Por su carácter inquieto, Orwell se dedicó a viajar, a escribir notas periodísticas y a la militancia política como socialista no utópico. Esa militancia lo condujo a enrolarse como combatiente en las brigadas internacionales de apoyo a los republicanos en la guerra civil española de 1936. En la Segunda Guerra Mundial peleó en las filas de los aliados.
Se lo define como un intelectual anarquista, un espíritu libre que luchaba por la verdad y la dignificación de la política. En Birmania había condenado el imperialismo británico como una anticipación de su posición socialista.
Antes de marchar a la guerra, Orwell se encuentra en París con Henry Miller, a quien le dice: “Voy a matar fascistas porque alguien debe hacerlo”, que sorprende al escritor norteamericano sin que su advertencia de que no valía la pena luchar en la guerra lo disuadiera.
En diciembre del 36 llega a Barcelona donde recibe preparación militar y se suma a las filas republicanas, fuerzas que triunfan a pesar de las divisiones internas. En uno de los enfrentamientos recibió un tiro en la nuca que lo tuvo al borde de la muerte y lo obligó a abandonar la guerra.
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Sobre la guerra en Cataluña, Orwell escribirá Homenaje a Cataluña y Recuerdos de la guerra civil española, como testimonio de su participación.
En una fotografía tomada durante la guerra civil española, Orwell, vestido de negro, muy delgado y fumando, empuña un fusil en una escena donde se ven ruinas y devastación por los bombardeos, a unas mujeres que caminan por el único espacio libre, y al fondo una iglesia en ruinas. En otra fotografía el soldado Orwell lleva un perro entre sus brazos, mientras que muy cerca de él, sobresale la figura de Ernest Hemingway por su enorme estatura, que participa en la guerra como corresponsal.
Durante la guerra, entre republicanos y franquistas, Hemingway escribiría Por quién doblan las campanas, cuyo protagonista Robert Jordan, un profesor de español, prepara un atentado con explosivos para destruir un puente estratégico. En medio de la guerra aparece el amor como elemento que le da una dimensión humana a la historia.
En una imagen de 1940, Orwell de 37 años, se ve de buen aspecto, el cabello lacio, abundante, sonriente, vestido formalmente, lo que contrasta con la ropa de lana áspera, cálida usada comúnmente.
Además de novelista y periodista, Orwell fue poeta, crítico literario y ensayista, reconoció a Somerset Maugham como su influencia literaria y a Dickens, Melville y Swift como escritores que le dejaron huellas.
Su novela Rebelión en la granja, publicada en 1945, hace una burla del régimen de Stalin que ha deformado y traicionado los ideales de la revolución socialista de octubre, de la revolución permanente de Trotsky para convertirla en una dictadura sangrienta, responsable de millones de víctimas, como la de Hitler, del holocausto, de ahí que la filósofa alemana Hannah Arendt (1906-1975) las incluya en su libro Los orígenes del totalitarismo, para denunciar un sistema de gobierno, responsable de crímenes contra la humanidad.
Rebelión en la granja se interpreta como una alegoría a la rebelión de unos animales en la granja contra el poder tiránico que ejerce un animal poderoso, en alusión al que ejercen Stalin, Hitler y los dictadores de la Tierra.
Su novela 1984, distópica, es decir anti utópica, política, social, se desarrolla en Oceanía donde la sociedad está dirigida por el Partido Único que acumula y ejerce poderes omnímodos y controla la burocracia a la que aplica la vigilancia para que trabaje sumisamente y no se rebele contra el orden establecido.
El Gran Hermano es el encargado de la dirección del Partido, detenta el poder militar y es el juez supremo de la nación, apoyado por la policía del Pensamiento, como elementos del sistema para la vigilancia y el control político y social.
El Partido organiza manifestaciones callejeras de apoyo al Estado y a la causa que representa y de rechazo a los traidores contra los que aplica duras sanciones para su reconversión.
En la novela, el mundo está formado por tres grandes regiones: Oceanía, a la que pertenecen el Reino Unido, Irlanda, América, Australia, Nueva Zelanda y Suráfrica, por Eurasia, de la que hacen parte la Unión Soviética y Europa y Asia Oriental, integrada por China, Japón y Corea, regiones geográficas y económicas que hoy subsisten.
Se forman bloques que mantienen una guerra permanente mediante alianzas con unos países y con otros, de acuerdo con los intereses políticos y económicos en juego.
La novela no está alejada de la realidad política y social vivida por Orwell a fines de la década de 1940, luego de su participación en la guerra civil española y la experiencia de la segunda guerra mundial.
Se anticipa a la historia, al advenimiento de gobiernos que aplican la represión política, social, la vigilancia masiva, que manipulan la información, ejercen el control total y conforman lo que se denomina la sociedad orwelliana, derivada de las predicciones de Orwell.
Las novelas de Julio Verne, escritor francés del siglo XIX, aunque se consideran de ficción, predicen el desarrollo de la ciencia, anticipan los viajes a la luna, al fondo del mar: Veinte mil leguas de viaje submarino, La vuelta al mundo en 80 días.
Orwell, con sus novelas es uno de los grandes profetas del siglo XX, que supo comprender la época y el futuro.
Por Édgar Bastidas Urresty
