Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Miguel Uribe y su fábrica de recuerdos

Presentamos la segunda entrega del especial sobre los candidatos a la Alcaldía de Bogotá y su relación con la cultura. La música y el libro "Desde el fondo del mar", de María Carolina Hoyos, son algunas de las obras a las que el candidato de la coalición Avancemos acude para alimentar sus recuerdos y sensibilidad.

Laura Camila Arévalo Domínguez / @lauracamilaad

16 de febrero de 2020 - 09:44 a. m.
Miguel Uribe Turbay, candidato a la alcaldía de Bogotá por las que el candidato de la coalición Avancemos. / Iván Muñoz.
PUBLICIDAD

La indicación para esta entrevista fue clara: nada de política. Cuando Miguel Uribe Turbay, candidato a la Alcaldía de Bogotá, llegó a su casa, lugar en el que se acordó el encuentro, saludó, pidió permiso para ir al baño y luego, con un aplauso, dijo: “Bueno, qué hay que hacer”. Aunque sabía que no se hablaría de la campaña, fue evidente su prevención sobre lo que se le preguntaría o la forma en la que tendría que dar la entrevista. Se sentó, abrió un poco las piernas, se frotó las manos y con un gesto le dio a entender a todos a su alrededor que listo, que ya, que podían comenzar.

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

“Finalmente, los políticos somos seres humanos”, fue una de las frases que anunciaron que, después de un par de intentos, Uribe finalmente había dejado, por lo menos por un momento, al político a un lado (o de eso nos convenció). Se le pidió, para comenzar, que hablara sobre su relación con el arte y especificara si era cercano a alguna expresión artística. Él, sin pensarlo mucho, respondió que con la música y comenzó a contar que había crecido escuchando ópera, zarzuelas, rancheras, boleros y música clásica, y que su papá, que cantaba muy bien, le había inculcado ese “sano hábito” desde su niñez: “El amor por la música ha sido total, la pasión es toda porque ha estado toda mi vida. Me encanta componer y cantar las canciones que compongo”, dijo, y luego, muy emocionado, contó que además de piano comenzó a tocar guitarra, batería, y violonchelo; y que también había soñado con aprender a tocar el acordeón.

Si quiere seguir leyendo el especial de "El arte de la política", le recomendamos: La pequeña patria y los símbolos de Hollman Morris

La frase sobre los políticos y los seres humanos la dijo intentando responder por qué lo conmovía tanto la música. La dijo, también, para ayudarse a explicar cómo tantas veces había recurrido a ella para escaparse de episodios de su realidad que aún le disgustan, lo incomodan, o lo ponen a hablar en un tono luctuoso que intenta controlar. Uribe tiene una marca indeleble que se le cruza en las respuestas y que no sabe cómo esquivar, tal vez porque no quiere, o porque evitar algo que se le manifiesta así, tan irremediablemente, es imposible. Se le sale. Se le pronuncia como una cicatriz en la frente que no ha logrado camuflar.

Read more!

“La música, a veces, termina siendo una válvula de escape, genera fortaleza. Particularmente, con la muerte de mi mamá, yo tuve que desarrollar resiliencia y la música es mi instrumento para ser resiliente. La música termina siendo, muchas veces, un lugar donde llegar para salir adelante. Hay canciones o melodías que me dan fuerza, ánimo, que me emocionan. Otras que me hacen sentir nostalgia, las que, por ejemplo, me hacen pensar en mi mamá.

¿Cuáles canciones?

“Hay una que se llama “El caballero de fina estampa” (Fina estampa). Es una canción que, me cuentan, mi mamá cantaba cuando yo era un bebé. También me cuentan que decía que yo era el caballero de fina estampa. Es una canción que no oigo mucho pero que de vez en cuando se cruza y me genera mucha nostalgia. Es el encuentro con mi mamá. Ella siempre le decía a mi tía que soñaba con que yo creciera y le pudiera decir que la amaba. Seguramente a los cuatro años se lo dije un par de veces, pero para mí es muy triste pensar que ni ella lo oyó como quería, ni yo se lo dije como me hubiera gustado”.

