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Hay muchas cosas que sólo son posibles en el Festival de Cannes. Ver Black Panther bajo las estrellas, con las olas del mar sumándose al score de la película, arena que se cuela por los zapatos y por todas parte (¡qué más da!). Wakanda en dimensiones descomunales en el Cinéma de la Plage.
Parte del universo Marvel se ha hecho pues de un espacio en este festival que suele programar – con mesura- alguna que otra película de gran presupuesto. Solo, de la saga Star Wars, será el segundo filme de esas características en esta edición.
¿Pero por qué Black Panther? Por varias razones, muchas de ellas se quedan en el misterio de las negociaciones a puertas cerradas, pero la más evidente es el hecho de que este filme ha sentado precedentes en la historia de la cinematografía estadounidense y mundial.
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Y pensar que Ryan Coogler, quien terminó dirigiendo esta fastuosa película, figuraba como uno entre varias opciones de posibles realizadores. 30 años, con “apenas” dos largometrajes en su filmografía (Fruitvale Station y Creed; Rocky’s Legacy), Coogler tenía más en contra que a favor.
Pero ¿quién es este hombre afroamericano, proveniente de Oakland, que ha llevado a muy buen puerto un proyecto tan arriesgado como Black Panther? La masterclass celebrada en la sala Buñuel del Palais des Festivals fue una de esas oportunidades única para conocer más de cerca a Ryan Coogler.
El realizador recuerda cuando asistió por primera vez al Festival de Cannes. “Me cambió la vida”, admite. Corría 2013, era la primera vez que salía de EEUU, y debajo del brazo llevaba consigo Fruitvale Station, que había causado sensación en Sundance, donde ganó importantes premios, el del público y el del jurado.
Esta vez Coogler no vino solo y se dispuso a cambiarle la vida a 60 estudiantes de cine provenientes de Francia y África, para que vivieran de cerca la experiencia del festival.
Todos ellos negros, todos aplaudiendo a rabiar a un hombre que ha contribuido a construir y dar a conocer a un superhéroe afrodescendiente; demostrando además que los filmes hechos por negros y con negros, no están destinados exclusivamente a una minoría. Como muestra está la recaudación de taquilla de Black Panther, la cual asciende a 1,3 billones (por ahora…).
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Las ganas de hacer cine cuenta Coogler que se la incentivaron sus padres. “Siendo muy pequeño, mi papá me llevó a ver Boyz n the Hood (de John Singlenton, ) y Malcolm X (diigida por Spike Lee)”. De su cuenta entre risas que conocía el nombre de cada actor, de cada actriz, y que le hizo ver películas de todo tipo de género.
A lo largo de la masterclass, la interacción con el público fue excepcional. La sala repleta de gente de todas partes del mundo rompía cada tanto en aplausos, o en risas a causa de las graciosas anécdotas vividas por Ryan Coogler.
El también guionista dio ciertas pistas de sus películas, a través de las cuales ha mostrado un gran interés en la relación padre e hijo. “Mi papá, quien es una gran inspiración, ha ejercido una fuerte influencia en mis filmes”, se sinceraba.
Pero también las mujeres representan uno de los pilares en la filmografía de Coogler. “Son figuras fuertes, de personalidades impactantes, hasta incluso son más importantes que los hombres”, describía, “son jefas de familias y muy inteligentes, todo esto corresponde al entorno donde crecí, rodeado de mujeres increíbles”.
Y lo sigue estando. Sobre todo en lo que se refiere a su equipo de trabajo, del cual hizo especial referencia a Rachel Morrison, directora de fotografía de Black Panther y Fruitvale Station, y que estuvo nominada este año al Óscar por su trabajo de cámara en la cinta Mundbound (de Dee Rees).
Tal vez rompería una clausula de silencio impuesta por los estudios Marvel, pero en este espacio tan distendido de la masterclass, donde se hacía sentir la emoción flotando en el aire, Coogler dejó caer que las mujeres de Black Panther eran fuertes candidatas a tener cada una su spin off. “Sería increíble si surgiera la oportunidad”, dijo ilusionado.
Ryan Coogler bromeó mucho, rió muchísimo más, y no desaprovechó la oportunidad para referirse a la diversidad en el cine, un tema del que se debe seguir hablando hasta el cansancio.
“Las cosas tienen que cambiar”, sentenciaba, “espero que podamos mejorar la industria cinematográfica y llevarla hacia delante. No es cierto que las películas sobre la comunidad negra no puedan atraer a la audiencia, hemos demostrado lo contrario y podemos seguir multiplicando los ejemplo para dejar claro que es posible”.
Por Janina Pérez Arias
