Caro Soto, más allá de su zona de confort

Mientras Caro Soto hace planes para el futuro, la vida se encarga de ponerla en su lugar. Cuando era niña, dedicaba varias horas de su día a diseñar juegos en los que su voz servía para narrarles los acontecimientos a todos aquellos que, por alguna razón, no podían ser testigos de lo que estaba sucediendo en la calle. Con un estilo pausado, con acento vallecaucano sin rienda y con la ingenuidad de los años, contaba, describía e informaba a través de un micrófono improvisado.

Más adelante, esa pequeña cronista radial, que ahora de adulta sigue sin debutar en las cabinas insonorizadas, se apasionó por los medios impresos. Los diarios y las revistas de actualidad fueron su norte cuando la decisión de estudiar Comunicación Social empezó a inclinar la balanza a su favor. En ese entonces, para ella todas las historias podían ser contadas y se fijaba en los personajes cotidianos para sacar de ellos esos detalles extraordinarios que solamente pueden identificar los buenos observadores.

Según los cálculos de Caro Soto, no había pierde. Su futuro profesional se cimentaría en la radio o en los impresos. Ella nunca contempló la existencia de otro medio en el que la imagen reinaba y mucho menos pensó que el espectro audiovisual sería el primero que le mostrara una sonrisa generosa. TelePacífico marcó sus primeros pasos en el ámbito periodístico.

“Yo llegué a RCN porque Wilson Barco, muy amigo mío, era el corresponsal del noticiero en Cali. Él y yo trabajábamos también en TelePacífico. En alguna oportunidad, Wilson quiso ir a hacer el cubrimiento del Carnaval de Negros y Blancos, en Pasto, y me invitó a vivir la experiencia a su lado. Ese año Ana Katalina Torres, presentadora de entretenimiento, se enfermó de la garganta y no pudo salir al aire con los informes desde la capital nariñense, así que me propusieron debutar en esas fiestas y de ahí no he parado nunca”.

De nuevo, sus planes eran otros y la vida se le volvió a burlar en la cara. En el canal privado, Caro Soto comenzó como reportera buscando noticias en la calle con una jornada extensa de más de 14 horas diarias. Después le llegó la oportunidad de ser el rostro del clima y, con buena actitud, asumió la aventura de hablar de la posibilidad de aguaceros mostrándole al público que el secreto para enfrentar lo que no tenemos bajo nuestro control radica en la prevención.

“Después de ponerle la cara al clima pasé al set como presentadora de la sección de entretenimiento de los informativos de RCN. Ahí lo que más me costó fue dedicarle varios fines de semana al trabajo y dejar a un lado las actividades familiares. Del resto, puedo decir que disfruté mi permanencia en el canal”.

Caro Soto se despidió de los seguidores en RCN a través de sus redes sociales, un escenario en el que es muy fuerte. Para ella, esos canales de comunicación fueron una suerte de casa de puertas abiertas para todas las personas que en ese momento querían conocerla un poco más allá de los cinco minutos de figuración al cierre del noticiero. Fue duro el adiós, pero ella le encontró el lado bueno.

“Soy muy positiva, pero cuando me invade el mal humor, intento recordar que estoy viva y que tengo salud. Esa fue la lección de vida cuando perdí a mi hermanita Sofía y a partir de ese hecho entendí que nos amargamos por bobadas en lugar de preocuparnos por lo que es relevante de verdad. De Sofía, quien murió en un accidente en una piscina lejos de Colombia, me queda la alegría. Ese fue su mejor legado”.

Con buena cara y toda la energía elevada, Caro Soto asume a partir de hoy el reto de presentar junto a Carmen Larrazábal, Leo Morán y Carlos Marín el programa matutino del Nuevo Canal Uno. El espacio de variedades se llama Acá entre nos y su horario es de 9:00 a.m. a 12:00 m.

“En un programa de tres horas diarias es imposible actuar. En este nuevo espacio los cuatro presentadores debemos ser tal y como somos. Por ejemplo, yo soy muy centrada, soy ama de casa y eso se va a ver durante la transmisión. También soy una madre que debe salir corriendo a buscar a su bebé para darle la compota, así que muchas mujeres modernas se podrán identificar conmigo”, cuenta Caro Soto, quien deja atrás su zona de confort para entender que la vida va mucho más allá de los planes.

