Daniela Moscarella: “Emprender en Colombia es difícil, pero no imposible”

¿En qué momento se planteó empezar a emprender?

Vengo de una familia de emprendedores: mi abuelo fue textilero y mi mamá tenía su empresa de carteras. Crecí viendo a mi familia crear sus cosas, así que en mi cabeza jamás estuvo el emplearme, siempre tuve claro que quería tener mi empresa, y desde muy pequeña lo decía. A los catorce años armé una carpeta donde iba metiendo ideas de negocios que a mí me gustaban.

¿De ahí surgió We Love Nails?

Algo así, yo sola aprendí a pintar uñas, porque era algo que realmente me apasionaba. Me fui a Estados Unidos a tomar cursos de nail art, y en mi carpeta estaba la idea de crear mi propia empresa, y con el tiempo la fui desarrollando. Cuando estaba en la universidad estudiando Administración de empresas mi familia pasó por una crisis muy dura, quebró y a mí me tocó entrar a trabajar. Finalmente, como el mercado de las uñas estaba despertando y el tiempo que trabajé en un bar hice muchos amigos, ellos me abrían las puertas de sus bares y en las tardes pintaba uñas allí.

¿Cómo pasó de pintar uñas en los bares a este proyecto ambicioso?

Recuerdo que a los quince días de yo haber empezado a pintar uñas en bares comenzaron a buscarme los medios de comunicación porque la idea se volvió una locura. A mí me sorprendió mucho, luego de ese boom tan repentino comencé a capitalizar mi empresa, montamos el primer local y tenía sesenta metros. Duré cinco años con We Love Nails, la empresa se expandía cada vez más, pero tenía líos con mis socios, y preferí vender el proyecto y empecé otra empresa llamada Mama Soaps.

¿Con qué objetivo creó la empresa enfocada en jabonería?

Cuando mi familia se quebró, mi mamá quedó muy en el aire, y aunque a mí me estaba yendo bien, sabía que me necesitaba. Así que empecé a crear una empresa inspirada en ella, porque siempre le ha encantado el tema de jabonería. Mi mamá tomó clases en Estados Unidos y empezó a hacer sus jabones naturales a mano, la empresa duró dos años solo en digital, hasta que una Navidad dije que quería que el regalo para ella fuera su propio local, y eso hice.

¿Qué es lo más difícil de hacer empresa en Colombia?

Todo en este país es un reto, porque los impuestos que se pagan son una locura, tú ganas y puedes vivir bien, pero es muy duro ver que la mayoría de lo que uno puede llegar a ganar se va al Estado, y más allá de eso uno no ve su plata reflejada y se siente robado. El tema de los impuestos me pega muy duro todavía.

Luego de Mama Soaps creó Boost Digital Agency, ¿en qué consiste esta empresa?

Nació porque yo me metí mucho en el tema de emprendimiento y empecé a dar conferencias y asesorías para emprendedores. Ellos mismos empezaron a pedirme que les ayudara con sus redes sociales, básicamente porque una agencia cobra demasiado dinero por una estrategia digital, y muchas veces ni siquiera está bien hecha. Poco a poco, esto de las redes empezó a crecer y me estaba enloqueciendo, porque lo hacía sola, así que lideré un equipo que hoy en día es Boost Digital Agency, enfocada en atender emprendimientos.

¿En qué cree usted que fallan los emprendedores al crear empresa?

Si hay un país con ganas de salir adelante, es Colombia, estamos dentro del top seis de los países que más propuestas de emprendimiento tienen en el mundo. Es arriesgado dar el primer paso, pero si por algo nos caracterizamos es por nuestra dedicación, y por más de que el país no nos dé la mano, nosotros mantenemos las ganas de seguir adelante, pero nos falta más apoyo gubernamental. Fallamos mucho en estructuración, porque tenemos una cultura en la que queremos todo ya e ignoramos el proceso.

¿En qué momento se planteó empezar a emprender?

Vengo de una familia de emprendedores: mi abuelo fue textilero y mi mamá tenía su empresa de carteras. Crecí viendo a mi familia crear sus cosas, así que en mi cabeza jamás estuvo el emplearme, siempre tuve claro que quería tener mi empresa, y desde muy pequeña lo decía. A los catorce años armé una carpeta donde iba metiendo ideas de negocios que a mí me gustaban.

¿De ahí surgió We Love Nails?

Algo así, yo sola aprendí a pintar uñas, porque era algo que realmente me apasionaba. Me fui a Estados Unidos a tomar cursos de nail art, y en mi carpeta estaba la idea de crear mi propia empresa, y con el tiempo la fui desarrollando. Cuando estaba en la universidad estudiando Administración de empresas mi familia pasó por una crisis muy dura, quebró y a mí me tocó entrar a trabajar. Finalmente, como el mercado de las uñas estaba despertando y el tiempo que trabajé en un bar hice muchos amigos, ellos me abrían las puertas de sus bares y en las tardes pintaba uñas allí.

¿Cómo pasó de pintar uñas en los bares a este proyecto ambicioso?

Recuerdo que a los quince días de yo haber empezado a pintar uñas en bares comenzaron a buscarme los medios de comunicación porque la idea se volvió una locura. A mí me sorprendió mucho, luego de ese boom tan repentino comencé a capitalizar mi empresa, montamos el primer local y tenía sesenta metros. Duré cinco años con We Love Nails, la empresa se expandía cada vez más, pero tenía líos con mis socios, y preferí vender el proyecto y empecé otra empresa llamada Mama Soaps.

¿Con qué objetivo creó la empresa enfocada en jabonería?

Cuando mi familia se quebró, mi mamá quedó muy en el aire, y aunque a mí me estaba yendo bien, sabía que me necesitaba. Así que empecé a crear una empresa inspirada en ella, porque siempre le ha encantado el tema de jabonería. Mi mamá tomó clases en Estados Unidos y empezó a hacer sus jabones naturales a mano, la empresa duró dos años solo en digital, hasta que una Navidad dije que quería que el regalo para ella fuera su propio local, y eso hice.

¿Qué es lo más difícil de hacer empresa en Colombia?

Todo en este país es un reto, porque los impuestos que se pagan son una locura, tú ganas y puedes vivir bien, pero es muy duro ver que la mayoría de lo que uno puede llegar a ganar se va al Estado, y más allá de eso uno no ve su plata reflejada y se siente robado. El tema de los impuestos me pega muy duro todavía.

Luego de Mama Soaps creó Boost Digital Agency, ¿en qué consiste esta empresa?

Nació porque yo me metí mucho en el tema de emprendimiento y empecé a dar conferencias y asesorías para emprendedores. Ellos mismos empezaron a pedirme que les ayudara con sus redes sociales, básicamente porque una agencia cobra demasiado dinero por una estrategia digital, y muchas veces ni siquiera está bien hecha. Poco a poco, esto de las redes empezó a crecer y me estaba enloqueciendo, porque lo hacía sola, así que lideré un equipo que hoy en día es Boost Digital Agency, enfocada en atender emprendimientos.

¿En qué cree usted que fallan los emprendedores al crear empresa?

Si hay un país con ganas de salir adelante, es Colombia, estamos dentro del top seis de los países que más propuestas de emprendimiento tienen en el mundo. Es arriesgado dar el primer paso, pero si por algo nos caracterizamos es por nuestra dedicación, y por más de que el país no nos dé la mano, nosotros mantenemos las ganas de seguir adelante, pero nos falta más apoyo gubernamental. Fallamos mucho en estructuración, porque tenemos una cultura en la que queremos todo ya e ignoramos el proceso.