
En el siglo XIX, el pintor austriaco Eduard Ender hizo esta pintura en la que representó a Tycho Brahe trabajando para el emperador romano Rodolfo II.
Foto: Eduard Ender/Wikicommons
Tycho Brahe era un hombre que iba por la vida con la cabeza muy en alto y las manos siempre dispuestas a cerrarse en puños. Había nacido en una familia acostumbrada a los lujos, a las coronas y a fiestas casi que día de por medio, en Knudstrup, Escania, una tierra de Dinamarca que luego pasaría a ser sueca. Su padre, Otte Brahe, era consejero privado del rey, y su madre, Beate Bille, provenía de una familia repleta de títulos y de influyentes personajes. Inmersos en sus distintas obligaciones, dejaron a su hijo mayor en manos de un tío,...

Por Fernando Araújo Vélez
De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.fernando.araujo.velez@gmail.com
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