
Wilde había sido él, en lo triste, ruin, diario, mezquino, lúgubre y humano de haber sido él, y a la vez fue su propio personaje, y sobre su personaje edificó su obra y su propia tragedia.
Foto: Ilustración: Nátaly Londoño Laura
Se la jugó por al arte, “el arte por el arte”, por la dignidad de la mentira, por los detalles, por la búsqueda y por la poesía en todas sus dimensiones, y fue consciente, incluso en sus últimos días, de que sus palabras lo sobrevivirían. Dijo que estaba “muriendo por encima de sus posibilidades”, en uno de sus postreros momentos de lucidez, mientras esperaba que todo acabara en un hotelucho de París, el Hotel d' Alsace, donde había recalado luego de haber estado dos años en prisión, en la cárcel de Reading, condenado por sodomía con hombres...

Por Fernando Araújo Vélez
De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.fernando.araujo.velez@gmail.com
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