En su opinión, hay "un exceso de asesinatos y de crueldad" que hace necesario "volver a las fuentes" y retomar un estilo narrativo como el de Edgard Allan Poe.
En la Semana Negra de Gijón (norte de España), donde presentó su última novela publicada en español "Llegó del mar", el autor admitió que escribe como una forma de terapia, porque si no lo hiciera se "volvería loco y acabaría en un manicomio".
Urban explicó que en toda su carrera literaria, con más de una quincena de libros, siempre escribe cuando tiene que resolver algún problema personal.
El escritor, uno de los autores checos más traducidos, dijo que hizo terapia clínica, pero se dio cuenta de que eso no era para él y entonces se dedicó a la literatura.
"Llegó del mar", no fue la excepción a la regla y también fue escrita en un momento en que tenía que resolver un problema, explicó. La novela narra la investigación de un crimen a partir de la llegada de una mujer joven a una playa del sur de Inglaterra, cuya identidad y pasado se desconocen.
El hallazgo de la muchacha, vestida con un bañador amarillo y desorientada en la costa, que no habla con nadie hasta que encuentra afinidad con un periodista, desató las alarmas de los investigadores.
En esta novela, Urban utiliza un solo asesinato para contar una historia en la que "la chica del bañador amarillo representa la Inglaterra vieja y aristocrática, un poco inalcanzable".
Reconoce que escribir un libro con un solo crimen fue un desafío" porque toda su obra se basa en narrar asesinatos múltiples. "Hay que volver a la literatura seria, a Edgard Allan Poe que mataba menos pero había un gran misterio", destacó.