
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Heroínas de la Historia: las próceres olvidadas es una obra de la publicista e investigadora Ángela Granados Q., quien durante más de tres años exploró archivos, relatos orales y documentos históricos. El resultado es una recopilación de más de 100 perfiles de mujeres que participaron en la resistencia contra el dominio colonial desde diversos territorios y roles.
A continuación, compartimos la primera historia: la de Justina Estepa, una espía mestiza, campesina y heroína del proceso independentista en Boyacá. El siguiente texto hace parte de los fragmentos seleccionados del libro y se presenta acompañado por la ilustración original incluida en la obra.
Justina Estepa (1785-1817)
Mestiza, mujer, campesina y heroína boyacense. En sus idas y venidas del Valle de Tenza al Casanare, Justina llevaba amarrada a la cintura la correspondencia patriota destinada al frente de batalla.
Las mujeres también estaban metidas en el contrabando de cartas, el espionaje y la recolección de información. Mejor dicho, eran las agentes secretas de los patriotas. Y sí, lector, ya sé que cuando hablamos de espías pensamos en James Bond, en los agentes secretos del FBI, la CIA o de cualquier película Hollywoodiense. Sin embargo, la verdad es que los servicios secretos son más viejos que todo eso y, en nuestro caso, eran menos sofisticados, pero igual de importantes. Agentes como Justina se movían por los pueblos y ciudades sin levantar sospechas. ¡Eran unas duras! Usaban sus contactos, ocupaciones, amistades y hasta el chisme para infiltrarse entre los realistas y extraer información que luego servía a los independentistas.
Justina era una tesa. Protegía los mensajes con astucia: los cosía a su cintura para camuflarlos. Como si los llevara tatuados en la piel, transportó secretos que cambiaron el rumbo de la historia. Pero los realistas la pillaron. ¿Cómo? No se sabe —seguro alguien la sapeó—, pero el 16 de enero de 1816 la arrestaron y le confiscaron la valiosa correspondencia.
La fusilaron el mismo día en la plaza de Garagoa, Boyacá.
Me encantaría echarles más cuentos sobre Justina: por qué decidió ser espía, cómo fue que la causa patriota le llegó al alma, o alguna historia tipo película donde escapa de milagro. Pero lo cierto es que hasta ahí llega la información sobre su vida. Forma parte de esa lista enorme de mujeres valientes que le pusieron el pecho a la causa y de las que, tristemente, sabemos bien poquito.
Acerca de la Autora Ángela Granados Q.
Colombiana radicada en Nueva York. Estudió Publicidad, Arte y Diseño Gráfico, además de una Maestría en Dirección de Arte en Miami Ad School. De día trabaja como Directora Creativa de una agencia de publicidad en la gran manzana y de noche escribe e ilustra. Es una narradora innata, una apasionada del arte y una artista visual. Se caracteriza por su atención al detalle y siempre aporta un enfoque multicultural y multilingüe en todos sus proyectos creativos. Le encantan los libros y, sobre todo, la historia. Siempre quiso escribir un libro que reivindique el rol de las mujeres en nuestra historia.