
Usted, que estuvo tres años frente a un muro de tenis porque su profesor le dijo que para fortalecerse, y hay que hablar de músculos, pero también de conciencia y de moral y de paciencia, tenía que estar esos tres años dándole a la pelota y al muro. Seis horas al día, siete días a la semana. Usted, que confesó hace años en una entrevista que no tenía ni idea de que el tenis existía hasta la tarde en la que se escapó de un partido de fútbol porque la gente insultaba y nada bueno podía salir de un lugar en donde la gente insultaba. Usted, que...
Por Fernando Araújo Vélez
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