Laurent Tirard: “Hay diferencias entre una película de época y una de disfraz”

El director de la película francesa "El regreso del héroe" cuenta las razones por las que optó por realizar un filme con las características de una comedia romántica durante la época de Napoleón Bonaparte. Además, dice que los problemas humanos siguen siendo los mismos.

Redacción cine
20 de junio de 2019 - 05:34 p. m.
Una escena de la película "El regreso del héroe" del director Laurent Tirard.  / Cortesía Cine Colombia
Una escena de la película "El regreso del héroe" del director Laurent Tirard. / Cortesía Cine Colombia

Protagonizado por Jean Dujardin, ganador del premio Óscar, del Globo de Oro y del Bafta por su papel en la película muda El artista, y por la actriz, cantante y directora francesa Mélanie Laurent, quien obtuvo el Premio César a Actriz Revelación en 2006 y luego hizo parte del elenco de Bastardos sin gloria, llega a la cartelera de Colombia El regreso del héroe, una película ubicada en la época de Napoleón Bonaparte.

Coescrita y dirigida por Laurent Tirard, la cinta narra la historia de un militar cobarde que se convierte en el héroe del pueblo gracias a unas cartas escritas por su cuñada. Ambos son enemigos por sus diferencias morales, pero terminan inmersos en el mismo enredo por sus propias mentiras.

El regreso del héroe cuenta también con las actuaciones de Noémie Merlant y Christophe Montenez, de la Comédie Française, y retoma los clásicos géneros de comedia de aventura y comedia de costumbres para incitar a la diversión contemporánea.

Sobre las particularidades del género conversamos con el director Laurent Tirard.

“El regreso del héroe” es una película de época, una comedia de aventura que se adueña del género del cine francés que fue bastante fructífero y exitoso en el pasado ¿Por qué quiso recurrir a este estilo cinematográfico?

Patrice Leconte recientemente me contó que un periodista le preguntó que porque nadie estaba haciendo películas como Ridicule (1996), que fue estrenada hace 20 años. Estoy de acuerdo con su observación y probablemente es una de las razones por las cuales quise hacer esta película, ya nadie las hace y como un aficionado al cine, las extraño. Clouzot (el realizador audiovisual, no el inspector) solía decir que el director era el primer espectador de su película y creo que mi real motivación cuando acojo un nuevo proyecto es hacer una película que me gustaría ver pero que no encuentre en cines. Películas de disfraces y comedias de acción me motivan también, como las películas dirigidas por Jean-Paul Rappeneau o Philippe De Broca que trajeron felicidad a generaciones enteradas de aficionados al cine y fueron una gran influencia a mi deseo de hacer película.

 

 

¿Por qué desapareció ese estilo cinematográfico?

No entiendo por qué han desaparecido de nuestras pantallas, pero sé que fue muy difícil conseguir el dinero para hacer “El regreso del héroe”. Cuando nos reunimos con los canales de televisión y los inversionistas, nos dijeron que la audiencia no estaba interesada en esos tipos de película. Soy un poco escéptico a esto, incluso cuando veo que el cine francés es más que todo comedias sobre los problemas del día de hoy, con un acercamiento bastante realista, en el cual el aspecto visual usualmente no es tan importante. Pero igual, podemos solo mostrar problemas contemporáneos mostrando la vida diaria. Como si la audiencia no pudiera, o no necesitara, distanciarse de la realidad. ¿Realmente se refleja el gusto de la audiencia, o es una decisión financiera (ya que las películas de época son muy costosas de hacer)? No sé, pero en cualquier evento tiendo a defender algún tipo de clasicismo formal, algo de estilización visual, que no impide abordar los problemas contemporáneos.

¿Pero la idea de hacer esta película fue solo motivada por el deseo de revisitar el género?

No, claro… El proceso creativo todavía es un misterio y uno nunca sabe de dónde sale la idea o por qué emerge en un momento particular. Incluso cuando hago todo lo posible para no autoanalizarme (porque tengo miedo de convertirme muy auto consciente y que es me inhiba) puedo ver claramente que hay temas recurrentes que o tiendo a favorecer: imaginación, creación, duplicidad… Nunca estoy muy consciente al principio de la película, pero cuando llego a ver el resultado final es muy obvio. Si tu comparas El regreso del héroe, a mi primera película The story of my life (2004), por ejemplo, el parecido es increíble. Tu podrías hasta decir que es la misma película solo que en disfraces diferentes. Yo creo que la única cosa que escogí consciente fue su disfraz. Creo que estoy haciendo una película sobre Molière pero en realidad estoy haciendo una película sobre mis propias preocupaciones como autor escondiéndome detrás de la estatua de Molière. Creo que estoy adaptando Le Petit Nicolas cuando en realidad estoy hablando de mi propia infancia mientras me escondo en el mundo de Sempé y Goscinny. Es como si tuviera un closet lleno de disfraces y que cada vez que los mirara me preguntas ¿Cuál me hace falta por usar? ¿Cuál es el mejor para esta ocasión? Para El regreso del héroe hay dos universos que particularmente me gustaban: el de Jane Austen con su estilo y refinamiento y sus personajes atrapados en rígidos códigos sociales, y el mundo de las comedias francesas de aventura, con su dinamismo, su frenético correr y su fuerte gusto en los personajes sinvergüenzas. Creo que mezclar los dos crearía un gran shock cultural.

“El regreso del héroe” es una película de época que resuena con temas muy contemporáneo como las búsquedas del dinero y del status…

Primero que todo, creo que es importante diferenciar entre películas de época y películas de disfraz. Para mí una película de época está tratando de retratar correctamente la vida de una persona real, o como era la vida en un tiempo específico. Por otro lado, una película de disfraz usa vestuarios como disfraces y es en una era particular para poder hablar mejor del día de hoy. Es una manera más sutil de hacer que las personas reflexionen en el mundo que habitamos. Si lo miras de esa manera Marie Antoinette (2006) de Sofia Coppola no era una película de época sino una película de disfraz en la que una figura histórica y Versalles fueron utilizados para hablar sobre la soledad de la propia juventud dorada del cineasta en Beverly Hills. El regreso del héroe es una película de disfraz también y es desconcertarte ver cómo cuanto nos estamos reinventando, el tema central de la película es una parte central de la sociedad. Las redes sociales nos dan la oportunidad de magnificar virtualmente y proclamarnos como héroes de nuestras propias vidas. Todos somos impostores hasta cierto punto, o pues por lo menos la tecnología nos da la oportunidad de convertirnos en eso.

La película se sitúa al final del reinado de Bonaparte, un tiempo en el que la clase burguesa estableció su dominio a través de maniobras y abusos, lo que se relaciona bastante con lo que pasa en la actualidad, ¿qué opina usted?

Sí, siempre es emocionante utilizar esa era para mostrar las falencias de nuestro mundo de hoy, como la pirámide desarrollada por Neuville en la película, que directamente se refiere al esquema Ponzi de Bernie Madoff, o la escena de negociación entre Elisabeth y Neuville, que retrata el problema actual, que a las mujeres no les están pagando igual que a los hombres. O el celibato que toma Elisabeth por elección propia y no por resentimiento, también refleja la sociedad actual.

El diálogo suena realmente moderno, ¿así se hablaba en esa época?

Siempre es un tema de instinto. Cuando escribimos Molière, nos sumergimos en el estilo de escritura de sus obras, alejándonos de la teatralidad. La dificultad era quedarse en ese tono, que traería la musicalidad de Molière sin que sonara muy incómodo para el oído moderno. Es lo mismo con El regreso del héroe, desde que no fue una película histórica teníamos que determinar con precisión el encanto de la era, considerando la audiencia ahora. Lo pensamos mucho mientras escribíamos el diálogo, especialmente el de Elisabeth. Queríamos que fuera moderna, incluso para la época. Sabemos el estatus de las mujeres del siglo XIX, pero Elisabeth se da muchas licencias para ser libre de ciertas restricciones que se le imponen. Ella es como el tipo de persona que toma acciones y era importante que su manera de hablar la separara de su familia y de las personas a su alrededor.

