¿Cómo ha sido esta pandemia para usted en términos artísticos?
Es una situación bastante agridulce, porque tuvimos que cancelar muchos conciertos y grabaciones de discos, me hace mucha falta el público, cantar en vivo y tener contacto directo con la gente. Estoy tratando de cambiar el chip, porque seguramente los conciertos serán lo último que se normalice. Por otro lado, ha sido una buena experiencia, porque he podido reinventarme y crear cosas nuevas. Con The Mills compusimos una canción a la distancia y eso quiere decir que estamos llenos de nuevos retos por cumplir.
¿Qué tal la experiencia de crear a la distancia?
En este momento estamos grabando un disco con The Mills y tenemos muchas ideas, pero la pandemia nos cortó todo de raíz, así que quisimos seguir con el proyecto, así tuviera que ser mediante la virtualidad. Teníamos el beat, y gracias a los ritmos que fuimos incorporando poco a poco yo ya tuve más claridad de cómo quería que sonara la canción en cuanto a la voz y la letra.
¿Esta experimentación le mostró otro camino a The Mills?
Sí, claro que en lo personal sigo prefiriendo trabajar con alguien cara a cara, mirarnos entre sí y decir “uy, encontramos algo”, eso es hermoso. Cuando estás solo dudas más de las cosas que haces porque no tienes a tu equipo aportándote ideas en ese preciso momento. Es más complicado el proceso porque, en nuestro caso, cada cosa que hagamos tenemos que enviarla, esperar a que todos la escuchen, etc. Aunque debo decir que esto ha hecho que se descubra un tipo de intención de creer en lo que uno hace y estar seguro de que está bien.
¿Cuál es la visión que tienen los otros integrantes de The Mills sobre su propuesta como solista?
Yo siempre que saco una canción se las muestro a ellos primero, porque para mí sigue siendo muy importante su opinión. Me gusta que me digan cuando algo no les gusta; es decir, prefiero que me lo digan para tener una idea de qué estoy haciendo mal. Afortunadamente, la mayoría de veces les gusta lo que hago. Este año he tenido mi proyecto un poco pausado porque estoy muy metido en The Mills, por el EP que estamos grabando. Se viene nueva música.
¿Es difícil para usted manejar en simultáneo su carrera como solista y su trabajo con la banda?
Claro, requiere de una organización de tiempos muy importante, porque no puedo estar, por ejemplo, lanzando una canción mía y otra de The Mills al mismo tiempo, porque ambas requieren energía, hablar con la prensa, significan un esfuerzo económico también. Así que con los chicos llegábamos a acuerdos de cuándo se lanzaban las cosas.
¿Qué van a encontrar los “fans” de la banda en este nuevo disco?
Nosotros tuvimos una reunión creativa y yo dije: “Quiero matar al The Mills viejo para que nazca uno nuevo”. Algunos estuvieron de acuerdo, otros no, pero al final dijimos que no era una buena idea, porque la banda tiene una historia y un peso musical. Así que decidimos buscar qué es lo que hace que la banda sea diferente y darle más fuerza. En el disco se van a oír cosas muy diferentes, pero el legado de la banda se ve ahí.
El proceso de “Guadalupe” fue muy especial, ¿cómo nació este álbum?
Para los que no saben la historia, yo iba a tener una bebé que se llamaba Guadalupe, y en su octavo mes de gestación la bebé murió. Fue muy sorpresivo para nosotros, porque ya teníamos todo listo para su nacimiento. Fue un momento muy doloroso para mi esposa y para mí, duramos dos meses encerrados en la casa, y eso pasó cuando estábamos grabando el disco, y recuerdo que cuando me enviaron el piano de la canción a mí me gustó mucho, me senté y empecé a escribirla… así nació Guadalupe, la escribí toda de golpe.
¿Por qué cree que la historia de “Guadalupe” conecta tanto a las personas?
Con Guadalupe pasa algo muy curioso, porque es una canción muy bonita y la gente se identifica demasiado con ella, pero no porque esté escrita sobre el dolor; al contrario, está escrita desde el amor. Es una canción que tiene tres fases, la primera es dolor, la segunda es una especie de aceptación, y la tercera es agradecimiento, y creo que eso es lo que hace que la gente conecte tanto.
The Mills empezó su carrera con un álbum muy exitoso que es “Babel”, ¿qué efecto tuvo este álbum en la banda?
Cuando lo estábamos haciendo no éramos conscientes de lo bueno que era, porque era nuestro primer disco y ninguno de nosotros tenía un pasado musical, ninguno había grabado un disco. Era tanto el desconocimiento del potencial, que Amor depredador no iba a ser parte del disco, y terminó siendo una de las canciones más exitosas en toda la historia de la banda.