para Laura Sierra
La vida está llena
de estruendosos fracasos.
Tsunamis, terremotos y tiranos
imperios que se caen
por su propio peso
guerras que se pierden
(o se ganan)
familia y amigos que mueren
en horrorosos accidentes
corazones que se rompen.
Son ruidosos fracasos
que nos rompen hondamente
que nos cambian para siempre
y nos regalan también
una oportunidad de redimirnos
Pero los hay también inútiles
fracasos inocuos
que no nos rompen ni nos transforman
archivos que se pierden inexplicablemente
cafés que se derraman sobre los teclados
tuberías que se rompen y lo inundan todo
baños que se tapan
y llenan de mierda la casa.
Derrotas imbéciles de la vida
que sólo fastidian
Recordatorios idiotas de impotencia:
tormentosas aguas pandas.