Un encuentro íntimo con el autor

A mediados de 1948, en el centro de la capital colombiana, Galerías de Arte de Bogotá abrió sus puertas y se convirtió en el primer lugar de exhibición de pinturas y esculturas en Colombia. Fueron los hermanos Rubio Cuervo quienes, en colaboración con una junta asesora conformada por artistas e intelectuales, hicieron de este espacio el primer lugar comercial y de promoción de la pintura.

El establecimiento, que contaba con dos salas de exposición —y estaba ubicado en la 5ª con 61 de la avenida Jiménez— en su primer año presentó aproximadamente 800 obras en 17 muestras. Los pintores y escultores que habían realizado hasta entonces exposiciones en salones del Ministerio de Educación o de ciertos grupos sociales, encontraron en Galerías de Arte el sitio en donde sus obras eran representadas y entraban en contacto con el espectador. Por sus salas pasaron artistas internacionales como Picasso y Chagall, y colombianos como Hernando Tejada, Marco Ospina, Luis Alberto Acuña, Alejandro Obregón, Guillermo Wiedemann, Eduardo Ramírez Villamizar y Carlos Correa, entre otros.

Su objetivo era organizar muestras, comercializar obras, difundir a los artistas en medios y hacer parte de exposiciones a nivel internacional, premisas que las nuevas galerías han mantenido, haciendo de este espacio el lugar donde el público local puede acercarse y adquirir obras.

Han pasado 65 años desde que Galerías de Arte vio su última exposición. Sin embargo, las artes plásticas no se han visto desprotegidas, pues han nacido entidades de trayectoria como Galería de la Oficina, Galería Sextante y la Galería Beatriz Esguerra. Pero en todo el proceso de promoción de artistas, espacios nuevos como la galería Beta y el Instituto de Visión —escogidos por tercer año por el comité de selección de la feria— han abierto sus puertas para presentar una nueva propuesta al público.

“Somos una galería que se encarga de promover artistas del interior del país. Trabajamos en su mayoría con quienes se dedican al arte abstracto geométrico y algunos de arte conceptual. Lo que hacemos es traer su obra a Bogotá, que es el espacio centralizado del mercado”, explica Daniela Camero Rosso, quien creó la galería Beta en 2014, en compañía de Lucas Kokogian.

En ese mismo año, en el barrio San Luis de Bogotá, nació el Instituto de Visión, una iniciativa de cuatro mujeres: Karen Abreu, Omayra Alvarado, Beatriz López y María Wills, que siendo curadoras, historiadoras de arte y artistas plásticas se interesaron no sólo por tener un espacio comercial, sino también por dedicar un lugar especial a la investigación.

“Tenemos un interés teórico de mostrar a los artistas que creemos importantes para hacer un aporte a la discusión del arte contemporáneo. Nuestros dos programas son Artistas jóvenes y mediana carrera, en donde representamos artistas latinoamericanos. El segundo es un grupo de investigación que se llama Visionarios; con él nos dedicamos a trabajar con artistas que produjeron su obra entre los 60 y 80, pero que hoy no son tan conocidos”, comenta Omayra Alvarado, del Instituto de Visión.

Ambas galerías asumen un compromiso cultural que va más allá de vender: el de acercar el arte al público para que éste pueda contemplarlo en su forma más pura. Por eso estos escenarios buscan tener en sí mismos un detalle que los haga únicos. Así como el Instituto de Visión se caracteriza por el programa Visionarios, la galería Beta presenta una rama dedicada al arte urbano para que éste ya no quede a puerta cerrada, sino que haga parte del espacio público.

Todas estas estrategias permiten que el trabajo de los artistas esté en un continuo contacto con el espectador, en un momento en el que pareciera que las piezas de arte han perdido su valor. Nos encontramos con que las diversas técnicas, no sólo la pintura o la escultura, se abren paso en el campo artístico. Por ello, el Instituto de Visión exalta el interés por el video, la fotografía o las instalaciones, considerando que este es el resultado de la investigación de cada artista que se interesa porque su obra sea conservada y para ello necesita ser expuesta.

Las galerías se han convertido en el lugar en donde el coleccionista o interesado por el arte se encuentra de forma íntima con el autor, lo conoce, lo analiza y adquiere.

Por eso, en la duodécima edición de ARTBO, la Feria Internacional de Arte de Bogotá, tanto las galerías jóvenes como las de trayectoria tendrán un lugar especial para exponer lo mejor de quienes de algún modo habitan en su casa, sus galerías.

Beta presentará cuatro artistas: Guillermo Marconi, Diego Mendoza Imbachi, Larry Muñoz y Alba Triana. De forma alterna, en el espacio principal de la galería tendrán una muestra de Alba Triana.

Por su parte, el Instituto de Visión estará con Miguel Ángel Cárdenas, Alicia Barney, Felipe Arturo, Carolina Caycedo, Sebastián Fierro, Alberto Lezaca, Sandra Llano-Mejía, Ofelia Rodríguez y Daniel Santiago Salguero.

