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                                                                                                                              Pedro Claver Téllez, cuando la violencia se hizo crónica

                                                                                                                              Un texto sobre la vida y obra de Pedro Claver Téllez Téllez, quien falleció a los 81 años en la Clínica Universitaria Colombia, en Bogotá.

                                                                                                                              Laura Camila Arévalo Domínguez

                                                                                                                              Editora de El Magazín cultural
                                                                                                                              Según fuentes oficiales, el escritor falleció sobre las 10:00 p.m. del 17 de octubre a causa de una falla renal. Téllez es reconocido por su autoría en las obras “La hora de los traidores”, “La guerra verde: treinta años de conflicto entre los esmeralderos” y “La Pola, espía patriota”.
                                                                                                                              Foto: Colprensa

                                                                                                                              Como si la mayoría hubiese nacido en una época tan difícil de ignorar, tan imposible de evadir, o como si hubiesen sido educados por la misma madre o los mismos libros, hay varios escritores, periodistas y artistas que envejecieron y murieron con la decencia y la dignidad de Pedro Claver Téllez Téllez: con una suavidad que los hizo ver indefensos y unos modales casi que convertidos en reflejos, agradecieron cada servicio, como el café que les llevaron a sus mesas y que pagaron con lo poco que consiguieron porque se negaron a vender su bien más preciado: la libertad. Y así vivieron: aferrados al afán de contar las historias de los otros y a la idea de que eso podría cambiar mentes. Vivieron una vida de renuncia a la opulencia y de convicción, que para muchos rozó en la pérdida de cordura, en la utopía ridícula.

                                                                                                                              ***

                                                                                                                              Contó Myriam Bautista, en El Tiempo, que Téllez Téllez no tuvo pensión. Que tuvo mecenas. Y que las historias que fue recolectando en memorias usb se las colgó en el cuello con un cordón. Tal vez porque una vez, después de salir de una cabina telefónica, perdió un archivo físico de 12 “bandoleras” que armó durante mucho tiempo. Pudo reconstruir una de ellas, la Sargento Machado, a punta de algunos apuntes que encontró. Y a punta de memoria. Y después esa historia se la vendió al cineasta William González, que la convirtió en una película. Y tal vez ese relato no le haya cambiado la vida a nadie, o tal vez sí, pero salió del anonimato gracias a Téllez, que tuvo que irse del país porque casi lo matan por un reportaje sobre Carlos Ledher.

                                                                                                                              Read more!

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                                                                                                                              Y esa no fue la única vez en la que se le escapó a la muerte, y a una bien violenta. Su papá fue un dirigente liberal en el pueblo de Santander donde nació y pasó sus primeros años de infancia: Jesús María. Y cuando alguien gritó que habían matado a Gaitán, a él y a sus familiares les tocó salir corriendo, así como corrió cuando se escapó del balazo que quisieron darle por lo que escribió sobre Ledher. Y corrieron hasta Bogotá, donde primero vivieron en un garaje con mucho ruido. Y al que llegaron después de que Téllez se mareara y vomitara durante el camino, porque fue un niño “descuajado”, como le contó a Lorena Álvarez Restrepo, quien hizo su tesis sobre la vida del cronista, que soñó con ser ciclista, y que lo logró: compitió con Rubén Darío Gómez, Cochise Rodríguez y Pajarito Buitrago en 1959. Téllez también soñó con ser escritor. Y también lo logró.

                                                                                                                              Fueron 14 libros los que escribió, entre los que se cuentan La pola, espía patriota, Crónicas de la vida bandolera, Punto de quiebre, Efraín González, Rebelde hasta morir y La hora de los traidores. Le apasionaban las historias sobre la violencia o, mejor, sobre los personajes de la violencia, pero no por la violencia, sino por los efectos en los violentos, o en los que tuvieron que ser violentos, y también en sus víctimas, que, por las circunstancias, pasaron a desafiarla y a sobrevivir gracias al terror que producía. Le apasionaban los detalles de los demás, sus razones para ser lo que fueron.

                                                                                                                              Read more!

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                                                                                                                              Podría interesarle: Los trucos de una carpintería secreta

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              Le puede interesar: Historia de la literatura: “La vorágine”

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                                                                                                                              Después de muchas escapadas: secuestros, atentados, huidas y caídas de mulas, falleció en una clínica por una falla renal.

                                                                                                                              No ad for you

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                                                                                                                              Pedro Claver Téllez fue, al parecer, uno de los últimos de su especie. De esos que parecieron educados por la misma madre y los mismos libros.

                                                                                                                              Si le interesa seguir leyendo sobre El Magazín Cultural, puede ingresar aquí 🎭🎨🎻📚📖

                                                                                                                              Según fuentes oficiales, el escritor falleció sobre las 10:00 p.m. del 17 de octubre a causa de una falla renal. Téllez es reconocido por su autoría en las obras “La hora de los traidores”, “La guerra verde: treinta años de conflicto entre los esmeralderos” y “La Pola, espía patriota”.
                                                                                                                              Foto: Colprensa

                                                                                                                              Como si la mayoría hubiese nacido en una época tan difícil de ignorar, tan imposible de evadir, o como si hubiesen sido educados por la misma madre o los mismos libros, hay varios escritores, periodistas y artistas que envejecieron y murieron con la decencia y la dignidad de Pedro Claver Téllez Téllez: con una suavidad que los hizo ver indefensos y unos modales casi que convertidos en reflejos, agradecieron cada servicio, como el café que les llevaron a sus mesas y que pagaron con lo poco que consiguieron porque se negaron a vender su bien más preciado: la libertad. Y así vivieron: aferrados al afán de contar las historias de los otros y a la idea de que eso podría cambiar mentes. Vivieron una vida de renuncia a la opulencia y de convicción, que para muchos rozó en la pérdida de cordura, en la utopía ridícula.

                                                                                                                              ***

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                                                                                                                              Read more!

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                                                                                                                              Fueron 14 libros los que escribió, entre los que se cuentan La pola, espía patriota, Crónicas de la vida bandolera, Punto de quiebre, Efraín González, Rebelde hasta morir y La hora de los traidores. Le apasionaban las historias sobre la violencia o, mejor, sobre los personajes de la violencia, pero no por la violencia, sino por los efectos en los violentos, o en los que tuvieron que ser violentos, y también en sus víctimas, que, por las circunstancias, pasaron a desafiarla y a sobrevivir gracias al terror que producía. Le apasionaban los detalles de los demás, sus razones para ser lo que fueron.

                                                                                                                              Read more!

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                                                                                                                              Podría interesarle: Los trucos de una carpintería secreta

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                                                                                                                              Pedro Claver Téllez fue, al parecer, uno de los últimos de su especie. De esos que parecieron educados por la misma madre y los mismos libros.

                                                                                                                              Si le interesa seguir leyendo sobre El Magazín Cultural, puede ingresar aquí 🎭🎨🎻📚📖

                                                                                                                              Por Laura Camila Arévalo Domínguez

                                                                                                                              Periodista en el Magazín Cultural de El Espectador desde 2018 y editora de la sección desde 2023. Autora de "El refugio de los tocados", el pódcast de literatura de este periódico.@lauracamilaadlarevalo@elespectador.com

                                                                                                                              Ver todas las noticias
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