Alejandro Aguirre: el otro perfil de Colombia

¿Cómo surgió la idea de publicar un libro con los perfiles de los jugadores de la selección de Colombia?

Todo surgió cuando la selección quedó quinta en Brasil 2014. Me dije: “A esta generación hay que recordarla”. Y se afianzó el proyecto el pasado 10 de octubre, cuando clasificamos a Rusia. Quería hacer perfiles porque quería inmiscuirme en la intimidad, y pudimos lograrlo. Se escribió en primera persona, algo que nunca había hecho y terminó siendo un desafío.

¿Cuál fue el proceso de indagación para lograr cada historia?

No quería un libro más. Entonces decidí que se debía hablar con el entorno de cada jugador. Es decir, su mejor amigo, el primer entrenador, su agente. Por ejemplo, en el caso de Yerry Mina hablé con su madre y me contó que siempre le dijo en el embarazo: “Nuestra vida está en manos de ti”.

En el libro se perfilan algunos nombres que no están en la selección. ¿Por qué los incluyó?

Sí, y varios. Está Yepes, que cuando apareció en la lista de los 23 lo tacharon de exjugador, pero terminó siendo una de las figuras del equipo, especialmente ante Brasil. Otro fue Mondragón, que era el jefe del camerino y sólo se supo cuando el Mundial iba corriendo.

¿Cuál jugador no pudo estar en su libro?

Nunca se me ocurrió escribir de Miguel Ángel Borja, porque, creo, era mejor llevar a Duván Zapata, a quien comparo con un tiranosaurio rex: por feroz, gigantesco y carnívoro. Pékerman lo sabe, pero la lesión lo sacó de los 23. Incluí a Cardona porque siempre aportaba cuando lo metían, pero el asunto extradeportivo y la lesión lo marginaron.

Pregunta de rigor: ¿Colombia en Rusia 2018 obtiene el puesto…?

Uno sueña, y a mí me gusta soñar. Yo me conformo con llegar a cuartos de final. De lo que sí estoy seguro es que pasamos a octavos de final, pero dependiendo de quién nos toque en cuartos —Inglaterra o Bélgica— sabremos de qué estamos hechos. Digamos que vernos en semifinales con Alemania o España sería lindo.

Hablando de otros géneros, usted ya ha publicado tres libros en un año…

Sí. Uno a los 40 se rejuvenece, por eso la racha. Y vendrán más porque me gusta escribir historias. La crónica es lo mío. Cuando salí de la universidad publiqué una recopilación de escritos, sin mucho éxito. Tardé 15 años en volver a publicar, y regresé, el año pasado por esta época, con el relato de los R-15, la historia de los asaltantes de bancos más famosos del país. Fue espeluznante realizarla porque recibí amenazas, sin consecuencias. En diciembre pasado publiqué Nuestro son, una crónica musical de los melómanos de la salsa en Cali, contando la mística de los aficionados a este movimiento social.

Y para el futuro, ¿está pensando en otro tema?

Hay muchos temas, historias. Le tiro uno: lo hecho por Zidane en el Real Madrid es para escribirlo. Tres Champions seguidas hacen de este técnico algo interesante, pero es el vestuario que hará este equipo histórico: Cristiano, Ramos, Isco, Bale, Marcelo… Una generación igual a la de los colombianos que están hoy en Rusia.

¿Cómo surgió la idea de publicar un libro con los perfiles de los jugadores de la selección de Colombia?

Todo surgió cuando la selección quedó quinta en Brasil 2014. Me dije: “A esta generación hay que recordarla”. Y se afianzó el proyecto el pasado 10 de octubre, cuando clasificamos a Rusia. Quería hacer perfiles porque quería inmiscuirme en la intimidad, y pudimos lograrlo. Se escribió en primera persona, algo que nunca había hecho y terminó siendo un desafío.

¿Cuál fue el proceso de indagación para lograr cada historia?

No quería un libro más. Entonces decidí que se debía hablar con el entorno de cada jugador. Es decir, su mejor amigo, el primer entrenador, su agente. Por ejemplo, en el caso de Yerry Mina hablé con su madre y me contó que siempre le dijo en el embarazo: “Nuestra vida está en manos de ti”.

En el libro se perfilan algunos nombres que no están en la selección. ¿Por qué los incluyó?

Sí, y varios. Está Yepes, que cuando apareció en la lista de los 23 lo tacharon de exjugador, pero terminó siendo una de las figuras del equipo, especialmente ante Brasil. Otro fue Mondragón, que era el jefe del camerino y sólo se supo cuando el Mundial iba corriendo.

¿Cuál jugador no pudo estar en su libro?

Nunca se me ocurrió escribir de Miguel Ángel Borja, porque, creo, era mejor llevar a Duván Zapata, a quien comparo con un tiranosaurio rex: por feroz, gigantesco y carnívoro. Pékerman lo sabe, pero la lesión lo sacó de los 23. Incluí a Cardona porque siempre aportaba cuando lo metían, pero el asunto extradeportivo y la lesión lo marginaron.

Pregunta de rigor: ¿Colombia en Rusia 2018 obtiene el puesto…?

Uno sueña, y a mí me gusta soñar. Yo me conformo con llegar a cuartos de final. De lo que sí estoy seguro es que pasamos a octavos de final, pero dependiendo de quién nos toque en cuartos —Inglaterra o Bélgica— sabremos de qué estamos hechos. Digamos que vernos en semifinales con Alemania o España sería lindo.

Hablando de otros géneros, usted ya ha publicado tres libros en un año…

Sí. Uno a los 40 se rejuvenece, por eso la racha. Y vendrán más porque me gusta escribir historias. La crónica es lo mío. Cuando salí de la universidad publiqué una recopilación de escritos, sin mucho éxito. Tardé 15 años en volver a publicar, y regresé, el año pasado por esta época, con el relato de los R-15, la historia de los asaltantes de bancos más famosos del país. Fue espeluznante realizarla porque recibí amenazas, sin consecuencias. En diciembre pasado publiqué Nuestro son, una crónica musical de los melómanos de la salsa en Cali, contando la mística de los aficionados a este movimiento social.

Y para el futuro, ¿está pensando en otro tema?

Hay muchos temas, historias. Le tiro uno: lo hecho por Zidane en el Real Madrid es para escribirlo. Tres Champions seguidas hacen de este técnico algo interesante, pero es el vestuario que hará este equipo histórico: Cristiano, Ramos, Isco, Bale, Marcelo… Una generación igual a la de los colombianos que están hoy en Rusia.