Una imagen de ruptura
Cecilia Pérez fue la única mujer que participó en la Exposición rebelde de 1924
Érika Martínez Cuervo
Este dibujo de Cecilia Pérez se expuso en la polémica muestra de “Los rebeldes”, en 1924, que se organizó en contra del lenguaje neocostumbrista que imperaba en las obras de los artistas más académicos. Nueve de los miembros del Círculo de Bellas Artes decidieron apartarse y crear lo que se llamó el Centro de Bellas Artes, como un manifiesto de inconformidad con las ideas que el Círculo promulgaba. La única mujer que participó en este evento fue la “señorita” Pérez. Su dibujo se destacó por la estética sofisticada y por la superposición de planos de colores, los cuales les concedieron volumen y movimiento a las figuras representadas. La imagen encarna una tensión entre arte y diseño, estrategia que resultó vanguardista para aquella época.
El discurso inaugural de la exposición estuvo a cargo del crítico Germán Arciniegas, quien en uno de los apartes de su intervención expresó: “(…) Era preciso obrar de acuerdo con las propias vibraciones, era preciso ser sinceros. Y en las escuelas clásicas no hay sinceridad. Esto ya lo han dicho otros con claridad demostrativa, porque el clásico no pone a nivel sus concepciones con su propia alma, sino con la opinión o con la teoría de otro, con algo que está fuera de la conciencia personal”. Por supuesto, este acto de rebeldía no cayó en gracia al grupo de conservaduristas del Círculo —encabezado por Roberto Pizano y Rafael Tavera— y recibió todo tipo de críticas que aludían a lo desmoralizantes que resultaban este tipo de manifestaciones para quienes se habían cultivado en los “verdaderos” terrenos del arte. Fue la primera y única muestra que se hizo en el centro, espacio que, a pesar de su vida efímera, marcó una ruptura y abrió paso a otras formas de hacer y pensar el arte.
Los nueve rebeldes fueron: Pedro Nel Gómez, León Cano, Cecilia Pérez, Eladio Vélez, Manuel Niño, Félix María Otálora, Efraín Martínez, José Domingo Rodríguez y Adolfo Samper.
erika.martinez.cuervo@gmail.com
Este dibujo de Cecilia Pérez se expuso en la polémica muestra de “Los rebeldes”, en 1924, que se organizó en contra del lenguaje neocostumbrista que imperaba en las obras de los artistas más académicos. Nueve de los miembros del Círculo de Bellas Artes decidieron apartarse y crear lo que se llamó el Centro de Bellas Artes, como un manifiesto de inconformidad con las ideas que el Círculo promulgaba. La única mujer que participó en este evento fue la “señorita” Pérez. Su dibujo se destacó por la estética sofisticada y por la superposición de planos de colores, los cuales les concedieron volumen y movimiento a las figuras representadas. La imagen encarna una tensión entre arte y diseño, estrategia que resultó vanguardista para aquella época.
El discurso inaugural de la exposición estuvo a cargo del crítico Germán Arciniegas, quien en uno de los apartes de su intervención expresó: “(…) Era preciso obrar de acuerdo con las propias vibraciones, era preciso ser sinceros. Y en las escuelas clásicas no hay sinceridad. Esto ya lo han dicho otros con claridad demostrativa, porque el clásico no pone a nivel sus concepciones con su propia alma, sino con la opinión o con la teoría de otro, con algo que está fuera de la conciencia personal”. Por supuesto, este acto de rebeldía no cayó en gracia al grupo de conservaduristas del Círculo —encabezado por Roberto Pizano y Rafael Tavera— y recibió todo tipo de críticas que aludían a lo desmoralizantes que resultaban este tipo de manifestaciones para quienes se habían cultivado en los “verdaderos” terrenos del arte. Fue la primera y única muestra que se hizo en el centro, espacio que, a pesar de su vida efímera, marcó una ruptura y abrió paso a otras formas de hacer y pensar el arte.
Los nueve rebeldes fueron: Pedro Nel Gómez, León Cano, Cecilia Pérez, Eladio Vélez, Manuel Niño, Félix María Otálora, Efraín Martínez, José Domingo Rodríguez y Adolfo Samper.
erika.martinez.cuervo@gmail.com