¿Por qué escogió esta era en particular?

El siglo XXI es el epítome del romanticismo, así que era un escenario ideal para una película de aventura que fuera también comedia romántica. Pero si hubiera sido una película en inglés, la hubiera convertido en una del viejo Oeste. Incluso, viéndola puedo ver referencias claras, al principio cunado Elisabeth camina por el corredor del castillo y Neuville llega en su caballo, es una referencia a The Searchers (John Ford, 1956), el perfecto ejemplo de aventura en espacios abiertos. Cuando Pauline cuenta las hazañas de su héroe a las personas a su alrededor, hay un toque de Gone with the Wind (Victor Fleming, 1939), y cuando Neuville sale de la diligencia estamos en una película de Sergio Leone. Igualmente, el ataque de los Cossack al final está enteramente inspirado en My Name Is Nobody (Tonino Valerii, 1973).

¿CÓmo grabaron la película en algunos lugares históricos?; ¿Qué trabajos fueron necesarios para adaptar el set?

Tuve la oportunidad de trabajar con un gran diseñador de producción (Françoise Dupertuis) y un gran diseñador de vestuario (Pierre-Jean Larroque). Hablamos mucho antes de grabar y les dije cómo yo me imaginaba las cosas y ellos siguieron las órdenes a la perfección en sus tareas. Hemos trabajado juntos desde Molière y ambos conocen cómo me gusta los vestuarios en películas de disfraz, tiene que ser genuino, tener el sabor de la era, pero no estoy completamente regido por la verdad histórica.

¿En “El regreso del héroe” los vestidos de Mélanie Laurent o el uniforme de Jean Dujardin fueron recreados o inventados?

Todos los vestuarios del reparto principal fueron creados para esta película. Para el vestuario militar de Neuville quería algo llamativo. En las novelas de Jane Austen, los oficiales siempre usan uniformes rojos, que es el color de la armada británica. Le da una increíble presencia. Así que hice que Neuville usara el uniforme rojo sin preocuparme por la exactitud histórica. Lo que me importaba era que Jane llegara en su uniforme y ahí sabemos exactamente con quién estamos tratando. Lo mismo con los vestidos de Mélanie, Pierre Jean le gusta trabajar con telas de India. La forma en cómo las usa les da a los vestuarios el toque de la era, de pronto porque hay algo exótico en los patrones que dan la impresión que las telas vienen de un lugar remoto.

Grabó en castillos extraordinarios, pero extremadamente protegidos y poco adecuados para filmar una película…

Interesantemente, encontramos que hay muchos castillos privados, que usualmente no están en perfectas condiciones y cuando llegamos con el equipo para grabar muchas veces los dueños nos agradecen por el trabajo que hacemos en los sets, el lugar tiende a verse mucho mejor de lo que estaba. Pero claro, también hay mansiones muy bien preservadas en las que hay muchas restricciones y grabar es muy pesado en términos de personas y equipo. En algunos sets, incluso, tuvimos casi que usar mantas debajo de nuestros pies para poder trabajar. Personalmente tiendo a pensar que las restricciones fomentan la creatividad. Sabiendo que uno solo puede grabar desde un ángulo, con una luz específica, te puede motivar a encontrar las mejores soluciones y hacer una mejor escena. La cosa es que estos lugares le dan a la película un gran encanto. Por ejemplo, en la escena del baile, grabamos en el castillo Grosbois, que está preservado y en la gran villa de Gerberov, es como un set en sí mismo.

 

Por Redacción cine

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