Cate Blanchett, a la cabeza del jurado en Cannes

Ha estrenado siete películas a lo largo de este certamen cinematográfico. Por su trayectoria en Hollywood, la actriz australiana resultó ser la perfecta candidata para ser este año la presidenta del jurado en el Festival de Cine de Cannes.

Fabián W. Waintal
12 de mayo de 2018 - 02:00 a. m.
Cate Blanchett asegura: “Quise que hubiera igualdad de género, además de igualdad de razas, en el jurado”.  / EFE
Cate Blanchett asegura: “Quise que hubiera igualdad de género, además de igualdad de razas, en el jurado”. / EFE
Foto: EFE - Emma McIntyre/POOL

¿Qué necesita una película para ganar la Palma de Oro, en Cannes?

Hay muchos pero muchos premios diferentes en este extraordinario festival. La Palma de Oro es por definición un premio que se entrega a una película que lo tiene todo. Hay premios para las actuaciones, la dirección, la cinematografía y el guion, con la esperanza de que perdure no solo en la decisión de un jurado, sino también en la mente y la imaginación del público, más allá de un festival de cine.

¿Qué tan difícil resulta encontrar alguna joya del cine entre la diversidad internacional del cine de este año, para reflejar no solo tus gustos personales sino también los puntos de vista de la gente?

Al ser una persona creativa, desde el principio yo había aceptado que semejante tarea era imposible. Y sin haber discutido con el resto del jurado sobre las películas que íbamos a ver, sabía que al final del día los resultados de la votación iban a decepcionar a mucha gente que a lo mejor les gustó otra película. Lo fascinante de esta plataforma que se llama Festival de Cannes es que reúne culturas internacionales en una misma sartén pero todas valen la pena verlas. De las 1.600 películas, sólo seleccionaron 21.

¿Su punto de vista como presidenta del jurado en Cannes no pudo haber cambiado para nada el mismo punto de vista que pudo haber tenido como una persona más entre el público?

Como espectadora es maravilloso entrar a una sala de cine con el corazón abierto para tratar de entender lo que quiso decir el director. Y muchas veces, a lo lejos, cuando no voy al Festival de Cannes, no solo me interesa ver la película que ganó la Palma de Oro. Al contrario. Me interesa ver la que recibió mejores comentarios de boca en boca. Por eso creo que hay muchas formas de que una película pueda llegar a trascender. Es un festival de cine puro. Y a veces los premios también traen problemas, porque yo no enfoco la atención en ningún premio, me interesa mucho más el proceso.

¿Por qué aceptó el rol de ser presidenta del jurado entonces?

Bueno, aunque no me interesan los premios, me interesaba la oportunidad del diálogo extraordinario con otras voces del jurado, por la diversidad que presenta la competición también fuera de Cannes.

¿Necesitaron traductores dentro del jurado para discutir entre ustedes con gente que no habla inglés o español, como el actor Chang Chen, de Taiwán?

Sí, tuvimos traductores, es cierto. Era muy importante para el jurado entendernos entre nosotros (risas). La comunicación era imprescindible. El cine también es un lenguaje universal donde las emociones controlan el resto del día, pero al final de la semana era inevitable pelearnos como perros y gatos para encontrar un solo ganador.

¿Es la primera vez en la historia que el Festival de Cannes seleccionó un jurado con mayoría femenina?

No. Esa fue también una de las primeras condiciones que yo había impuesto. Quise que hubiera igualdad de género, además de igualdad de razas, en el jurado. Yo no elegí al resto de los miembros, pero igual me dijeron que eso es exactamente lo que buscan en la selección, porque siempre hay cuatro hombres y cuatro mujeres, más allá del puesto de presidente. La única diferencia es que al ocupar el puesto número nueve, yo incliné la balanza hacia la mayoría femenina.

