La música es un estado de ánimo. Por eso Miguel Bosé parece renovado con Cardio, su nuevo proyecto musical lanzado hace un par de meses en simultánea en toda Iberoamérica. Bajó algunos kilos, después de haber manifestado que estaba aburrido de las dietas a las que le tocó someterse durante sus años de juventud y se dedicó a comer de todo, volvió a preocuparse por ese look que lo ha hecho merecedor de los más intrépidos piropos femeninos y se sentó a manteles con sus musas para deleitar los espíritus de sus seguidores.
“Yo me senté a componer las canciones de Cardio y nunca supe lo que iba a pasar, pero lo que siempre tuve en el camino fueron ganas de contar con urgencia, de traducir algunas cosas y de perseguir otras. En el proceso creativo soy un desastre, soy caótico y desordenado y cuando estaba empezando a nacer el material me pareció un proceso muy desagradable porque pasé por mil dudas y estuve solo. Sin embargo el disco lo siento muy divertido y con mucho brío. Fueron cinco años sin sentarme a componer y eso y el autoestima tan alta con la que terminé la gira de Papito salió esta locura”, asegura el artista español, que escogió Colombia como el primer destino para exhibir su nuevo registro sonoro.
Después del Papitour, la exitosa gira con la que agotó localidades en todos los escenarios en los que se presentó, Bosé se reencuentra con su público ahora con la intención de mostrar canciones propias y no versiones de composiciones ya consolidadas que han sido éxitos rotundos en la radio.
Para una artista de la trayectoria de este español, que acaba de obtener la nacionalidad colombiana, un disco es prácticamente un lujo y lo más importante para un músico es su relación directa con los fanáticos. Esta construcción casi que de complicidad se logra con presentaciones en vivo, y de ahí la urgencia de mostrar su nuevo disco en una maratónica jornada denominada el Cardio tour.
La intención de Bosé con esta gira de conciertos es reflejar todas aquellas buenas vibraciones que se le despertaron en su regreso a los estudios de grabación.
“Cardio es una producción de buen rollo. Teníamos alrededor de 20 canciones estructuradas, algunas ideas sueltas casi terminadas y se grabaron 15, pero en el álbum aparecen sólo 12. Dos de esos temas que desechamos (Santo veneno y otra que es una versión de Eso no) es porque pienso que un disco con quince canciones es demasiado largo”, manifestó hace poco este músico, que ha tenido incursiones memorables en el cine pero que también se atrevió a conducir Séptimo de Caballería, un programa de variedades en Televisión Española.
En este nuevo reto personal, Miguel Bosé asumió el compromiso de hacer que cada canción tenga un mundo diferente y por eso el montaje incluye pantallas de LED y un escenario con movilidad, que cambia para cada una de las interpretaciones. El repertorio estará conformado por la totalidad de las canciones de Cardio y, por supuesto, el artista destinará tiempo para exhibir todos aquellos éxitos que le han dado un estilo particular. “El sello Bosé, aparte de una manera de entender la música, de estructurarla y armonizarla, también tiene que ver con escribir los textos con un lenguaje particular y muy personal. Sin embargo, creo que lo más importante en mi estilo es el sonido y por eso el público escucha una canción que recién comienza a sonar y con la primera armonía ya sabe que es de Bosé”, dice este español que en cada álbum propone un estado de ánimo.
Hoy, Coliseo Cubierto El Campín a partir de las 7:00 p.m. Infomes y boletería: 5 93 63 00 y www.tuboleta.com.