fue Rosario Tijeras y Matar a Jesús, también demostraría que lo peor para cualquier arte es repetir los esquemas sin criterio. La película de Laura Mora no es una bofetada a la “sicaresca” o en general a la industria audiovisual basada en nuestras guerras sociales: es un sacudón saludable para que tanta película y tanta serie de televisión superficial y afanosa trate de mirar con más detallismo y riqueza expresiva la realidad en la que opera.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Porque aquí toda estilización, todo convencionalismo, como lo es el uso de música incidental en momentos dramáticos, o lo que se conoce como “cámara lenta” para hacer énfasis, o de grupos abstractos de imágenes para hacer transiciones, por hablar solo de los efectos más reconocibles, está insuflado de espíritu. Cuando Lita pronuncia al unísono con su padre las últimas palabras de su última clase, cuando revela las fotografías del asesino y de su padre asesinado, una al lado de otra, o en el mero hecho de comenzar la película con una imagen que genera expectativas morbosas, la directora no está acudiendo al realismo más o menos idealizado de corte gaviriano.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Hay unos gestos, más bien, que se apropian de los recursos formales más artificiales del cine como espectáculo para hundirnos en una ilusión formativa, que de un modo u otro nos educa, y que construye y reconstruye a la historia de Colombia. Esa mujer fuerte, inteligente, que ha hecho esta película, ha atravesado una industria hecha por hombres y para los hombres con una sapiencia superior, para abrir camino en el lento esfuerzo por amansar a un sistema despiadado, pero humano, con sus mismas armas: las de la hipnosis, las del señuelo, las que la alienación durante tanto tiempo ha hecho suyas.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              La obra de Laura Mora es consciencia en cada imagen, como un sueño lúcido en que uno sabe que está soñando, pero no puede despertar. No más la secuencia en que Lita rehace la habitación de Jesús, borda con finura esa pesadilla de la que nunca despertaremos, sino quizás hasta cuando la película acabe, si sabemos esperar. Desde luego no la cuento, pero sí advierto que los gritos de ella al final, y su decisión última, deberían ser solo uno de los clímax a los que un nuevo cine nos puede llevar, espero, un cine restaurador, igual de visceral que sobrio, como lo hizo en su momento Retrato en un mar de mentiras, de Carlos Gaviria, por ejemplo, pero ahora también más hecho por mujeres y ojalá por víctimas, como lo es Laura Mora, que se den el valor de sentir y cumplan con el arduo deber de hablar, como lo ha hecho esta talentosa y muy prometedora cineasta paisa.

                                                                                                                              Imagen del afiche promocional de la película Matar a Jesús, que fue galardonada en el Festival de cine de Panamá. / Cortesía

                                                                                                                              Lo más interesante de Matar a Jesús, la película con que su autora, la cineasta Laura Mora, rinde honor a su padre asesinado, es la mediación entre el sentimiento y una expresión popular. En un momento dado, a la salida del teatro, consideré lo que se suele llamar el feelin’ de la película como lo más sobresaliente, pero pronto me di cuenta de que justamente para sentir la real naturaleza de la experiencia de Lita, lo que ha habido es una enorme contención a lo largo de toda la película.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Matar a Jesús es un taco en la garganta que se libera en la mejor tradición del llamado cine comercial o, como se le conoce entre los espectadores más cinéfilos, del cine clásico. Lo artístico en esta película, lo poético, y también su postura crítica, vienen del relato en su forma más tradicional, porque en verdad ese relato tradicional no es sino poesía, rito, y lleva a la catarsis, a la sublimación colectiva de los traumas.

                                                                                                                              Por eso, Matar a Jesús es una obra clave de nuestro cine y de nuestra historia como nación, que puede y debería dar un giro al prurito festivalero y elitista que afecta a una enorme cantidad de películas nuestras desde hace varios años, a veces para bien, pero siempre dentro de límites muy estrechos y contradictorios.

                                                                                                                              Una lección para todos

                                                                                                                              Desde mi punto de vista, este filme es una de las más inteligentes proyecciones que se hayan hecho de lo que la obra de Víctor Gaviria comenzó a trazar en los ochenta como una especie de género y que algunos suelen llamar “sicaresca”.

