Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Medianoche. Una joven elegantemente vestida carga una sombrilla y tiene su rostro cubierto por un velo. Atraviesa callejones sombríos para encontrarse a su paso con personas solitarias a quienes seduce con su aroma y las arrastra a sitios remotos donde descubre su imagen: un cadáver en putrefacción con ojos de fuego que mata de pánico a quien la observa. Es la Dama Tapada, uno de los mitos tradicionales de Ecuador que la actriz Susana Nicolalde retoma para el montaje de Cordeles del tiempo que se presenta hoy en el Teatro Acto Latino.
Susana Nicolalde se acercó al teatro a los 18 años cuando en Guayaquil empezó estudios de psicología clínica en la Universidad Católica, los cuales abandonó por su pasión de intérprete. Ahora, a sus 46, se interroga sobre los cambios de la mujer y, ante varias ocupaciones con el Encuentro de mujeres en su país, decidió programar la muestra en Colombia.
Como uno de los estrenos de la compañía Mandrágora Teatro, invitada a la novena edición del Festival de Teatro Alternativo, la obra explora la significación de la mujer en los cuentos míticos de Latinoamérica y se centra en tratar de resolver por qué se liga lo femenino con la seducción, el encantamiento, la maldad y la muerte. “A partir de una investigación, inspirada sobre todo en Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola, escribí mi propio texto que intenta descifrar qué hay detrás de ese concepto sobre la mujer y cómo es su proceso de reconstrucción. Abordo la muerte como un signo vital para poder volver a nacer”.
Es precisamente la muerte, envuelta en una túnica café y fumándose un cigarrillo, la que está a la espera de Ella, el personaje interpretado por Susana Nicolalde que usa su voz grave y potente para transmitirle al espectador esos ciclos tormentosos, llenos de vida o de calma plena por los que toda mujer atraviesa. “La obra es un unipersonal y está construida de manera metafórica relacionada a los mundos interiores femeninos”.
Por esa razón, el acto no se desarrolla de forma lineal. Al contrario. Son instantes relacionados con los ciclos lunares que la artista ha concebido de esa forma. “Somos mujeres de muchas lunas y vidas porque en cada ciclo morimos, renacemos e incluso nos transformamos por completo. Existe una convulsión física y emocional muy fuerte”.
La puesta en escena implica un trabajo corporal intenso, con música centroamericana de fondo, donde Susana Nicolalde pone a prueba sus habilidades de danza y elasticidad, estrechamente sincronizadas con la carga emocional del personaje. Un espectáculo visual concentrado en la figura femenina. “No es un proyecto en el que estemos contando Alicia en el país de las maravillas. Es una propuesta que sí nos demanda atención. Como decía un gran maestro: escuchar con la mirada y oír con los ojos”.
En Cordeles del tiempo la muerte es el símbolo de renacimiento. “No es esa fatalidad fea y grotesca que quiere llevarte con un hacha. No. Para mí, es una mujer anfitriona presta a recibir a sus convidados en sus aposentos sin ninguna prisa. Está ahí, tranquila, aguardando”. Y, cuando la espera termina, se produce una metamorfosis. “Es decir: me he parido a mí misma. Es una toma de decisión en la que necesito morir para renacer porque eso es lo que hacemos nosotras. Tenemos que volver a parirnos”.
Este jueves 7:30 p.m. Teatro Acto Latino. Carrera 16 N° 58A-55. Tel.: 345 0514