Read more!

Para esta entrevista, a Uribe también se le pidió que escogiera de su biblioteca un libro del que quisiera hablar, y que por favor leyera un fragmento. El candidato eligió Desde el fondo del mar, un texto que hace poco publicó su hermana, María Carolina Hoyos Turbay, en el que contó cómo, después de que su madre, Diana Turbay, murió, le prometió que jamás volverá a reír porque no podía ser feliz sin ella. Finalmente, esa promesa no se cumplió.

Puede ver: Miguel Uribe Turbay le cuenta quién es y por qué quiere ser alcalde de Bogotá

¿Por qué lo escogió?, se le preguntó a Uribe, y sin dejar de pasar las hojas del libro ni de mover las manos ni quitarle la mirada a la pared, respondió que lo había elegido porque era el recuento de un proceso que vivieron él y su hermana, pero, sobre todo, porque era la forma de conocer a su mamá como madre. “Lo que tengo de mi mamá en la cabeza son recuerdos construidos a través de terceros, fotos, vídeos, audios, artículos de prensa, pero no terminan siendo lo que yo recuerdo de ella como mamá. Esos recuerdos son de la periodista, la mujer, la esposa. Aquí, por ejemplo, hay una parte donde mi hermana me causa mucha ternura porque cuenta que justo antes de que mi mamá se fuera al secuestro, o a la supuesta entrevista con el cura Pérez, tenían que ir al odontólogo por una cordal. Mi hermana le dijo a mi mamá que fueran el jueves, pero ella le respondió que no podía, que no alcanzaba porque estaba haciendo los últimos arreglos de ese viaje del que jamás regresó. Mi mamá terminó prometiéndole que cuando regresara la acompañaría al odontólogo para que le sacaran las cordales, y claro, ese se convirtió en el amuleto de mi hermana. La cita al odontólogo se demoró seis meses, que fue lo que duró el secuestro de mi mamá”.

No ad for you

Además del libro de su hermana, escogió Streetfight, de la escritora Janette Sadik-Khan. “Me gusta porque, primero, cuenta la primera parte de lo que pasó en New York durante la administración de Michael Bloomberg, que fue inspirada en la primera administración de Peñalosa, pero lo que más me interesa aquí es que retrata una de las discusiones más modernas e interesantes de una ciudad, y es cómo utilizar el espacio público. Ahora es más importante pensar cómo es la vida alrededor de la calle, obviamente garantizando que haya movilidad, pero bajo una ecuación distinta a la del pasado”.

Dijo que no leía mucha literatura, pero que por supuesto se había cruzado con Gabriel García Márquez y sus obras. Dijo que había sido, sin duda alguna, el más grande de los escritores y mencionó Noticia de un secuestro, la crónica en la que se narró, entre otros, el caso de su mamá. Dice que el tiempo se lo dedica exclusivamente a su familia y a su formación, y que por eso le gusta leer sobre casos exitosos de ciudades, lecciones aprendidas y biografías. Sus favoritas son las de Winston Churchill y Steve Jobs. Además de la música y los libros de corte académico, va mucho a cine.

No ad for you

¿Y qué tipo de cine le gusta?

Nada de terror. Nada que me recuerde a la muerte. No me gusta pensar en eso porque, a raíz de lo que le pasó a mi mamá, le tengo miedo. No me gusta pensar en qué hay o no hay después de eso.

Usted habla mucho de los recuerdos de su mamá y las sensaciones en las que el arte lo pone a pensar, pero, ¿cuáles son?

Me acuerdo del día en el que se fue, del último abrazo y del día en que mi papá me dijo que estaba muerta. Me acuerdo dándole un beso en el ataúd y no me acuerdo de más.

Por Laura Camila Arévalo Domínguez / @lauracamilaad

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.