
Para muchas productoras independientes, los Festivales son una gran oportunidad de exhibir sus obras.
Foto: Jon Tyson / Unsplash
Se inicia por una idea. Una escena, un personaje o una intención de experimentar con las formas posibles (e imposibles) de realizar de una película. Cada proyecto tiene necesidades distintas —si es animación o acción real— y tienen el objetivo de convertirse en una historia completa de formato corto o, si pasa de los 70 minutos, se le conoce como largometraje.
En este camino, los escritores y productores empiezan a preguntarse sobre las maneras de desarrollar estas ideas, de cómo hacerlas atractivas para el público y, en ocasiones, como en el...

Por Pablo Marín J.
Profesional en Creación Literaria. Escritor de cuentos y novelas de ciencia ficción. Apasionado del cine y guionista de varios cortometrajes.pmarin@elespectador.com
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