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Las residencias artísticas y el jardín propio de Ana María Rueda

En otra entrega de la serie Meninas frente al espejo, un texto sobre los intereses y proyectos de esta artista, que se desarrollaron durante una residencia artística en Barichara, Santander. Obras que se preguntan por la relación entre la naturaleza y la humanidad, la curación de las heridas emocionales y la exploración de la identidad.

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María Elvira Ardila
20 de mayo de 2024 - 01:00 a. m.
"Un jardín propio", de Ana María Rueda,  una metáfora que aborda la confianza en el otro a pesar del desplazamiento forzado y las consecuencias para las víctimas que se ven obligadas a exiliarse.
"Un jardín propio", de Ana María Rueda, una metáfora que aborda la confianza en el otro a pesar del desplazamiento forzado y las consecuencias para las víctimas que se ven obligadas a exiliarse.
Foto: Archivo particular

Ana María Rueda acaba de concluir una residencia artística en el Taller de Papel, ubicado en Barichara, Santander. Las residencias proporcionan un espacio donde los artistas rompen con la rutina de su vida cotidiana, permitiéndoles revisar y depurar su práctica artística. Es un tiempo para pensar, experimentar, fortalecer o desafiar procesos creativos. Estar en una residencia implica trabajar en colaboración, intercambiar ideas y experiencias con otros artistas y, en muchos casos, interactuar con la comunidad local.

En este entorno impregnado...

Por María Elvira Ardila

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