                                                                                                                              Todo lo que parece parte de una simple historia más es en verdad una intensificación máxima, aunque astutamente dosificada, de los dolores más pavorosos de nuestra nación. Si hace unos quince años el periódico El Colombiano, órgano de prensa de la institucionalidad de Medellín, saludaba los beneficios de la nueva ley del cine colombiano afirmando en un editorial que era el momento de dejar atrás los problemas del país en el cine y hablar de cosas mejores, Matar a Jesús viene a ser la mejor respuesta a ese afán del poder por el olvido o la negación de las penas y desgracias que también nos hacen e identifican.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Y justamente porque tal respuesta se hace con los códigos de un cine masivo y de entretenimiento, que no considera como un mandato el trabajar con grandes estrellas o eludir el carácter personal o más local de los temas para llegar a un público extenso. Por el contrario, Matar a Jesús demuestra que los asuntos aparentemente conocidos siempre dan pie a incesantes miradas. Por ejemplo, establecer una comparación entre Rosario Tijeras y esta película demostraría que lo más impropio para objetar una obra o un estilo, incluso por lo repetitivos, es condenarlos o negarlos.

                                                                                                                              Consciente o inconscientemente, Matar a Jesús es un comentario a Rosario Tijeras, una variación admirable que sensibiliza hechos trivializados hasta el colmo, como la relación entre venganza y justicia, o el simple y escandaloso (¿rebelde?) acto de que una mujer dispare contra un hombre.

                                                                                                                              Al mismo tiempo, esa comparación entre el éxito de taquilla que fue Rosario Tijeras y Matar a Jesús, también demostraría que lo peor para cualquier arte es repetir los esquemas sin criterio. La película de Laura Mora no es una bofetada a la “sicaresca” o en general a la industria audiovisual basada en nuestras guerras sociales: es un sacudón saludable para que tanta película y tanta serie de televisión superficial y afanosa trate de mirar con más detallismo y riqueza expresiva la realidad en la que opera.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Porque aquí toda estilización, todo convencionalismo, como lo es el uso de música incidental en momentos dramáticos, o lo que se conoce como “cámara lenta” para hacer énfasis, o de grupos abstractos de imágenes para hacer transiciones, por hablar solo de los efectos más reconocibles, está insuflado de espíritu. Cuando Lita pronuncia al unísono con su padre las últimas palabras de su última clase, cuando revela las fotografías del asesino y de su padre asesinado, una al lado de otra, o en el mero hecho de comenzar la película con una imagen que genera expectativas morbosas, la directora no está acudiendo al realismo más o menos idealizado de corte gaviriano.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Hay unos gestos, más bien, que se apropian de los recursos formales más artificiales del cine como espectáculo para hundirnos en una ilusión formativa, que de un modo u otro nos educa, y que construye y reconstruye a la historia de Colombia. Esa mujer fuerte, inteligente, que ha hecho esta película, ha atravesado una industria hecha por hombres y para los hombres con una sapiencia superior, para abrir camino en el lento esfuerzo por amansar a un sistema despiadado, pero humano, con sus mismas armas: las de la hipnosis, las del señuelo, las que la alienación durante tanto tiempo ha hecho suyas.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              La obra de Laura Mora es consciencia en cada imagen, como un sueño lúcido en que uno sabe que está soñando, pero no puede despertar. No más la secuencia en que Lita rehace la habitación de Jesús, borda con finura esa pesadilla de la que nunca despertaremos, sino quizás hasta cuando la película acabe, si sabemos esperar. Desde luego no la cuento, pero sí advierto que los gritos de ella al final, y su decisión última, deberían ser solo uno de los clímax a los que un nuevo cine nos puede llevar, espero, un cine restaurador, igual de visceral que sobrio, como lo hizo en su momento Retrato en un mar de mentiras, de Carlos Gaviria, por ejemplo, pero ahora también más hecho por mujeres y ojalá por víctimas, como lo es Laura Mora, que se den el valor de sentir y cumplan con el arduo deber de hablar, como lo ha hecho esta talentosa y muy prometedora cineasta paisa.

                                                                                                                              Por Santiago Andrés Gómez Sánchez

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar