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Su gira se llama ‘América te llevo en el corazón’ y en ella hay boleros, tangos y rancheras.
El primer sencillo que cantó fue Te voy a contar mi vida. Sin embargo, Raphael sostiene que nunca la ha contado. Un museo que acaba de abrir sus puertas en su natal Linares exhibe todos los premios que el artista ha conquistado en medio siglo de carrera musical, también hay una galería de fotos con momentos memorables sobre el escenario y objetos de valor donados para que su público lo sienta más cercano. Pero él insiste en que nunca la ha contado. Además de este templo en su honor, ronda un documental con todos los detalles de su trasplante de hígado para que las personas que padezcan de este mal sientan que hay una oportunidad para salir adelante. Él es ejemplo de eso, pero es reiterativo en afirmar que todavía no ha contado su vida.
Según Raphael, se saben detalles de su historia, pero desde el ámbito profesional. Está identificado, por ejemplo, su romance con las sonoridades de América Latina y de ahí el nombre de su más reciente disco y de su gira de conciertos: América te llevo en el corazón. “Se trata de un tributo muy sincero al continente americano en los tres ritmos que yo considero más universales: el tango, el bolero y la ranchera. Por supuesto hay muchos otros, pero esos fueron los que yo seleccioné. Es una manera de agradecer estos 50 años de maravillas”, dice el artista, para el que los cantantes de música popular tienen la ventaja de que cuanto más tiempo estén en escena, mejor saben expresar ciertas canciones, a diferencia de lo que pasa en la ópera.
Las músicas tradicionales de España y América Latina son primas cercanas, por no decir hermanas, porque tienen muchas cadencias similares. Por eso ha sido tan fácil para Raphael asimilar los ritmos surgidos en este continente y traducirlos a su forma particular de interpretar las canciones. Para algunos es visceral. Para otros, contundente, pero siempre resulta muy genuina.
“Hay muchas canciones que no canto por cuestión de espacio, pero cuando me canso de un tema, lo quito por unos meses y pasado el tiempo me acuerdo de él y le tomo cariño de nuevo. Es como encontrarse con un viejo amigo: uno lo mira, lo repasa y al rato ya lo reconoce”, opina Raphael, quien admite que lo que más le cuesta no es proyectar la voz sino emocionar al público y llevarlo hasta el límite.
Más que un cantante o un artista, el español se define como un contador de historias al que le gusta poner sobre las tablas el contenido de lo que está interpretando. “El público sabe que cuando le canto lo que quiero cantar es porque ya he cantando lo que él quiere oír. Yo hago un pacto hasta las últimas consecuencias con mis seguidores y es: yo les voy a mostrar lo nuevo, pero en cambio también les voy a cantar lo que ustedes quieren. A eso se resume esta actividad”, comenta este artista, que ya está pensando en su nueva producción discográfica, con la cual sorprenderá y, sin duda, dará más puntadas sobre su vida sin contarla del todo.
Raphael en Colombia. Marzo 23 y 24, Teatro Jorge Eliécer Gaitán, Bogotá. Marzo 25, Centro de Eventos Valle del Pacífico, Cali. Marzo 26. Teatro Metropolitano, Medellín. Tel.: 5 93 63 00 y www.tuboleta.com.