¿Qué opina sobre la controversia de la alfombra roja, donde este año prohibieron los selfies, mientras que todavía hay gente que dice que la alfombra roja es solo para mostrar hermosas mujeres con sus hermosos vestidos, pero tiene muy poco que ver con el cine?

Para empezar, la mujer atractiva no significa que no sea inteligente. Pero por naturaleza, el Festival de Cannes, que es espectacularmente fantástico, siempre se caracterizó por el glamur como una forma de disfrutar la vida, además del buen humor, como también la discordia y la falta de armonía. El arte no siempre tiene que ser armonioso. Y no siempre tenemos que estar de acuerdo. El mundo es terriblemente aburrido así como es y el glamur del festival vale para disfrutar en una forma justa y equitativa.

¿Y el hecho de que haya habido tan pocas mujeres ganadoras en la historia del Festival de Cannes?

Es cierto que hubo solo dos ganadoras como directoras de cine (en Cannes), pero también sé que el comité que ahora selecciona las películas tiene muchas más mujeres que los años anteriores. Y obviamente va a cambiar los lentes con los que se miran las películas que terminan siendo seleccionadas, pero no vamos a ver ningún cambio drástico tampoco. ¿Que si me gustaría ver más mujeres compitiendo? Totalmente. ¿Espero que haya más mujeres en la competencia? Absolutamente. ¿Espero que pase en el futuro? Así es. Pero como jurado, solo era posible juzgar el cine disponible este año. Ahora, yo nunca me fijé si un director es de Irán, Chile, Corea, o si es mujer o es transexual. ¿Ves? No hubo ningún director transexual este año, pero no significa que fallamos, aunque es bueno trabajar hacia un cambio.

¿Por qué cree que el cine es tan importante hoy, en tantos rincones diferentes del mundo?

El cine es la herramienta más poderosa para contar historias, porque a veces es como ponerles un espejo enfrente a muchas personas. Es muy importante el constante autoanálisis, explorando o mostrando lo que tampoco estás viviendo. Y por eso creo que el cine cuenta con las dos caras de una moneda.

Este año, en Cannes, entre las películas de la competencia también hubo otra controversia con algunos directores como Lars Von Triers que le permitieron volver después que lo habían prohibido antes, por hacer una broma sobre Hitler.

El director ruso Kirill Serebrennikov está con arresto domiciliario en Rusia por ‘fraude’ y al director iraní Jafar Panahi ni siquiera le permitieron salir de Irán para venir a Cannes. ¿Se pueden olvidar los verdaderos antecedentes de un director a la hora de juzgar sus películas?

El cine es como un campo de juego. ¿No?

Cuando se borran los nombres de los directores es muy pero muy difícil evitar que la profunda influencia internacional que consiguieron no se vea reflejado en sus trabajos. Pero estoy segura que el prestigio de grandes directores como Godard podrá mantenerse con o sin la Palma de Oro. Es muy difícil sentarse a juzgar otro artista. Es el desafío más grande para un jurado. Es por eso que yo tampoco puedo responder a nivel personal porque yo vine a Cannes con una mente totalmente abierta. Y para eso, era necesario borrar todos los nombres y el pasado, para tratar con el presente.

¿No toman para nada en cuenta como en el Óscar las ideas políticas de los directores de cine a la hora de darles un premio?

Este no es un festival de cine político y creo que el estilo de cine tampoco tiene nada de política, aunque tengan implicaciones políticas en la gente que abre sus mentes y corazones en situaciones que pasan en el mundo, de la misma forma que ganamos empatía con historias del cine sobre la familia o el amor. La gente puede identificarse con muchas historias aunque hayas nacido en Idaho o en Australia, como yo. Tampoco estamos hablando del Premio Nobel. Es la Palma de Oro. Tiene una función totalmente diferente. Pero sí, me parece terrible que dos de los directores de cine no hayan podido venir a Cannes para el estreno de sus películas. Una situación así me parece terrible.

 

Por Fabián W. Waintal

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