La vejez, las personas mayores con sus gestos ya desgastados, las arrugas que hablan por ellos, unas que se vuelven caminos sin salida, que te llevan a simplemente contemplarlas, buscar en ellas la belleza o el horror. A lo largo de estas páginas los personajes van mutando, van viviendo una metamorfosis. Escalofríos. Sueños que se vuelven pesadillas. Repulsión. Miedo, miedos. Relatos que te llevan a habitar el suspenso, la incertidumbre, la duda.
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A Isaza le apasionan las historias paranormales, los relatos que están cargados de suspenso. Uno de sus mayores referentes en la literatura ha sido Stephen King. Sumado a esto, el otro género que lo ha acompañado es la Ciencia ficción, un tipo de literatura que, según el escritor de Villavicencio, promueve la imaginación. El también autor de Cámara oscura, habló para este medio acerca de su último libro, la vejez y la relación que tenemos con ella. También contó cómo se ha dado su interés por este género literario que ha acompañado su obra, entre otras cosas.
¿Cómo se dio la elección de estos cuentos?
Tengo un cementerio de cuentos. Voy dejando en un archivo lo que voy escribiendo. Con esta antología de cuentos tenía, más o menos, la idea de involucrar a los viejos, que este tema estuviera en casi todos los relatos. Desde que escribí el primero fui pensado en cómo quería que fueran los demás.
El libro está atravesando por el concepto de vejez, hablemos de esto…
Normalmente, en el género del terror, la vejez, el adulto mayor, está totalmente ligado a algo terrorífico. Cuando vemos a un abuelo en una película de miedo, vemos terror. Y esto es lo que me ha llamado la atención y he querido plasmar en mi literatura. Además, los viejos están mucho más en contacto, por así decirlo, con esa muerte inminente.
En uno de los cuentos, un joven termina “enamorándose” de una señora de unos 80 años. ¿Cómo podemos entender esta idea de belleza, que es cambiante y totalmente ajena?
Este joven, que en un principio ve al otro lado de su ventana a una mujer casi decrépita, empieza a invertir esto, pues con el paso del tiempo ve la belleza que tiene aquella anciana. Este cuento es más una reflexión sobre la obsesión, no tanto sobre la belleza, aunque sí hace parte.
Otro de los conceptos que abarcan estos relatos es el del abandono y, por ende, la soledad. Y la soledad que viven los abuelos o los padres que ya están mayores...
Son dos conceptos distintos, pero que están totalmente entrelazados. La soledad llega a ser terrorífica. Estar solo, en cualquier situación, es asustador. Y esto era un poco lo que quería plasmar en todos estos relatos, porque es una condición muy propia de la vejez. Y en cuanto al abandono, esto tiene que ver con esa relación que los colombianos tenemos con los adultos mayores. Los olvidamos, los dejamos a un lado y no nos interesamos en relacionarnos con ellos.
En relación con lo anterior, hablemos de la música y de la televisión como compañía, pero también como fuente del delirio.
En uno de los cuentos hay un señor que escucha tangos todo el día para mermar u olvidar que está totalmente solo, pero después de un tiempo hay algún sonido que lo empieza a fastidiar, que lo empieza a asustar. Estos dos objetos cumplen ese valor: ser compañía, que sean sonidos queda en un segundo plano. Ahora, trato de que los personajes de mis cuentos se basen en personas que conozco y, en su gran mayoría, aparece el televisor, la radio o el equipo de música como elementos de compañía.
¿Cuál es la relación entre la memoria y la vejez?
Un adulto mayor, un abuelito, es un depósito de memorias, de recuerdos. Cuando hablas con una persona mayor escuchas sobre lo que sucedía en su juventud. Y te puedes encontrar con historias increíbles. Ellos esperan que todos sus recuerdos puedan ser contados en algún momento.
