
"Caminante sobre un mar de nubes" (1817), del pintor romántico Caspar David Friedrich.
Foto: Wikimedia commons
Pasión y amor, desamor y desenfreno, intuición, riesgo, libertad, emancipación, apertura, y también pasado, simbolismo y forma concreta, divagaciones e historia, la rebelión de los románticos se sumergió hacia lo más hondo y profundo del ser humano y lo engrandeció, y tocó lo más noble para bajarlo de su pedestal. Le dio vida a la imaginación y a los sentidos, y fue más allá del simple y llano decir, para promover una manera de ver que hasta antes del siglo XIX no existía. Por ello, y de alguna manera, el romanticismo fue todo y recogió lo...

Por Fernando Araújo Vélez
De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.fernando.araujo.velez@gmail.com
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