Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              05 de febrero de 2016 - 11:08 p. m.

                                                                                                                              Rubén Darío, un alma divina

                                                                                                                              En el centenario de la muerte de Rubén Darío, y pensando escribir algo distinto a los lugares comunes que saldrían (saldrán) a relucir, recurrí a los dos densos volúmenes de sus poesías completas, en la edición especial que publicó Aguilar el año 1967, con motivo del centenario de su nacimiento.

                                                                                                                              Ricardo Bada

                                                                                                                              En 1902, Rubén Darío conoció en París al poeta español Antonio Machado, admirador de su obra.

                                                                                                                              Don Antonio Machado: “Si era toda en tu verso la armonía del mundo, / ¿dónde fuiste, Darío, la armonía a buscar? [...] Que en esta lengua madre tu clara historia quede. / Corazones de todas las Españas, llorad. // Rubén Darío ha muerto en Castilla del Oro; / esta nueva nos vino atravesando el mar. // Pongamos, españoles, en un severo mármol / su nombre, flauta y lira, y una inscripción no más: / Nadie esta lira taña si no es el mismo Apolo; / nadie esta flauta suene si no es el mismo Pan”.

                                                                                                                              Del argentino Baldomero Fernández Moreno me conmueve profundamente el homenaje que le rinde en su casa, haciendo que su retrato presida el comedor: “Aquí nos tienes, Darío, / reunidos a todos; mira: / ésta es mi mujer, Dalmira, / morena como un estío. / Este, el hijo en quien confío / que dilate mi memoria, / y ésta, mi niña y mi gloria, / tan pequeña y delicada, / que de ella no digo nada... / Cuatro meses es su historia. // El momento de yantar / desde hoy has de presidir / y hasta el llorar y el reír / y la hora de trabajar. / Desde ahí contempla el hogar / que no gozaste en el mundo, / mientras yo, meditabundo, / cuando mire tu retrato, / te envidiaré largo rato, / triste, genial y errabundo”.

                                                                                                                              Juan Ramón profesaba una gran admiración hacia Darío: “Siempre que se me ha hablado de una antolojía de la poesía española contemporánea, he dicho lo mismo: que es imprescindible empezar por Miguel de Unamuno y Rubén Darío, fuentes de toda ella (y de lo que falta). En Miguel de Unamuno empieza nuestra preocupación metafísica ‘conciente’, y en Rubén Darío nuestra creciente preocupación estilística, y de la fusión de esas dos grandes calidades, esas dos grandes diferencias, salta la verdadera poesía nueva”.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              A Juan Ramón Jiménez le llega la noticia de la muerte de Darío el 8 de febrero de 1916, poco antes de su boda con Zenobia, que será el 2 de marzo, en la iglesia neoyorquina de St. Stephen. El día de la víspera, el 1.º de marzo, escribe un poema que lleva un epígrafe del propio Darío (“Peregrinó mi corazón y trajo / de la sagrada selva la armonía”) y que luego recogerá en una de sus obras maestras, Diario de un poeta recién casado: “No hay que decirlo más. Todos lo saben / sin decirlo más ya. / ¡Silencio! [...] // Sí. Se le ha entrado / a América su ruiseñor errante / en el corazón plácido. ¡Silencio! / Sí. Se le ha entrado / a América en el pecho / su propio corazón. Ahora lo tiene / parado en firme, para siempre, / en el definitivo / cariño de la muerte”. Y casi un cuarto de siglo después de su muerte, en 1940, escribe lo siguiente Juan Ramón: “¡Tanto Rubén Darío en mí; tan vivo siempre, tan igual y tan distinto; siempre tan nuevo!”.

                                                                                                                              Y cerraré el rosario de citas con unos versos de un poeta singular, de Eduardo Carrasquilla Mallarino, un colombiano nacido en Bogotá y que fue a morir en la provincia argentina .

                                                                                                                              Lo cierto es que el buen Carrasquilla Mallarino, a quien Rubén Darío llamaba “el Quevedo americano”, al morir Rubén le dedicó un soneto muy característico del espíritu de la época: “Con tu verbo potente y tus ritmos caudales / cruzaste por el mundo hasta escalar la meta. / Fueron maná tus prosas, y tus versos triunfales / agua tan milagrosa como la del poeta. // Inaudito, soberbio, florecido de astrales / maravillas, tu numen penetró la secreta / fuerza de Dios, y fueron tus signos cardinales / la orientación ilustre de una raza, ¡poeta! // Cierto que hincó sus lanzas el odio en tus costados, / que tuviste Iscariotes a tu mesa sentados, / y que en vez de laureles te ciñeron espinas. // Pero, como el Poeta de Nazareth, cumpliste / los designios del Cielo, que envía al mundo triste / —de vez en cuando— una de sus almas divinas”.