Mientras Caro Soto hace planes para el futuro, la vida se encarga de ponerla en su lugar. Cuando era niña, dedicaba varias horas de su día a diseñar juegos en los que su voz servía para narrarles los acontecimientos a todos aquellos que, por alguna razón, no podían ser testigos de lo que estaba sucediendo en la calle. Con un estilo pausado, con acento vallecaucano sin rienda y con la ingenuidad de los años, contaba, describía e informaba a través de un micrófono improvisado.

Más adelante, esa pequeña cronista radial, que ahora de adulta sigue sin debutar en las cabinas insonorizadas, se apasionó por los medios impresos. Los diarios y las revistas de actualidad fueron su norte cuando la decisión de estudiar Comunicación Social empezó a inclinar la balanza a su favor. En ese entonces, para ella todas las historias podían ser contadas y se fijaba en los personajes cotidianos para sacar de ellos esos detalles extraordinarios que solamente pueden identificar los buenos observadores.

Según los cálculos de Caro Soto, no había pierde. Su futuro profesional se cimentaría en la radio o en los impresos. Ella nunca contempló la existencia de otro medio en el que la imagen reinaba y mucho menos pensó que el espectro audiovisual sería el primero que le mostrara una sonrisa generosa. TelePacífico marcó sus primeros pasos en el ámbito periodístico.

“Yo llegué a RCN porque Wilson Barco, muy amigo mío, era el corresponsal del noticiero en Cali. Él y yo trabajábamos también en TelePacífico. En alguna oportunidad, Wilson quiso ir a hacer el cubrimiento del Carnaval de Negros y Blancos, en Pasto, y me invitó a vivir la experiencia a su lado. Ese año Ana Katalina Torres, presentadora de entretenimiento, se enfermó de la garganta y no pudo salir al aire con los informes desde la capital nariñense, así que me propusieron debutar en esas fiestas y de ahí no he parado nunca”.

De nuevo, sus planes eran otros y la vida se le volvió a burlar en la cara. En el canal privado, Caro Soto comenzó como reportera buscando noticias en la calle con una jornada extensa de más de 14 horas diarias. Después le llegó la oportunidad de ser el rostro del clima y, con buena actitud, asumió la aventura de hablar de la posibilidad de aguaceros mostrándole al público que el secreto para enfrentar lo que no tenemos bajo nuestro control radica en la prevención.

“Después de ponerle la cara al clima pasé al set como presentadora de la sección de entretenimiento de los informativos de RCN. Ahí lo que más me costó fue dedicarle varios fines de semana al trabajo y dejar a un lado las actividades familiares. Del resto, puedo decir que disfruté mi permanencia en el canal”.

Caro Soto se despidió de los seguidores en RCN a través de sus redes sociales, un escenario en el que es muy fuerte. Para ella, esos canales de comunicación fueron una suerte de casa de puertas abiertas para todas las personas que en ese momento querían conocerla un poco más allá de los cinco minutos de figuración al cierre del noticiero. Fue duro el adiós, pero ella le encontró el lado bueno.

“Soy muy positiva, pero cuando me invade el mal humor, intento recordar que estoy viva y que tengo salud. Esa fue la lección de vida cuando perdí a mi hermanita Sofía y a partir de ese hecho entendí que nos amargamos por bobadas en lugar de preocuparnos por lo que es relevante de verdad. De Sofía, quien murió en un accidente en una piscina lejos de Colombia, me queda la alegría. Ese fue su mejor legado”.

Con buena cara y toda la energía elevada, Caro Soto asume a partir de hoy el reto de presentar junto a Carmen Larrazábal, Leo Morán y Carlos Marín el programa matutino del Nuevo Canal Uno. El espacio de variedades se llama Acá entre nos y su horario es de 9:00 a.m. a 12:00 m.

“En un programa de tres horas diarias es imposible actuar. En este nuevo espacio los cuatro presentadores debemos ser tal y como somos. Por ejemplo, yo soy muy centrada, soy ama de casa y eso se va a ver durante la transmisión. También soy una madre que debe salir corriendo a buscar a su bebé para darle la compota, así que muchas mujeres modernas se podrán identificar conmigo”, cuenta Caro Soto, quien deja atrás su zona de confort para entender que la vida va mucho más allá de los planes.