¿Cómo llegó la propuesta para hacer parte de “Coyote”?
Me llegó a través de mi agencia en Estados Unidos, hice el casting y luego me llamaron para un callback en Los Ángeles. Desde el primer momento supe que quería hacer parte de este proyecto, porque cuenta con un equipo increíble, incluso antes de saber de qué se trataba la serie sabía que iba a ser un producto de calidad, algo que me gustaría ver.
¿Qué veremos de Silvia Peña, su personaje, en esta producción?
Ella es una mujer muy trabajadora, tiene un restaurante en la playa en el pueblo en el que creció, ha pasado toda su vida ahí y ha sido testigo de cómo la violencia ha ido degenerando poco a poco el tejido social en su comunidad. Es fuerte, generosa y positiva, no puede ignorar lo que sucede a su alrededor, en ella no existe la indiferencia. A través de su restaurante da comida a los migrantes que vienen desde el sur de México, Centroamérica y Suramérica, los alimenta y les da refugio. Es una mujer muy maternal, que ayuda a personas que han vivido la violencia en carne propia, sin tenerles miedo a las organizaciones delictivas.
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Teniendo en cuenta que hay millones de series para ver, ¿por qué las personas deberían elegir “Coyote”?
En primer lugar, por el equipo. Michelle MacLaren como productora ejecutiva, guiones escritos por David Graziano, y el elenco conformado por Juan Pablo Raba, Michael Chiklis y Octavio Pisano, entre otros grandes actores. Hicieron un trabajo muy meticuloso para juntar un reparto fuerte y sólido, y además el punto de vista sobre este tema que se ha tratado muchísimas veces. En México hay mil series y películas sobre migrantes, “coyotes” y frontera, pero esta vez creo que se está contando la historia a través de los ojos de alguien que está del otro lado de la frontera, pero tiene una transformación en su punto de vista gracias a la empatía. Es ponerse en los zapatos del otro para dejar de juzgar y empezar a empatizar.
¿Qué tanta acción veremos en esta serie?
Esta es una serie en la que todo el tiempo están pasando cosas; en ese sentido, está muy bien escrita y dirigida, porque tiene un ritmo muy vertiginoso; es decir, están pasando cosas pero a la vez estás contando otras muy importantes sin quedarte solo en eso. Hay varios elementos llamativos, como la acción y el drama, y creo que eso le puede gustar mucho a la gente.
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¿Cómo construyó a Silvia Peña?
Fue un proceso que disfruté mucho de la mano de Michael... una cosa es el trabajo previo de la lectura del guion, del trabajo con el director, etc., y otra es la realidad. A mí me pasa que a veces lo que he construido se transforma o se enriquece cuando llego al lugar y empiezo a observar, a meterme en ese mundo y hacer ese trabajo de inmersión. Me hubiera encantado estar más tiempo con la población y convivir más con la gente. A pesar de eso, trabajamos todos muy de la mano y siempre estuvimos muy abiertos a agregar otras cosas.
¿Qué le dejó este personaje para su vida personal?
Reforzó algo que me enseñó mi abuela, porque se parecen mucho en eso. Ella era una mujer muy católica que trabajaba mucho en la iglesia e incluso estaba en un grupo que se llamaba La Legión de María, y con eso lo que hacían era recorrer las calles de la colonia donde crecí para ver si había enfermos que estuvieran solos, gente que estuviera a punto de morir para llevarles al padre y despedirlos, o si no tenían nada de comer llevaban comida, los bañaban, les daban ropa, etc. En ese sentido, Silvia me recordó mucho a mi abuela, y me hizo reforzar más el hecho de que hay que ayudar a quien lo necesita, porque a veces uno se vuelve muy individualista y se encierra en su burbuja de bienestar, y el mundo no es solo eso.