A la venta, bienes extintos

¿Cuál es el proceso que se va llevar a cabo en la Dirección Nacional de Estupefacientes?

Hoy empezará la venta de parte de los bienes extintos por la Dirección Nacional de Estupefacientes. Empezaremos con una parte de bienes inmuebles y unos bienes muebles que se van a vender en lote, que son 4.200 elementos entre los que están accesorios de oficina y computadores. También hay oficinas, garajes, apartamentos, bodegas, lotes, entre otros.

¿Qué tan traumático ha sido el proceso?

El proceso de venta como tal no será traumático. Lo que sí es dispendioso es el proceso de extinción de un bien, porque toma mucho tiempo y eso hace que los bienes se deterioren un poco, pues hasta no solucionar su situación jurídica no se pueden poner a la venta.

¿Es más complicado de lo que usted imaginaba?

Es bastante complicado porque el bien tiene que pasar por un proceso en el que debe ser avaluado, y todo lo que esto implica. Luego la entidad hace una revisión de esos avalúos, pero algunas veces los avaluadores no cumplen con las condiciones que se les exigen; una logística bastante compleja para poder vender finalmente el bien.

¿Quiénes pueden participar en la compra de estos bienes?

Todas las personas pueden participar. Simplemente entran a la página web de la Dirección Nacional de Estupefacientes, consultan las condiciones para participar, determinan el bien que les interesa, pactamos una cita para la revisión del bien, y para poder participar en la subasta pública se debe consignar el 20% del valor base del bien.

¿Cómo se va a evitar que los bienes caigan en manos de personas con problemas jurídicos o testaferros?

La persona que decida comprar un bien y gane en la puja de la subasta pública debe anexar una documentación que solicitamos para poder hacerle un estudio que nos permita verificar si es responsable de alguna situación irregular.

¿Qué se va a hacer con el dinero recaudado?

Estamos hablando de más de $80.000 millones. Todo ese dinero entra al Fondo de Rehabilitación, Inversión Social y Lucha contra el Crimen Organizado (Frisco) y será dirigido a la inversión social. Tiene una destinación específica fijada por el Consejo Nacional de Estupefacientes, y entre de los beneficiarios están las víctimas del narcotráfico.

¿El estado de impuestos de los bienes será asumido por el comprador?

No. Ya se entrega con ese tema resuelto porque con la venta del bien se cancelan esos impuestos, así lo dice la norma.

Usted también estuvo durante el proceso de liquidación de DMG. ¿Qué le dejó esa experiencia?

Fue interesante ver cómo todos los bienes se entregaron a los afectados que presentaron reclamación. Se ve la bondad de las normas que en su momento se expidieron para la época de las pirámides. Entonces hay lotes e inmuebles que son de más de 2.000 personas, con el porcentaje que le corresponde a cada uno. A las personas se les devolvió en bienes y en dinero absolutamente todo lo que se incautó.

Ha tenido experiencia en la intervención de distintas organizaciones. ¿Cuál ha sido la más complicada?

Todas han sido absolutamente complejas porque dentro de su nicho de desarrollo del objeto social son representativas. Las comisionistas de bolsa es un tema sensible. DMG en su momento hizo parte del boom irregular de las pirámides y muchas personas se vieron afectadas.

¿Ha sido víctima de algún tipo de amenazas por su trabajo?

Siempre se presentan situaciones incómodas y desafortunadamente uno tiene que estar pendiente de eso.

Su trabajo ha sido liquidar organizaciones. ¿No le gustaría dirigir una?

En todas las liquidaciones uno tiene que gerenciar, porque se encuentran muchos procesos que tienen que seguir desarrollándose. Es paradójico, porque uno pone la casa muy linda y en ese momento hay que darle la bendición final.

¿Cuál es el proceso que se va llevar a cabo en la Dirección Nacional de Estupefacientes?

Hoy empezará la venta de parte de los bienes extintos por la Dirección Nacional de Estupefacientes. Empezaremos con una parte de bienes inmuebles y unos bienes muebles que se van a vender en lote, que son 4.200 elementos entre los que están accesorios de oficina y computadores. También hay oficinas, garajes, apartamentos, bodegas, lotes, entre otros.

¿Qué tan traumático ha sido el proceso?

El proceso de venta como tal no será traumático. Lo que sí es dispendioso es el proceso de extinción de un bien, porque toma mucho tiempo y eso hace que los bienes se deterioren un poco, pues hasta no solucionar su situación jurídica no se pueden poner a la venta.

¿Es más complicado de lo que usted imaginaba?

Es bastante complicado porque el bien tiene que pasar por un proceso en el que debe ser avaluado, y todo lo que esto implica. Luego la entidad hace una revisión de esos avalúos, pero algunas veces los avaluadores no cumplen con las condiciones que se les exigen; una logística bastante compleja para poder vender finalmente el bien.

¿Quiénes pueden participar en la compra de estos bienes?

Todas las personas pueden participar. Simplemente entran a la página web de la Dirección Nacional de Estupefacientes, consultan las condiciones para participar, determinan el bien que les interesa, pactamos una cita para la revisión del bien, y para poder participar en la subasta pública se debe consignar el 20% del valor base del bien.

¿Cómo se va a evitar que los bienes caigan en manos de personas con problemas jurídicos o testaferros?

La persona que decida comprar un bien y gane en la puja de la subasta pública debe anexar una documentación que solicitamos para poder hacerle un estudio que nos permita verificar si es responsable de alguna situación irregular.

¿Qué se va a hacer con el dinero recaudado?

Estamos hablando de más de $80.000 millones. Todo ese dinero entra al Fondo de Rehabilitación, Inversión Social y Lucha contra el Crimen Organizado (Frisco) y será dirigido a la inversión social. Tiene una destinación específica fijada por el Consejo Nacional de Estupefacientes, y entre de los beneficiarios están las víctimas del narcotráfico.

¿El estado de impuestos de los bienes será asumido por el comprador?

No. Ya se entrega con ese tema resuelto porque con la venta del bien se cancelan esos impuestos, así lo dice la norma.

Usted también estuvo durante el proceso de liquidación de DMG. ¿Qué le dejó esa experiencia?

Fue interesante ver cómo todos los bienes se entregaron a los afectados que presentaron reclamación. Se ve la bondad de las normas que en su momento se expidieron para la época de las pirámides. Entonces hay lotes e inmuebles que son de más de 2.000 personas, con el porcentaje que le corresponde a cada uno. A las personas se les devolvió en bienes y en dinero absolutamente todo lo que se incautó.

Ha tenido experiencia en la intervención de distintas organizaciones. ¿Cuál ha sido la más complicada?

Todas han sido absolutamente complejas porque dentro de su nicho de desarrollo del objeto social son representativas. Las comisionistas de bolsa es un tema sensible. DMG en su momento hizo parte del boom irregular de las pirámides y muchas personas se vieron afectadas.

¿Ha sido víctima de algún tipo de amenazas por su trabajo?

Siempre se presentan situaciones incómodas y desafortunadamente uno tiene que estar pendiente de eso.

Su trabajo ha sido liquidar organizaciones. ¿No le gustaría dirigir una?

En todas las liquidaciones uno tiene que gerenciar, porque se encuentran muchos procesos que tienen que seguir desarrollándose. Es paradójico, porque uno pone la casa muy linda y en ese momento hay que darle la bendición final.