Nacida en Nueva York y considerada como una de las mayores figuras de la poesía en Estados Unidos, Gluck había sido recompensada por la academia sueca por “su característica voz poética”, convirtiéndose en la mujer número 16 en ganar el premio literario.
La noticia de su fallecimiento fue confirmada por su editor, Jonathan Galassi, a la agencia Associated Press. Según El País, “Glück, dueña de un estilo claro y honesto y de una obra que no evitaba mirar de frente al dolor y los traumas familiares, era una de las poetas más queridas del país y la primera compatriota en lograr el máximo galardón mundial de las letras desde T. S. Eliot en 1948. También sirvió como poeta laureada de la nación entre 2003 y 2004, y el presidente Barack Obama la distinguió en 2016 con la medalla nacional de Humanidades.”
Murió de cáncer, informó el diario The New York Times, citando a su amigo y excolega de Yale Richard Deming, el viernes en su casa de Cambridge, Massachusetts. Entre los referentes literarios de Gluck se encontraban otros ganadores del mismo premio, como William Butler Yeats (1923) y T.S. Elliot (1948).
“Lo no dicho, para mí, ejerce un gran poder”, escribió en una colección de ensayos sobre poesía, “Pruebas y teorías”.El trabajo de Gluck se basó en temas como la belleza simple de la naturaleza y la experiencia del mundo de un niño, y en la evocación de historias de la mitología.
Ganadora de un premio Pulitzer en 1993 por su colección “The Wild Iris”, Gluck se convirtió en profesora a pesar de no haber terminado la universidad.Creció en Long Island, Nueva York, y es descendiente por parte de su padre de judíos húngaros que emigraron a principios del siglo XX.
También ganó un Premio Nacional del Libro y fue Poeta Laureada de Estados Unidos de 2003 a 2004.
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