A mediados de 1948, en el centro de la capital colombiana, Galerías de Arte de Bogotá abrió sus puertas y se convirtió en el primer lugar de exhibición de pinturas y esculturas en Colombia. Fueron los hermanos Rubio Cuervo quienes, en colaboración con una junta asesora conformada por artistas e intelectuales, hicieron de este espacio el primer lugar comercial y de promoción de la pintura.

El establecimiento, que contaba con dos salas de exposición —y estaba ubicado en la 5ª con 61 de la avenida Jiménez— en su primer año presentó aproximadamente 800 obras en 17 muestras. Los pintores y escultores que habían realizado hasta entonces exposiciones en salones del Ministerio de Educación o de ciertos grupos sociales, encontraron en Galerías de Arte el sitio en donde sus obras eran representadas y entraban en contacto con el espectador. Por sus salas pasaron artistas internacionales como Picasso y Chagall, y colombianos como Hernando Tejada, Marco Ospina, Luis Alberto Acuña, Alejandro Obregón, Guillermo Wiedemann, Eduardo Ramírez Villamizar y Carlos Correa, entre otros.

Su objetivo era organizar muestras, comercializar obras, difundir a los artistas en medios y hacer parte de exposiciones a nivel internacional, premisas que las nuevas galerías han mantenido, haciendo de este espacio el lugar donde el público local puede acercarse y adquirir obras.

Han pasado 65 años desde que Galerías de Arte vio su última exposición. Sin embargo, las artes plásticas no se han visto desprotegidas, pues han nacido entidades de trayectoria como Galería de la Oficina, Galería Sextante y la Galería Beatriz Esguerra. Pero en todo el proceso de promoción de artistas, espacios nuevos como la galería Beta y el Instituto de Visión —escogidos por tercer año por el comité de selección de la feria— han abierto sus puertas para presentar una nueva propuesta al público.

“Somos una galería que se encarga de promover artistas del interior del país. Trabajamos en su mayoría con quienes se dedican al arte abstracto geométrico y algunos de arte conceptual. Lo que hacemos es traer su obra a Bogotá, que es el espacio centralizado del mercado”, explica Daniela Camero Rosso, quien creó la galería Beta en 2014, en compañía de Lucas Kokogian.

En ese mismo año, en el barrio San Luis de Bogotá, nació el Instituto de Visión, una iniciativa de cuatro mujeres: Karen Abreu, Omayra Alvarado, Beatriz López y María Wills, que siendo curadoras, historiadoras de arte y artistas plásticas se interesaron no sólo por tener un espacio comercial, sino también por dedicar un lugar especial a la investigación.

“Tenemos un interés teórico de mostrar a los artistas que creemos importantes para hacer un aporte a la discusión del arte contemporáneo. Nuestros dos programas son Artistas jóvenes y mediana carrera, en donde representamos artistas latinoamericanos. El segundo es un grupo de investigación que se llama Visionarios; con él nos dedicamos a trabajar con artistas que produjeron su obra entre los 60 y 80, pero que hoy no son tan conocidos”, comenta Omayra Alvarado, del Instituto de Visión.

Ambas galerías asumen un compromiso cultural que va más allá de vender: el de acercar el arte al público para que éste pueda contemplarlo en su forma más pura. Por eso estos escenarios buscan tener en sí mismos un detalle que los haga únicos. Así como el Instituto de Visión se caracteriza por el programa Visionarios, la galería Beta presenta una rama dedicada al arte urbano para que éste ya no quede a puerta cerrada, sino que haga parte del espacio público.

Todas estas estrategias permiten que el trabajo de los artistas esté en un continuo contacto con el espectador, en un momento en el que pareciera que las piezas de arte han perdido su valor. Nos encontramos con que las diversas técnicas, no sólo la pintura o la escultura, se abren paso en el campo artístico. Por ello, el Instituto de Visión exalta el interés por el video, la fotografía o las instalaciones, considerando que este es el resultado de la investigación de cada artista que se interesa porque su obra sea conservada y para ello necesita ser expuesta.

Las galerías se han convertido en el lugar en donde el coleccionista o interesado por el arte se encuentra de forma íntima con el autor, lo conoce, lo analiza y adquiere.

Por eso, en la duodécima edición de ARTBO, la Feria Internacional de Arte de Bogotá, tanto las galerías jóvenes como las de trayectoria tendrán un lugar especial para exponer lo mejor de quienes de algún modo habitan en su casa, sus galerías.

Beta presentará cuatro artistas: Guillermo Marconi, Diego Mendoza Imbachi, Larry Muñoz y Alba Triana. De forma alterna, en el espacio principal de la galería tendrán una muestra de Alba Triana.

Por su parte, el Instituto de Visión estará con Miguel Ángel Cárdenas, Alicia Barney, Felipe Arturo, Carolina Caycedo, Sebastián Fierro, Alberto Lezaca, Sandra Llano-Mejía, Ofelia Rodríguez y Daniel Santiago Salguero.