Caterine Ibargüen: “Lo que me hace perder el miedo es tener mis metas claras”

¿Cómo era su vida antes de convertirse en la gran Caterine Ibargüen?

Mi historia nace en Apartadó, Antioquia. Desde hace mucho tiempo tenía un entrenador de atletismo con el que entrenaba muy duro, hasta que un día se me dio la oportunidad de entrenar en el estadio de Apartadó. Luego me fui a Medellín, comencé a practicar mucho más lo que conocemos como el “salto triple”, después salto alto, y en ese camino me fui dando cuenta, gracias a mi entrenador, de que lo mío era sin duda el salto triple.

¿Qué la impulsó a perder el miedo en el mundo del deporte?

Yo creo que cada día nosotros nos enfrentamos a nuevos retos que pueden dar miedo, pero debemos tener una conciencia clara y tomar la decisión de enfrentarlos. Estoy muy agradecida con Dios, quien me abrió la puerta para entrar en el deporte y me dio la fortaleza para enfrentarme a cosas nuevas. Yo tenía la esperanza de que esto iba a mejorar mi vida y lo hizo, gracias a que tenía mi objetivo claro, porque las grandes cosas comienzan con un poco de miedo. Vencí el miedo a entrenar, y luego a competir. Fui cambiando de prueba en prueba, tuve momentos muy duros, pero al final logré representar a Colombia y dejarla en lo más alto.

Durante todo este camino que usted ha recorrido, ¿cuál era, o sigue siendo, su mayor miedo?

Mi miedo está en decepcionarme a mí misma como persona y no hacer las cosas que quiero hacer con la sinceridad y la responsabilidad necesarias, pero mi mayor miedo, y lo que me mataría, sería decepcionar a mis padres y a Dios, que es en lo que yo más creo. Estoy segura de que mi compromiso más grande es conmigo misma, y que día a día debo esforzarme por soltar los miedos con disciplina y perseverancia.

¿Qué les diría usted a todas las personas que le temen a arriesgarse y cumplir sus sueños?

¡Que se atrevan! Tienen que buscar el camino correcto, que les ayude a hacer realidad todos sus deseos, tanto en su vida personal como profesional. Cada vez que avancen, no miren atrás, porque a veces pasa que estamos cerca de cumplir una meta y de la nada comenzamos a devolvernos; eso no puede pasar. Deben definir el objetivo y luchar por él hasta el final; no será fácil, pero es una manera de cumplir lo que uno se propone.

¿De qué se trata la campaña #SinMiedo, de Cerveza Águila?

La verdad es que es una campaña demasiado hermosa, apenas me presentaron la propuesta yo dije que sí, porque les dice a los colombianos que sí se puede, que es posible soñar, trabajar y luchar. Tenemos que estallar esa burbuja en la que a veces vivimos, solo con el objetivo de refugiarnos para no fracasar, pero si no lo intentamos, ¿cómo vamos a lograrlo? ¡Atrévanse a tomar riesgos en lo que les apasiona! Yo personalmente me siento muy identificada con esta campaña, por eso la hice, y la volvería a hacer una y otra vez para demostrarle a Colombia que somos capaces de hacer cosas grandes beneficiándonos a nosotros y a los demás de una manera positiva, y dejando una muy buena imagen del país.

¿Cómo le propusieron a usted ser parte de esta campaña?

Me mandaron el formato y me dijeron: “Cate, mira, nosotros creemos que es tu vida, que esto te representa”. La gente tiende a pensar que la vida de uno es como la ven en una pantalla, pero no, uno como deportista también tiene miedos y dificultades en la vida, así que querían que yo fuera la embajadora de este proyecto tan lindo y acepté sin dudarlo, porque quiero que ante las adversidades que haya en el país la gente no pierda el impulso y siempre mire hacia adelante. No estoy diciendo que sea fácil, porque no lo es en absoluto, lo que quiero que vean es que, definitivamente, es posible.

Vota por Caterine Ibargüen, nominada a Deportista del Año 2018 en la categoría Mayores.

