“Deskaradas” de la radio colombiana

Las dos presentadoras sacan su lado más picante, atrevido y sensual, de lunes a viernes, de 6 de la tarde a 10 de la noche, en La Kalle.

Redacción medios
12 de junio de 2018 - 02:00 a. m.
 Manuela Cardona, comunicadora social, y Jey Castañeda, publicista, encienden la radio.  / Cortesía
Manuela Cardona, comunicadora social, y Jey Castañeda, publicista, encienden la radio. / Cortesía

El programa Deskaradas de la emisora La Kalle es uno de los más escuchados a nivel nacional, por sus particulares “subiditas de tono”, a cargo de dos mujeres: Manuela Cardona y Jey Castañeda, quienes nunca pronosticaron ser parte de un espacio que les ayudaría a descubrir una nueva faceta personal.

Deskaradas está libre de prejuicios. Ahí, la interacción con los oyentes está latente en cada momento de la emisión. Lo interesante de esta propuesta es que, tanto Jay como Manuela están dispuestas a tocar todo tipo de temas, que en la vida cotidiana se consideran un tabú, o simplemente mal visto.

Con un formato novedoso y diferente, con secciones como: Noticias deskaradas, Noticias curiosas, Top 5, Entre cobijas y Desmadre, las presentadoras dejan a un lado estereotipos para abrirle paso a la imaginación de los oyentes, quienes se ponen en contacto con ellas para exponer sus experiencias en el amor, el sexo y la vida, en general.

Para Jey Castañeda no fue sencillo aceptar hacer parte de este programa, aunque cuando le presentaron la propuesta, solo se dejó convencer. “Yo nunca me imaginé integrar una propuesta así. Sin embargo, en la emisora comenzaron con la idea de crear un espacio donde dos chicas hablaran a ‘calzón quitao’ de todo, como cuando uno se encuentra con la mejor amiga y comienza a hablar de ese tipo de temas sin pena”, cuenta .

Algo muy similar le pasó a su compañera Manuela, que también se dejó convencer y aceptó el reto de cambiar un poco su discreta personalidad en estos temas, al menos las cuatro horas de duración diaria del formato. “Nosotras no éramos tan afines al tema, ni tan abiertas para hablar de sexo, posiciones, tríos y juguetes sexuales, no, a nosotras nos tocó sacar esa ‘grilla’ que tenemos dentro y ponerla a trabajar, y para nuestra sorpresa, lo disfrutamos muchísimo”, afirmó, entre risas Cardona.

Entre las dos se unen para hablar ‘sin pelos en la lengua’, y, según ellas, eso les ha funcionado bastante, sobre todo con los oyentes, quienes llaman buscando la mayoría de las veces consejos que les sirvan para solucionar sus problemas, así que las dejan de ver como presentadoras, y comienzan a percibirlas como amigas.

“Sí, hemos dejado de ser un poco glamurosas y decentes, hay que aceptarlo. Mis papás, por ejemplo, viven aterrados, porque en el programa hablamos de penes, vaginas y esas cosas de las que jamás quieren escuchar hablando a sus hijas”, manifiesta Jey.

Para las protagonistas de este espacio tan íntimo, es importante rescatar la importancia de hablar sin tapujos sobre temas de este estilo, porque hace parte de la vida cotidiana y resulta tanto divertido como enriquecedor escuchar y ayudar a las personas, que encuentran en ellas la libertad para expresarse sin censurarse o cohibirse.

La idea de esta experiencia no surge como una excusa para irrespetar al oyente, o pasar a lo obsceno, porque, además, tanto Jey como Manuela son conscientes de que, justo a la hora que comienza el programa, todavía hay audiencia que quizás no sea apta para abordar este tipo de contenido.

“No queremos ser groseras, no somos un programa vulgar, somos un espacio abierto en el que se le da juego al oyente para que se exprese sobre todos los temas, nunca tratamos mal a quien está al otro lado del receptor y somos conscientes de que hay límites, sabemos y hemos ido aprendiendo hasta qué punto llegar para que el programa no sea ordinario”, aclara Manuela.

Para hacer interesante la interacción con las personas que llaman pidiendo auxilio ante los dramas amorosos y sexuales de su cotidianidad, Jey y Manuela tratan siempre de dividirse las opiniones, teniendo claro que una de las dos debe estar a favor y la otra en contra, así el oyente se siente mejor aconsejado, teniendo otras miradas sobre su problema.

Uno de los objetivos más importantes de Deskaradas, además de tener una buena relación con su audiencia, es que sea un programa alejado de lo mundano, en el que se les dé una pausa a las noticias pesadas que agobian el día a día, a través de diálogo, conversaciones, experiencias personales, y, sobre todo, mucho picante.

Antes de que las dos presentadoras se embarcaran en esta aventura, ni siquiera se conocían. Jey Castañeda recuerda que, antes de entrar a ser parte del equipo de Deskaradas, la llamaron para hacer el casting y ella no quería presentarse. “Mis amigos me trajeron, literalmente, obligada, y cuando llegué al casting nos dijeron que el programa era de música popular y yo con chaqueta de cuero con taches, una pañoleta… era una rockstar metida en un mundo de música popular”, recuerda entre risas.

“Yo recuerdo que me preguntaron sobre algún cantante de música popular y yo quedé en blanco, por completo. Pensaba, ‘no conozco a nadie, me tiré este casting’ y finalmente se me ocurrió Pipe Bueno, que era el único que yo realmente conocía, y menos mal, porque el casting literalmente fue algo así: ‘pasa al frente y di lo que quieras’ y así es peor” cuenta Jey.

No importó que ninguna de las dos fuera una experta en música popular, y mucho menos los outfits que las acompañaban el día que se presentaron para comenzar a incursionar en un mundo en el que nunca pensaron quedarse, y ahora están viviendo juntas una experiencia en la que se sienten cómodas, e incluso han perdido la timidez a la hora de hablar.

La industria de la radio en Colombia está permeada, en su mayoría, por emisoras musicales y noticiosas, sin embargo, tanto para La Kalle como para Deskaradas es fundamental encontrar un equilibrio entre un tema y otro, sin caer en la banalidad. Aunque es un programa de entretenimiento, la rigurosidad está presente en la manera en la que se planea el programa y se presenta a los oyentes, dejando claro que siempre hay un espacio para hablar de “eso” que a veces cuesta, o da pena.

Salir de la rutina, despejar la mente y abrirles un espacio a otros temas es el objetivo de Deskaradas, que, a través de Manuela y Jey, busca entablar una relación cercana con todos los que se atrevan a participar de este entretenido espacio, que no dejará de contar con ese ingrediente fundamental que es el verdadero protagonista del programa: el picante.

 

Por Redacción medios

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