Diego Vivanco y su “Alias María”

No lo imaginé, pero me alegra mucho porque es una historia que refleja la situación que viven los niños en medio del conflicto armado, sobre todo las niñas que quedan embarazadas y a quienes en algunas ocasiones las obligan a abortar.

 

Me crucé con algunas entrevistas de desmovilizados realizadas por un amigo que es periodista, y noté que la mayoría de ellos hablaban de embarazos de chicas muy jóvenes. Acudí a algunos albergues en los que ellas se refugiaban y tomé sus historias, y de allí surgió Alias María, una niña de 13 años que deberá decidir si continúa con su embarazo en medio del conflicto armado.

 

Lo he considerado, pero por temas personales, porque en lo  laboral es difícil empezar de ceros. Este país me ha dado la oportunidad de crear mis propias historias.

 

Hay una serie que escribimos y que aún no la han producido, se llama 40. Ésta es más autobiográfica y cuenta la historia de cuatro hombres que están pasando por la crisis de tener esta edad. En mi caso, tengo 43 años, pero no he pasado por ella.

 

Sociales o afines a la cotidianidad, historias que cuenten la realidad, lo que la gente está viviendo. El escritor es como un mercenario, a veces debe escribir sobre temas que no son de su interés.

 

No me gusta escribir sobre la vida de algún personaje importante, como pasa ahora con algunas series, porque no me reta, por eso no veo televisión colombiana.

 

Me parece que las historias han desmejorado, estoy peleado con la TV colombiana. 

 

Tampoco me gusta, se ha dedicado a los concursos, es más local. Lo que sí hago es leer la prensa de Colombia y de Argentina, me gusta estar al tanto de las noticias.

 

Es paradójico, porque usted ha sido libretista de novelas y series reconocidas, como “Francisco, el matemático”. 

Lo es, pero el éxito de Francisco, el matemático fueron los personajes, creados a partir de la experiencia de visitar colegios públicos, de hablar con los chicos y los profesores. Era un proyecto pedagógico del Distrito que estaba para 10 capítulos, pero tuvo buena acogida y se quedó cinco años. Fue mi primer trabajo en Colombia.

 

No lo imaginé, pero me alegra mucho porque es una historia que refleja la situación que viven los niños en medio del conflicto armado, sobre todo las niñas que quedan embarazadas y a quienes en algunas ocasiones las obligan a abortar.

 

Me crucé con algunas entrevistas de desmovilizados realizadas por un amigo que es periodista, y noté que la mayoría de ellos hablaban de embarazos de chicas muy jóvenes. Acudí a algunos albergues en los que ellas se refugiaban y tomé sus historias, y de allí surgió Alias María, una niña de 13 años que deberá decidir si continúa con su embarazo en medio del conflicto armado.

 

Lo he considerado, pero por temas personales, porque en lo  laboral es difícil empezar de ceros. Este país me ha dado la oportunidad de crear mis propias historias.

 

Hay una serie que escribimos y que aún no la han producido, se llama 40. Ésta es más autobiográfica y cuenta la historia de cuatro hombres que están pasando por la crisis de tener esta edad. En mi caso, tengo 43 años, pero no he pasado por ella.

 

Sociales o afines a la cotidianidad, historias que cuenten la realidad, lo que la gente está viviendo. El escritor es como un mercenario, a veces debe escribir sobre temas que no son de su interés.

 

No me gusta escribir sobre la vida de algún personaje importante, como pasa ahora con algunas series, porque no me reta, por eso no veo televisión colombiana.

 

Me parece que las historias han desmejorado, estoy peleado con la TV colombiana. 

 

Tampoco me gusta, se ha dedicado a los concursos, es más local. Lo que sí hago es leer la prensa de Colombia y de Argentina, me gusta estar al tanto de las noticias.

 

Es paradójico, porque usted ha sido libretista de novelas y series reconocidas, como “Francisco, el matemático”. 

Lo es, pero el éxito de Francisco, el matemático fueron los personajes, creados a partir de la experiencia de visitar colegios públicos, de hablar con los chicos y los profesores. Era un proyecto pedagógico del Distrito que estaba para 10 capítulos, pero tuvo buena acogida y se quedó cinco años. Fue mi primer trabajo en Colombia.