¿Cómo era su vida antes de convertirse en la gran Caterine Ibargüen?

Mi historia nace en Apartadó, Antioquia. Desde hace mucho tiempo tenía un entrenador de atletismo con el que entrenaba muy duro, hasta que un día se me dio la oportunidad de entrenar en el estadio de Apartadó. Luego me fui a Medellín, comencé a practicar mucho más lo que conocemos como el “salto triple”, después salto alto, y en ese camino me fui dando cuenta, gracias a mi entrenador, de que lo mío era sin duda el salto triple.

¿Qué la impulsó a perder el miedo en el mundo del deporte?

Yo creo que cada día nosotros nos enfrentamos a nuevos retos que pueden dar miedo, pero debemos tener una conciencia clara y tomar la decisión de enfrentarlos. Estoy muy agradecida con Dios, quien me abrió la puerta para entrar en el deporte y me dio la fortaleza para enfrentarme a cosas nuevas. Yo tenía la esperanza de que esto iba a mejorar mi vida y lo hizo, gracias a que tenía mi objetivo claro, porque las grandes cosas comienzan con un poco de miedo. Vencí el miedo a entrenar, y luego a competir. Fui cambiando de prueba en prueba, tuve momentos muy duros, pero al final logré representar a Colombia y dejarla en lo más alto.

Durante todo este camino que usted ha recorrido, ¿cuál era, o sigue siendo, su mayor miedo?

Mi miedo está en decepcionarme a mí misma como persona y no hacer las cosas que quiero hacer con la sinceridad y la responsabilidad necesarias, pero mi mayor miedo, y lo que me mataría, sería decepcionar a mis padres y a Dios, que es en lo que yo más creo. Estoy segura de que mi compromiso más grande es conmigo misma, y que día a día debo esforzarme por soltar los miedos con disciplina y perseverancia.

¿Qué les diría usted a todas las personas que le temen a arriesgarse y cumplir sus sueños?

¡Que se atrevan! Tienen que buscar el camino correcto, que les ayude a hacer realidad todos sus deseos, tanto en su vida personal como profesional. Cada vez que avancen, no miren atrás, porque a veces pasa que estamos cerca de cumplir una meta y de la nada comenzamos a devolvernos; eso no puede pasar. Deben definir el objetivo y luchar por él hasta el final; no será fácil, pero es una manera de cumplir lo que uno se propone.

¿De qué se trata la campaña #SinMiedo, de Cerveza Águila?

La verdad es que es una campaña demasiado hermosa, apenas me presentaron la propuesta yo dije que sí, porque les dice a los colombianos que sí se puede, que es posible soñar, trabajar y luchar. Tenemos que estallar esa burbuja en la que a veces vivimos, solo con el objetivo de refugiarnos para no fracasar, pero si no lo intentamos, ¿cómo vamos a lograrlo? ¡Atrévanse a tomar riesgos en lo que les apasiona! Yo personalmente me siento muy identificada con esta campaña, por eso la hice, y la volvería a hacer una y otra vez para demostrarle a Colombia que somos capaces de hacer cosas grandes beneficiándonos a nosotros y a los demás de una manera positiva, y dejando una muy buena imagen del país.

¿Cómo le propusieron a usted ser parte de esta campaña?

Me mandaron el formato y me dijeron: “Cate, mira, nosotros creemos que es tu vida, que esto te representa”. La gente tiende a pensar que la vida de uno es como la ven en una pantalla, pero no, uno como deportista también tiene miedos y dificultades en la vida, así que querían que yo fuera la embajadora de este proyecto tan lindo y acepté sin dudarlo, porque quiero que ante las adversidades que haya en el país la gente no pierda el impulso y siempre mire hacia adelante. No estoy diciendo que sea fácil, porque no lo es en absoluto, lo que quiero que vean es que, definitivamente, es posible.

Vota por Caterine Ibargüen, nominada a Deportista del Año 2018 en la categoría Mayores.