Gabriel José de la Concordia García Márquez, conocido con cariño por muchos como ‘Gabo’, el único Premio Nobel colombiano, murió este 17 de abril a sus 87 años en México, país en el que vive desde hace algunas décadas.
“La familia me ha informado que murió hace media hora o mas. Sabemos que tenía una enfermedad terminal compleja. Se fue Gabo, pero nos queda el recuerdo y la admiración a todos los colombianos y mexicanos, porque Gabo era mitad colombiano y mexicano, y en América Latina y en el mundo lo admiran”, manifestó el embajador de Colombia en México, José Gabriel Ortiz.
De acuerdo con medios mexicanos, la noticia de la muerte de Gabriel García Márquez se dio tras las autorización de sus hijos Gonzalo y Rodrigo García, quienes le confirmaron la muerte a una periodista mexicana.
Márquez fue hospitalizado el pasado 31 de marzo por un cuadro de neumonía, aunque la noticia fue dada conocer solo hasta el 3 de abril, la alarma sobre su salud se disipó después de que fuera dado de alta el 8 de abril y de que su hijo, Gonzalo García Barcha, señalara que su condición mejoraba.
Según un comunicado difundido por su familia este mismo lunes, se indicó que el nobel de literatura estaba en un estado “muy frágil”. "Su condición es estable aunque se encuentra muy frágil y existen riesgos de complicaciones de acuerdo a su edad", señalaba el documento fechado en México y escrito por su esposa, Mercedes Barcha, y sus hijos Rodrigo y Gonzalo. Los rumores sobre una nueva batalla contra el cáncer crecieron después de que el diario El Universal de México indicara, según fuentes confiables, que el cáncer linfático que se le diagnosticó al escritor hace 15 años se había expandido ahora al pulmón, ganglios e hígado.
Poco después del nacimiento de Gabriel García Márquez, su padre se convirtió en farmacéutico y se fue a vivir con Luisa Márquez a Barranquilla. ‘Gabo’ se quedó en Aracataca, con sus abuelos maternos, y allí vivió los primeros años de su vida. Las experiencias de su abuelo, un coronel liberal veterano de la Guerra de los Mil Días, y las historias fantásticas que le contaba su abuela como si fueran verdades irrefutables le sirvieron, más adelante, como fuente de inspiración para sus obras.
Su abuelo murió en 1936, cuando García Márquez tenía ocho años. A esa edad fue enviado a un internado en Barranquilla, donde inició su educación formal. Allí, debido a la escritura de poemas humorísticos y a su falta de habilidad para las actividades atléticas, fue apodado El Viejo por sus compañeros de clase.
Cursó los primeros grados de secundaria en el colegio jesuita San José (hoy Instituto San José), desde 1940, en donde publicó sus primeros poemas en la revista escolar Juventud. Luego, gracias a una beca otorgada por el Gobierno, fue enviado a estudiar a Bogotá y luego trasladado al Liceo Nacional de Zipaquirá, donde culminó sus estudios secundarios.
Después de su graduación, en 1947, se fue a Bogotá a estudiar derecho en la Universidad Nacional de Colombia, período en el que estuvo especialmente dedicado a la lectura.
Aunque su pasión era escribir, continuó con la carrera de derecho para complacer a su padre. Después del Bogotazo, en abril de 1948, la universidad cerró indefinidamente. García Márquez se trasladó a la Universidad de Cartagena y empezó a trabajar como reportero de El Universal. En 1950 desistió de convertirse en abogado para centrarse en el periodismo y se trasladó de nuevo a Barranquilla, esta vez a trabajar como columnista y reportero en el periódico El Heraldo. Aunque nunca terminó sus estudios superiores, algunas universidades, como la Universidad de Columbia de Nueva York, le han otorgado doctorados honoris causa en letras.
En 1958 contrajo matrimonio en Barranquilla con Mercedes Barcha, la hija de un boticario. En 1959 tuvieron a su primer hijo, Rodrigo, que hoy es cineasta, y tres años después nació su segundo hijo, Gonzalo, actualmente diseñador gráfico en Ciudad de México.
A los veintisiete años publicó su primera novela, La hojarasca, y, más adelante, en 1967, Cien años de soledad, la novela que lo lanzó a la fama: en una semana vendió 8.000 copias. El primer capítulo había sido publicado en El Magazín de El Espectador, como gran primicia, en 1966, gracias a sus nexos con el periódico, donde trabajó como cronista y crítico de cine en los años 50.
De allí en adelante, el éxito estuvo asegurado y la novela vendió una nueva edición cada semana, completando el medio millón de copias en tres años. Ha sido traducida a más de veinticuatro idiomas y ganó cuatro premios internacionales. En 1982, García Márquez recibió el Premio Nobel de Literatura.
El primer tomo de su autobiografía, Vivir para contarla, el cual se constituiría en su último libro fue publicado tres años después de que conociera la noticia de que padecía cáncer. Tras su muerte, el mundo queda con el sin sabor de la partida de un grande de la literatura, pero con convicciones como las alguna vez plasmadas en sus libros, “yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra”.