Liss Pereira y Ricardo Quevedo enfrentan sus propios demonios

Las rutinas “Reteniendo líquidos”, de ella, y “Los amargados somos más”, de él, estarán disponibles en la plataforma digital a partir de la segunda semana de abril. Ambos comediantes hablan de las situaciones incómodas.

Lilian Contreras Fajardo / @ProhibidodeLili
08 de abril de 2019 - 02:00 a. m.
Liss Pereira dice que ella y Ricardo Quevedo recorrieron caminos independientes en el humor y que como pareja se complementan.  / Pablo Arellano / Netflix
Liss Pereira dice que ella y Ricardo Quevedo recorrieron caminos independientes en el humor y que como pareja se complementan. / Pablo Arellano / Netflix

Hay gente que le tiene miedo a las alturas. Otros le temen a la soledad y otros a la muerte. Sin embargo, el miedo más frecuente que puede sentir el ser humano es aceptarse como es o aceptar su realidad. Y en ese camino, cada quien enfrenta sus demonios como puede. Liss Pereira y Ricardo Quevedo, por ejemplo, encontraron en el humor la posibilidad de exorcizar todos los temas que los hacían sentir incómodos.

Lo que hacemos es enfrentarnos a los miedos propios y hablar de cosas que son incómodas para nosotros”, dice la humorista que hace una década se trasladó de Cúcuta a Bogotá para seguir desarrollando su carrera en la radio nacional. En su constante diálogo con los oyentes aprendió a darles vida a varios personajes que a veces no tenían nada en común con ella, hasta que hace dos años tomó la decisión de dejar la radio y dedicarse, tiempo completo, a lo que más le gusta hacer: espectáculos de comedia; pero estos ya no estarían inspirados en otros, sino en ella misma. (Puede leer: Liss Pereira: la rutina de hacer reír).

Por ese tiempo Liss Pereira afianzaba una relación sentimental con el también humorista Ricardo Quevedo, quien, según ella, como colega y amigo la ha ayudado a entender que su trabajo no sólo consiste en hacer reír a la gente, sino en hablar públicamente de situaciones incómodas que entre más dejen de ser privadas, más nutren la función.

En el show nuevo hay cosas que nunca en mi vida me habría atrevido a exponer de mí misma, porque son inseguridades muy fuertes”, dice Pereira, quien desde el 10 de abril tiene su propio programa en Netflix bajo el título Reteniendo líquidos, un nombre que no viene del problema de salud que comúnmente afecta a las mujeres, sino a la decisión de comer una arepa o tomar un whisky de más.

Uno a veces se dice muchas mentiras para quedar bien con la gente”, dice la comediante, quien admite que es fundamental “aceptar las mentiras que uno se dice”. Desde esa honestidad escribe las rutinas humorísticas que en el país se vieron en la televisión nacional, que aún se disfrutan en los teatros y que desde este mes están disponibles en ‘streaming’ a nivel mundial.

La sinceridad es algo que Pereira y Quevedo comparten, además del humor, el amor y un bebé. Él sostiene que “cuando uno aprende a soltar el miedo es cuando la gente más se puede reír”, pues ha comprobado que su público se divierte más “cuando hablo de cosas que me han pasado de verdad, en las que he perdido, me ha dolido y he sufrido. Eso ayuda a sanar”.

Ricardo Quevedo, quien también tiene una amplia trayectoria en la comedia nacional, apuesta en sus stand-up comedy por un tema muy común entre los seres humanos, la dificultad de comunicarse con otra persona, especialmente con la pareja. De esa premisa parte Los amargados somos más, especial disponible desde el 10 de abril en Netflix y en el que también aborda lo reconfortante que es saber que otras personas también viven experiencias fastidiosas.

Lo más gratificante de ser amargado es encontrar que no soy el único porque digamos, cuando uno vive una experiencia fastidiosa o lo que sea, es más chévere saber que a otros les ha pasado también”.

Ambos sostienen que, aunque el público colombiano ha podido verlos anteriormente en otros espacios, el hecho de poder ver el nuevo especial en la comodidad de la casa hace que el espectador viva una experiencia distinta porque “se van a poder reír cuando se les dé la gana y cuantas veces quieran porque van a poderlo repetir mil veces. Ese es un gran diferencial, no tienen que pagar la boleta 50 veces para verlo”, sostiene el comediante.

Para Pereira, el programa televisivo le permite hacer una rutina más larga y presentar una historia más completa y desmenuzada. El televidente, por su parte, podrá apreciar distintas tomas y primeros planos que captan detalles que no se ven en el teatro.

El humor también está renovado porque como ambos usan sus miedos y experiencias de vida para escribir sus rutinas, la vida en pareja y el recién nacimiento de su primer hijo hacen que disfruten un nuevo capítulo en sus vidas que los confronta con las posturas que tenían cuando eran más jóvenes, una situación que Quevedo compara con el mirar un álbum de fotos viejas.

Entre más joven es uno más rebelde se cree y entre más años cumple uno se va dando cuenta que esa rebeldía no era tan cierta”, reflexiona el humorista; mientras que Pereira enfatiza “material va a haber como experiencias tenga uno en la vida”.

Lo importante para ellos es que en esos cambios de enfoque y estilos de vida sigan siendo fieles a ellos mismos. Por eso no les preocupa que su humor se vea afectado en estos tiempos donde el llamado de la sociedad es a hacer lo políticamente correcto; no les interesa ser polémicos sino sinceros.

“El stand-up tiene la particularidad de que uno tiene que pararse en el escenario a decir su visión del mundo, independientemente de si alguien está de acuerdo o no. Creo que esa es su mayor cualidad y la que más disfruto, porque entre más me desarme y honesto sea, se nota más sincero y la gente se puede conectar e identificar muchísimo más fácil”, concluye Quevedo.

Por Lilian Contreras Fajardo / @ProhibidodeLili

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