Die Kölner Akademie, de Alemania, es una de las agrupaciones invitadas al Festival Mozart es Bogotá, que se realizará en diez localidades de la capital colombiana. / Cortesía Teatro Mayor
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Fue nadie menos que Albert Einstein quien dijo algún a vez que “escuchar música de Mozart lo enorgullece a uno de ser humano”. Los bogotanos tendremos esta semana ese orgullo cuando comience el festival musical que ha organizado el Teatro Santo Domingo con el título de Bogotá es Mozart, como continuación de aquel inolvidable Bogotá es Beethoven que se realizó por esta misma época hace justamente dos años.
Una cantidad de conciertos con obras del compositor interpretadas por distinguidos artistas colombianos e internacionales en una docena de salas cubrirá los días de la Semana Santa, y ese exquisito plato artístico de una de las cumbres no sólo de la música sino de toda la historia de la humanidad será un regalo espiritual por lo menos tan bueno como los sermones que abundan en esos días sacros.
Lo que es interesante para quienes adoramos la música del gran maestro será la oportunidad de oír esa avalancha de obras en un contexto que ojalá no se acabara y que dará una visión de lo que son los increíbles logros del arte musical.
Se ha dicho que la música del genio de Salzburgo ayuda a desarrollar y estimular la mente infantil, y Goethe imaginaba el cielo como un sitio donde ángeles musicales interpretaban obras de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791). Quizá lo anterior sean exageraciones, pero son un indicio de los sentimientos que despierta el maestro.
Preparémonos, pues, para gozar esa exquisita dieta musical, una ocasión que verdaderamente será única, y agradezcamos lo que nos dan, así muchos lamenten que tales o cuales creaciones mozartianas estén ausentes de la densa programación.
Lo cierto es que se tendrá la oportunidad de oír en un breve lapso cantidad de creaciones sublimes y seguramente el público aprovechará esta ocasión sin paralelo ya que en muy pocos lugares se puede lograrlo. Les quedará grande a los organizadores idear futuros festivales que estén a la altura del Beethoven anterior y del Mozart presente, pero seguramente su imaginación les servirá para brindar nuevamente un regalo tan excelente a los públicos capitalinos.
Ciertamente el gran problema está en que son tantos los conciertos y hay tanta cosa magnífica que sucede simultáneamente que al no tener uno el don de la ubicuidad se va a perder mucho, ya que por ir a un concierto atractivo se perderá otros no menos atractivos. Todo lo que se puede hacer es agradecer lo que uno va a poder tener y lamentar lo que inevitablemente se pierde.
Camerata Salzburgo (Austria)
El nombre original de esta agrupación era Camerata Académica del Mozarteum de Salzburgo. El violinista Sándor Végh, uno de sus integrante principales, asumió la orientación del colectivo en 1978, sin abandonar sus responsabilidades pedagógicas en el Mozarteum. A él se debe la incorporación de músicos jóvenes, así como la ampliación del repertorio a composiciones del Romanticismo y del siglo XX. Abril 2, 1:30 p.m., Teatro Mayor.
Lars Vogt (Alemania)
Para Vogt es cada vez más frecuente trabajar como director de orquesta y como solista/director desde el piano, su instrumento. Para la temporada 2015-2016 asumirá el reto de coordinar artísticamente la Royal Northern Sinfonia en Inglaterra. Abril 2, 6:30 p.m., Teatro Estudio.
Stefan Vladar (Austria)
Tomó sus primeras lecciones de piano a los seis años y consiguió la solidez necesaria para ingresar en 1973 a la Academia de Música de Viena. En 1985 ganó el concurso Internacional Beethoven de Viena, convirtiéndose en el participante más joven en obtenerlo. Ha tocado con orquestas de renombre, como las Orquestas Estatales Bávaras, la Filarmónica de Róterdam y la Orquesta Sinfónica de Chicago. Abril 3, 3:00 p.m., Teatro Colón.
Ronald Brautigam (Países Bajos)
En 1995 este pianista firmó con el sello sueco BIS y al año siguiente grabó la totalidad de sonatas de Mozart en pianoforte. Son numerosos los directores con los que ha tocado, entre quienes destacan los nombres de Riccardo Chailly, Charles Dutoit, Bernard Haitink y Christopher Hogwood. Abril 4, 4:00 p.m., Teatro Estudio.
Die Kölner Academie (Alemania)
La denominación completa de esta agrupación es la Academia Colonense – Orquesta de Ayer y de Hoy. Tal y como su extenso nombre lo sugiere, el colectivo se enfoca en el repertorio musical desde el siglo XVII hasta la actualidad. Abril 3, 1:30 p.m., Teatro Mayor.
Julian Rachlin (Lituania)
Su gran maestro, Boris Kuschnir, lo introdujo a la tradición rusa del violín y balanceó el riguroso avance en el instrumento con la diversión y el juego, sin estorbar en su afición por el fútbol. En 1988 obtuvo el reconocimiento europeo como músico joven del año, tras lo cual tocó en el Festival de Berlín. Abril 3, 6:30 p.m., Teatro Estudio.
Isabelle Faust (Alemania)
A los 15 años triunfó en el concurso Leopold Mozart de 1987. Tres años más tarde consiguió el Premio Quadrivio en Rovigo, Italia. Luego grabó la totalidad de conciertos para violín de Haydn con la Orquesta de Cámara de Múnich, dirigida por Christoph Poppen, quien fuera el primer violín del cuarteto Cherubini. Tiene registros sobre obras de Dvorak. Abril 2, 5:00 p.m., Teatro Mayor.