                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              En 1902, Rubén Darío conoció en París al poeta español Antonio Machado, admirador de su obra.

                                                                                                                              Don Antonio Machado: “Si era toda en tu verso la armonía del mundo, / ¿dónde fuiste, Darío, la armonía a buscar? [...] Que en esta lengua madre tu clara historia quede. / Corazones de todas las Españas, llorad. // Rubén Darío ha muerto en Castilla del Oro; / esta nueva nos vino atravesando el mar. // Pongamos, españoles, en un severo mármol / su nombre, flauta y lira, y una inscripción no más: / Nadie esta lira taña si no es el mismo Apolo; / nadie esta flauta suene si no es el mismo Pan”.

                                                                                                                              Del argentino Baldomero Fernández Moreno me conmueve profundamente el homenaje que le rinde en su casa, haciendo que su retrato presida el comedor: “Aquí nos tienes, Darío, / reunidos a todos; mira: / ésta es mi mujer, Dalmira, / morena como un estío. / Este, el hijo en quien confío / que dilate mi memoria, / y ésta, mi niña y mi gloria, / tan pequeña y delicada, / que de ella no digo nada... / Cuatro meses es su historia. // El momento de yantar / desde hoy has de presidir / y hasta el llorar y el reír / y la hora de trabajar. / Desde ahí contempla el hogar / que no gozaste en el mundo, / mientras yo, meditabundo, / cuando mire tu retrato, / te envidiaré largo rato, / triste, genial y errabundo”.

                                                                                                                              Juan Ramón profesaba una gran admiración hacia Darío: “Siempre que se me ha hablado de una antolojía de la poesía española contemporánea, he dicho lo mismo: que es imprescindible empezar por Miguel de Unamuno y Rubén Darío, fuentes de toda ella (y de lo que falta). En Miguel de Unamuno empieza nuestra preocupación metafísica ‘conciente’, y en Rubén Darío nuestra creciente preocupación estilística, y de la fusión de esas dos grandes calidades, esas dos grandes diferencias, salta la verdadera poesía nueva”.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              A Juan Ramón Jiménez le llega la noticia de la muerte de Darío el 8 de febrero de 1916, poco antes de su boda con Zenobia, que será el 2 de marzo, en la iglesia neoyorquina de St. Stephen. El día de la víspera, el 1.º de marzo, escribe un poema que lleva un epígrafe del propio Darío (“Peregrinó mi corazón y trajo / de la sagrada selva la armonía”) y que luego recogerá en una de sus obras maestras, Diario de un poeta recién casado: “No hay que decirlo más. Todos lo saben / sin decirlo más ya. / ¡Silencio! [...] // Sí. Se le ha entrado / a América su ruiseñor errante / en el corazón plácido. ¡Silencio! / Sí. Se le ha entrado / a América en el pecho / su propio corazón. Ahora lo tiene / parado en firme, para siempre, / en el definitivo / cariño de la muerte”. Y casi un cuarto de siglo después de su muerte, en 1940, escribe lo siguiente Juan Ramón: “¡Tanto Rubén Darío en mí; tan vivo siempre, tan igual y tan distinto; siempre tan nuevo!”.

                                                                                                                              Y cerraré el rosario de citas con unos versos de un poeta singular, de Eduardo Carrasquilla Mallarino, un colombiano nacido en Bogotá y que fue a morir en la provincia argentina .

                                                                                                                              Lo cierto es que el buen Carrasquilla Mallarino, a quien Rubén Darío llamaba “el Quevedo americano”, al morir Rubén le dedicó un soneto muy característico del espíritu de la época: “Con tu verbo potente y tus ritmos caudales / cruzaste por el mundo hasta escalar la meta. / Fueron maná tus prosas, y tus versos triunfales / agua tan milagrosa como la del poeta. // Inaudito, soberbio, florecido de astrales / maravillas, tu numen penetró la secreta / fuerza de Dios, y fueron tus signos cardinales / la orientación ilustre de una raza, ¡poeta! // Cierto que hincó sus lanzas el odio en tus costados, / que tuviste Iscariotes a tu mesa sentados, / y que en vez de laureles te ciñeron espinas. // Pero, como el Poeta de Nazareth, cumpliste / los designios del Cielo, que envía al mundo triste / —de vez en cuando— una de sus almas divinas”.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Por Ricardo Bada

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar