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Una dama con pliegos muy leídos

La autora de ‘El penúltimo sueño’, Premio Azorín de Novela, presenta ‘Amor con A’.

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Juan Carlos Piedrahíta B.
22 de noviembre de 2008 - 03:14 a. m.
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Su visitante más inoportuna es la poesía. No importa en qué lugar se encuentre, siempre le toca dejarla entrar y recibirla como una invitada especial. Y no solamente le debe abrir un espacio en su casa, sino que tendrá que preparar su vida porque no volverá a ser la misma. La poesía la irrumpe, como una especie de huracán que no respeta convenios y que hace caso omiso a las normas. 

La novela, por el contrario, es una convidada más disciplinada. A ella se le puede poner una cita de nueve de la mañana a tres de la tarde, el horario favorito de Ángela Becerra para escribir, y muy juiciosa asiste al encuentro y, al final, se retira como si nada.

La narrativa exige ser metódico y riguroso y, según la reconocida escritora caleña, el literato se debe preparar para un ejercicio de largo aliento, mientras que el poema es intempestivo, porque aparece cuando se le antoja y no se le puede cerrar la puerta.

“Para escribir una novela, lo hago en un computador, pero con los  poemas prefiero que sean en manuscrito, porque necesito del papel y del bolígrafo. El poema pasa directamente del corazón a la mano, mientras que la novela necesita un estado de transición y ese es la cabeza. No hay ningún punto en común entre escribir poesía y escribir narrativa”, comenta la autora de Lo que le falta al tiempo, De los amores negados, El penúltimo sueño y Alma abierta.


Con varios años de experiencia en las letras, Ángela Becerra sabe que la escritura es un oficio en el que se debe sentar un buen rato y gastarse los codos pensando. La recompensa, siempre, es la inspiración. La escritora nunca la espera, la busca y se encuentra con ella para pactar las siguientes líneas.

 Así fue desde pequeña cuando le regalaron su primer libro Peter Pan y lo leía y lo releía descalza en su casa. “Ahora con la niña Ángela estamos de acuerdo en todo, después de un tiempo de estar alejadas. A los 40 años nos encontramos y ella fue la que hizo que yo retomara la literatura después de mi paso por la publicidad. Vengo de una familia de siete hermanos y yo me inventé un mundo en el que había una niña a la que le pasaba todo lo que a mí no me pasaba. A través de ella viví miles de cosas que no podían ser”, cuenta la escritora que está radicada en España y que visita a Colombia en dos oportunidades al año para recobrar energía.

Acaba de presentar un nuevo poemario Amor con A, una selección realizada por Benjamín Villegas, que intenta reflejar todas las épocas de Ángela Becerra y, por supuesto, su inoportuna visitante, la poesía.

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

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