¿En qué proyectos está trabajando el BID en Colombia?
El banco tiene una larga trayectoria de apoyo al país en el desarrollo de infraestructura, sectores sociales, fortalecimiento institucional y ayuda al sector privado. Continuaremos profundizando en la contribución en las áreas en las que tengamos un valor agregado qué ofrecer.
Colombia tiene oportunidades en innovación tecnológica, minería, hidrocarburos, entre otras cosas. ¿El BID piensa apoyar alguno de estos sectores y su desarrollo?
Estos son sectores de gran interés para el banco. En el caso de innovación tecnológica, contamos con un programa ya en proceso de implementación en el que tenemos grandes expectativas.
¿Qué significa que el BID respalde el Plan Nacional de Seguridad Vial?
El índice de accidentes viales es muy alto y tienen consecuencias desastrosas para numerosas familias. El apoyo apunta a mejoras en la señalización vial, educación ciudadana e infraestructura de carreteras.
Ustedes trabajan en varios proyectos ambientales, ¿cómo ve a Colombia en este área?
El país está mejorando en el tema ambiental. A su vez, el banco mantiene un diálogo y un trabajo importantes con el Gobierno en asuntos de adaptación al cambio climático. Falta mucho por hacer.
El BID es un integrador de comercio, ¿cómo evalúa este área en América Latina y en Colombia frente al mundo?
La mayoría en América Latina ha reconocido que el comercio internacional es fuente de crecimiento económico y de bienestar social. Esta es una clave para mejorar la competitividad y promover el desarrollo. Colombia está en la cabecera en esta materia.
Y en el área de educación, ¿cómo va en materia de inclusión?
El banco trabaja en este tema en toda la región. Es de crucial importancia para el desarrollo, la competitividad y las oportunidades para todos. Se ha avanzado, pero falta mucho por hacer.
¿Qué visión tiene de los roces entre Colombia y Venezuela?
Son dos países con una historia común e importantes intereses económicos también. Está en el interés de ambos cooperar para apoyarse mutuamente en el camino del desarrollo.
¿Qué escucha de Colombia en los escenarios internacionales?
Que va bien y le va a ir aún mejor en el futuro. El riesgo de Colombia es que te quieras quedar.
¿Y cómo ve la economía colombiana?
Va bien, aunque tiene que vigilar el nivel de apreciación de la moneda para no perder competitividad comercial.
¿Cuál es el mayor desafío de la urbe latinoamericana?
Bajar costos de transacción (transporte, calidad de servicios públicos y burocracia) para aumentar su competitividad y mejorar la calidad de sus gobiernos locales.
Su libro de cabecera.
Uno es Cien años de soledad, del orgullo de América Latina, Gabriel García Márquez, para nunca olvidar el realismo mágico de nuestro hermoso continente.
Una receta económica que no falle.
Trabajar duro, ahorrar e invertir.
¿Cómo explicarles a los millones de pobres de Latinoamérica que sus ministros de Finanzas no los engañan cada vez que dicen que las cosas van bien?
América Latina empieza a recoger los frutos de políticas económicas acertadas en las últimas décadas. El fenómeno inflacionario está bajo control, la inversión privada tiene un buen ritmo y el nivel de empleo es alto. En los últimos años ha visto reducir su nivel de pobreza y se viene expandiendo la clase media. Los hechos hablan por sí solos. Falta todavía mucho por hacer, pero vamos en la dirección correcta.
¿Cuál cree que puede ser la solución para el caos del transporte para una ciudad como Bogotá?
La infraestructura vial le ha quedado chica. El Transmilenio, innovación que hizo historia, está funcionando a capacidad. Se requieren inversiones masivas para expandir las vías de comunicación y los sistemas de transporte. El tráfico impone costos de transacción a las empresas y a los ciudadanos, y crea trabas a la competitividad.